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El último virrey de Pontevedra

JOSÉ SARMIENTO de Valladares nació en San Román de Saxamonde, en Redondela (Pontevedra), y fue bautizado el 4 de mayo de 1643. Hijo de Gregorio Sarmiento de Valladares y Juana Sarmiento Niño, que eran primos y Señores del Coto de Saxamonde. Fue el último virrey de la Nueva España, de 1696 a 1702, bajo el reinado de los Austrias.

Se casó dos veces: la primera con la III Condesa de Moctezuma, María Jerónima Moctezuma Jofre de Loaisa, nieta de un biznieto de Moctezuma Xocoyotzin, Emperador del Imperio Azteca, y tras enviudar se vuelve a casar con la Condesa de Sessa, María Andrea de Guzmán y Dávila, en 1694, también descendiente de otro virrey.

El virreinato de Nueva España se creó en 1535 y terminó en el siglo XIX. Se dividía en reinos y capitanías para gobernar las posesiones de España en Centroamérica, Norteamérica, Asia y Oceanía. A Sarmiento lo nombran virrey de la Nueva España el 18 de diciembre de 1696 y se traslada a México con su segunda mujer, con las dos hijas de ella, y un hijo del propio matrimonio.

A su llegada a México, de incógnito en diciembre de 1696, se encuentra con un país sumido en la pobreza por las terribles inundaciones, porque coincide con un año en el que el fenómeno de El Niño causó estragos en el país, de hecho ese mes se paseó por segunda vez al Santo Cristo de la Columna, pidiendo ayuda al Altísimo. El año siguiente las lluvias también fueron torrenciales y catastróficas. Tomó posesión solemne del cargo en febrero de 1697, pero "al entrar por el arco de Santo Domingo lo derribó el caballo en el que venía se cayó la cabellera" ante las risas de la multitud.

La tarea de Sarmiento no fue fácil, ya que tuvo que tomar medidas de urgencia para acabar con la pobreza y el hambre. "Afrontó la inseguridad creada por los asaltantes y ladrones" con una Real Cédula en 1700 que ordenaba la pena de muerte a los ladrones, y "reactivó la actividad minera importando azogue de China por la vía de Filipinas".

Tuvo la suerte, durante los primeros años de su mandato, de que contaba con que el arzobispo de México era Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa, natural de Betanzos, que por cierto prohibió las peleas de gallos y las corridas de toros. De manera que, durante un tiempo, "en manos, pues, de gallegos estaban las riendas de los gobiernos eclesiástico y civil y militar de Nueva España".

Un reinado, el de Sarmiento, de luces pero también con sus sombras porque aprovechó su posición para saltarse varias leyes vigentes y beneficiarse económicamente con privilegios que no le correspondían. Y la responsabilidad del gran fiasco de la Batalla de Rande, en la que traían un cargamento de la Flota de la Plata, según carta del secretario gallego de Sarmiento, Benito Santana, en los que relata la "verisima relación de los hechos acaecidos en la batalla del estrecho de Rande en el desgraciado año de 1702", de la que se podría deducir que el hundimiento del Santo Cristo de Maracaibo cerca de la costa lo fue, pero por un sabotaje.

Con el fallecimiento del rey Carlos II de España, Sarmiento apoya la sucesión del archiduque Carlos en vez de la del duque de Berri, argumento que utilizaron sus enemigos para forzar su destitución como virrey.

Pese a esto, Sarmiento "Gobernó con crédito" hasta 1702, año en que regresó a España con la flota de Rande, y se le reconoce su trabajo con el nombramiento presidente del Consejo de Indias y además Felipe V le concede el título de I Duque de Atrisco. Falleció en el 10 de septiembre de 1708 y un año después lo hacía su viuda.

Fuentes: Almanaque Gallego, El virreinato: Orígenes y jurisdicciones, y dinámica social de los virreyes de Jorge Ignacio Rubio Mañé, cristobal-colon.com, Gazetas de México, Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, Desastres agrícolas en México de Virginia García Acosta, La Emigración Gallega en México de Manuel Doval, mcnbiografias. com y Documento inédito sobre la batalla de Rande de La Voz de Galicia por Jorge Lamas y Fernando Bartolomé.


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