Pontevedra no solo fue una potencia en monasterios, llegando a tener cinco, también en capillas. Entre las públicas estaban la de las Ánimas, El Nazareno, la llamada en aquella época capilla de La Peregrina, la popular de San Roque, por su vinculación al Gremio de Mareantes y al arrabal de A Moureira, la de A Virxe do Camiño, paso obligado en la entrada del Camiño Portugués a Santiago, la del Burgo y la parroquial de San José; y privadas, como la de la Tablada o La Caeyra (del marqués de Riestra). De todas, hoy por hoy, la más desconocida, por la escasez de datos, es la de San José ubicada en la plaza que en la actualidad lleva su nombre, pero con anterioridad, y durante décadas, se llamó plaza de Calvo Sotelo.
Según la tradición, doce jóvenes pretendían a María con un bastón y el de José milagrosamente floreció, por eso María lo eligió aunque fuera mucho mayor que ella. San José, esposo de la Virgen María y de profesión carpintero, Patrono de la Iglesia Universal y miembro de la Sagrada Familia, es día del padre biológico o adoptivo, como es el caso, que además fue un abnegado marido y trabajador.
La iglesia parroquial de San José en Pontevedra estaba ubicada en la plaza del mismo nombre. Una edificación de tamaño medio, aunque tenía una bonita fachada de estilo barroco en la que presidía la imagen del santo en una hornacina sobre un frontón; imagen rodeada por tres labras heráldicas en las que figuran los Gago, Figueroa, Daponte y también la de los Montenegro, los Mendoza y Sotomayor, entre otros. Esta información se conserva gracias a un dibujo de las labras de la extinta Sociedad Arqueológica de Pontevedra, pero la construcción podría estar datada en el s. XVIII. Algunas fuentes atribuyen su construcción a Pablo Payo Gago de Mendoza y Sotomayor (1645-1715), hijo de Antonio Gago de Cervela y Novoa y de Mariana de Mendoza y Sotomayor.
Una plaza con historia ya que en la misma estaba ubicada la antigua casa almenada y torre de los Gago, que según consta en planos de la ciudad de Celso García de la Riega parece que ya existía en el s. XV, y de la que en la actualidad se conserva una pequeña parte de la fachada original. Hasta hace poco tiempo en uno de los bajos estaba situado el famoso Bar Americano. La fisonomía original de esta casa cambió cuando los hermanos Martínez Bautista construyeron un nuevo edificio como casa familiar, que en la actualidad pertenece a Afundación.
Al amparo del catolicismo, la celebración de San José se declaró fiesta de precepto nacional en España el 19 de marzo, mediante decreto del 28 de enero de 1890. Sin embargo, los festejos más sonados de ese día se celebraban en Santa María y en La Peregrina, mientras la propia capilla quedaba en un segundo plano, en una mera mención, hablamos a partir de 1900. En la capilla de San José se celebraban bodas, como la de Amparo Iglesias Fernández y el contramaestre de Marina de Guerra Bernardo Ínsula Fernández, en 1899 a las cuatro de la madrugada, la de Arcadia Casal Lois con Lino Sanz de Andrés (1900), la de Carolina Peralta Somoza con el capitán de Ingenieros Topógrafos José Bosch y Atienza (1905), la de Lola Landín Tobío con Manuel Villar Landeira, oficiada por el párroco de San Bartolomé Sr. Villaverde crónicas de pontevedra... Por Milagros Bará en 1912, o la de de Marina Ruís y Antonio Rodríguez Morales, el mismo año.
En 1944 la Caja de Ahorros de Pontevedra adquirió un edificio en construcción de unos 200 m2 por importe de 100.000 pesetasEn 1944 la Caja de Ahorros de Pontevedra adquirió un edificio en construcción de unos 200 m2 por importe de 100.000 pesetas
Otros oficios religiosos más luctuosos en la capilla fueron los funerales. Muy emotivo fue el de Lucrecia Martínez Herrera, la hija de Bernardo Martínez Bautista, que había fallecido muy joven en Madrid: "El santuario de San José quedó convertido en capilla ardiente. Los muros interiores aparecen cubiertos con negros lienzos rayados con listas doradas que dan á la capilla un aspecto de gran severidad", relataba El Diario de Pontevedra en 1906. En 1910 comenzaron a diario misas gregorianas a las diez de la mañana por su padre Bernardo, que había fallecido en diciembre del año anterior.
En 1903 se adjudicó el adoquinado de la plaza al maestro de obras Sr. Miranda. Este hecho coincide con la finalización de la casa de los Martínez Bautista en cuyo bajo se inauguraba por García Temes ese mismo año el elegante Café Moderno; un motor cultural de la ciudad que en la actualidad sigue abierto.
La plaza en cuestión, era muy transitada y allí mismo, en 1904, se organizó una sesión de cinematógrafo en la que se exhibió la película de Alí Babá muy aplaudida. Durante un tiempo existió en medio un quiosco que, en 1907, anunciaba la venta en exclusiva de los periódicos El Impacial, El Liberal y El Heraldo de Madrid. Ese mismo año se determinó que la plaza se consideraba casco urbano, en aquel momento denominado casco de población, con objeto de licitar públicamente, por parte del Ayuntamiento, una "subasta y exacción del arbitrio de puestos públicos y carruajes en el interior de esta población y sobre los rótulos, anuncios y carteles,... ", con la vigencia de un año.
La iglesia se demolió en algún momento, debió de ser en los años treinta, pero en general existe muy poca información. No he logrado encontrar todavía una fotografía de cómo era el interior de la iglesia. El 16 de diciembre de 1943 en un Pleno en sesión extraordinaria la "reforma y pavimentación, aceras y alcantarillado en la Plaza de Calvo Sotelo y calle Augusto González Besada, con aplicación de contribuciones especiales".
En abril de 1944 la Caja de Ahorros de Pontevedra adquirió un edificio en construcción de unos 200 metros cuadrados por importe de 100.000 pesetas, obra del arquitecto pontevedrés Emilio Quiroga Losada. Este edificio, que se inauguró en 1949, fue la central de la Caja de Ahorros de Pontevedra durante décadas y hoy es la sede de Afundación en la ciudad con una magnífica remodelación del arquitecto pontevedrés César Portela. En la actualidad nos queda el recuerdo de la capilla por el nombre de la plaza y la calle que desemboca en la misma, que es la Rúa San Xosé.
Felicidades por adelantado a todos los padres porque tiene mucho mérito, en este mundo en que vivimos, sacar adelante a los hijos. ¡Felicidades papá!
