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Dolores Trabado, la reina del asfalto

Con aspecto frágil Dolores se abrió paso en la vida a base de trabajo y valentía, una mujer que fundó su propia empresa y a la que se considera la primera taxista de España.

Dolores al volante. EL PUEBLO GALLEGO
photo_camera Dolores al volante. EL PUEBLO GALLEGO

SI PAREDES es el decano de la prensa en Pontevedra y Chichana Patiño la primera mujer piloto, Dolores Trabado fue una pionera del sector del transporte ya que fue la primera mujer taxista a nivel nacional. Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que otra mujer, Pilar Rouco Pérez de A Ramallosa, se subiera a otro taxi para trabajar en Pontevedra. 

Dolores Trabado López nació Vilaluz (Cervantes) el 1 de julio de 1903, una pequeña aldea cerca de Becerreá en Os Ancares provincia de Lugo y fue la pequeña de catorce hermanos. Su madre Esperanza murió siendo una niña y su padre Antonio poco tiempo después. Al quedarse huérfanos fue acogida por Manuel su hermano mayor, que era carabinero y estaba casado. Se trasladaron en Sevilla y se sabe que en algún momento vivieron en Tui antes de llegar a Pontevedra. A los tres años Dolores padeció escrófula, una infección bacteriana que afecta a los ganglios linfáticos y provoca unas úlceras características llamadas "escrófulas".

Su hermano se hizo practicante para ganarse la vida y al llegar a Pontevedra se instalaron en el número 6 calle Marquesa. Manuel, gracias a su capacitación, empezó a trabajar en la Cruz Roja (Casa de Socorro), que antiguamente estaba en la misma calle, y en el Sanatorio Marescot. A la Casa de Socorro llegaban heridos de toda clase y allí se procedía a las primeras curas y valoración y si su estado revestía gravedad eran trasladados al Hospital de la ciudad, y como curiosidad comentar que ya disponía de teléfono en el año 1912. En junio de 1910 Celestino López de Castro, Pelayo Rubido y Enrique Marescot operaron allí a Dolores, de siete años de edad. La delicada intervención consistió en el raspado del fémur "cuyo hueso estaba careado en su mayor parte" debido a su dolencia y, por suerte, la pequeña evolucionó favorablemente. Lamentablemente en algún momento terminó perdiendo la pierna izquierda y usó el resto de su vida una incómoda prótesis, situación que no le impidió seguir trabajando con arrojo y decisión.

Dolores empezó a conducir con dieciocho años sin carnet, pero lo sacó unos años más tarde. Tenía buena vista para los negocios y posiblemente vio una oportunidad laboral en el negocio de los taxis, Dolores de joven. ARCHIVO M. TRABADOporque era un trabajo que en aquel momento nadie hacía. Ubicó su empresa de transporte en la calle de la Marquesa en los bajos de su casa y para ello abrió el primer garaje. La primera licencia oficial la obtuvo el 31 de agosto de 1923 y Dolores comenzó a hacer trabajos para la Casa de Socorro, en la que seguía trabajando su hermano como practicante. Dolores transportaba en su coche enfermos, parturientas o heridos y allí la conocían como 'Lola la de la Cruz Roja'.

Durante la Guerra Civil comentaba que no pasó escasez porque hacía transportes a los pueblos cercanos donde se podía aprovisionar de alimentos básicos sin dificultad. Dolores tenía mucho carácter, comenta su ahijada Mercedes, y como anécdota explica que durante la guerra le requisaron el coche y ni corta ni perezosa se presentó en León, donde se enteró que se lo habían llevado. Dolores cogió por banda al mando militar responsable de la requisa de su coche y se armó una buena; el militar la acusó de roja pero ella terminó localizando su coche y se lo trajo de vuelta a Pontevedra.

Dolores recibía visitas de sus paisanos de Lugo que venían hasta aquí para sacar el carnet de conducir. Como taxista, además de trabajar para la Casa de Socorro, hacía viajes privados como llevar a personajes muy conocidos de la vida social pontevedresa a diferentes destinos, entre ellos Madrid, trabajo con el que ganaba mucho dinero.

Mercedes Trabado Trabado sobrina nieta de Dolores se quedó a vivir con ella desde que tenía seis meses (1960), ya que sus padres estaban en la emigración; en ese momento Dolores tenía 57 años y la adoptó legalmente cuando la joven tenía 14 años. Mercedes recuerda que su tía tenía un coche Citroën muy grande y trabajadores a su cargo, entre ellos conductores el señor Reboredo que era de Moraña.

Dolores siguió viviendo con su hermano y crió a Mercedes como una hija: "Le gustaba salir a comer fuera y era una persona generosa", recuerda su sobrina nieta e hija adoptiva. Cuando ya no estaba en condiciones de conducir dedicó su tiempo a administrar sus inversiones en pisos y propiedades que tenía alquiladas. Fue original hasta para permanecer soltera porque en aquellos tiempos era una decisión poco frecuente, por las convenciones sociales de la época y, aunque tuvo pretendientes a lo largo de su vida, ella se había mentalizado que con la falta de la pierna iba a vivir su vida sin depender de un hombre, cuestión que suplió con el cariño de su hija: "La casa siempre llena de familiares y amigos", recuerda Mercedes.

Entre los coches que recuerda Mercedes que tenía destacar un Peugeot, Citroën, un SEAT 127, pero el único que conservó siempre fue un SEAT 800 cuatro puertas En una entrevista en 1963 en El Pueblo Gallego, en el que era noticia ese mismo día de San Cristóbal era que una mujer alemana tuviera coche en Vigo, Dolores reconocía que trabajaba sin descanso todos los días de la semana y no se sentía discriminada por ser la única mujer al volante en un taxi, que nunca le dejaron propina y que ya había recorrido miles de kilómetros trabajando. Hasta pasados los ochenta, Dolores todavía tenía carnet y se resistió a dejar el coche hasta que tuvo su primer accidente sin mayores consecuencias.

Dolores falleció en Pontevedra el 15 de septiembre de 1996 con noventa y tres años después de unos años en los que debido a una demencia senil precisó de cuidados especiales en una residencia. Su nieto Jano García sigue la estela de su abuela como emprendedor y acaba de inaugurar el único centro de psicología de Monte Porreiro. Quede aquí un pequeño recuerdo de una mujer decidida y valiente que se abrió paso en una sociedad muy diferente a la nuestra a base de perseverancia y sacrificio.

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