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Enrique Barreiro, una vida de película

ENRIQUE BARREIRO fue un investigador, empresario, escritor, cineasta y pintor de Pontevedra que bien merecería una gran exposición a la altura de su obra y talento.

Juan Enrique Barreiro Vázquez nace en 1899 en Pontevedra , hijo de Ramón Barreiro Barcala , fotógrafo, y Feliciana Vázquez . Era el mayor de cuatro hermanos: Carmen , que fallece joven, Ramón , fotógrafo, periodista y escritor, y Laureano , también fotógrafo que se establece en Vigo. Se casa en 1937 en San Bartolomé con Ana Adela Álvarez , hija mayor de un emigrante asturiano en Argentina, con la que tiene un único hijo, Enrique Barreiro Álvarez . Enrique tenía el don de hacer a la perfección todo lo que se proponía. En su vida destaca su pasión por el cine y la investigación sobre el soporte a color.

Su padre llega a Pontevedra desde México cuando Enrique tenía 11 años y compran el estudio de Zagala a su viuda, en la plaza de la Estrella, y allí mismo se instala toda la familia. Enrique se dedica a la fotografía por "imposición" de su padre, como sus dos hermanos, y aunque sus retratos de galería eran de una gran calidad, en cuanto puede Enrique se decanta por lo que sería su pasión a lo largo de su vida: el cine.

Así, en 1925, rueda el mediometraje "Pontevedra la cuna de Colón" , que se estrenó en el Teatro Principal en 1927, en Cinecromo , una técnica pionera de coloreado. En 1931 funda la productora Folk con la que realiza innumerables documentales sobre rutas turísticas, nuestros pueblos y costumbres, eventos deportivos y noticias de actualidad. Finaliza esta etapa con el documental "Por unha Galicia nova" , de corte galleguista y a favor del Estatuto de Autonomía , que presentó en un pase privado en el Coliseum de Pontevedra. En 1927 registra la mejora de una patente de 1925: «Perfeccionamiento en la cinematografía a colores naturales».

Sus años de trabajos e investigaciones se truncan cuando en 1936 lo detienen en su casa, e incautan y destruyen todos sus trabajos de cine, libros y escritos. Por suerte, se salvaron dos películas porque no estaban "a la vista". Lo trasladan a la isla de San Simón sin saber por qué estaba detenido. Tal vez porque Enrique era libre pensador, amigo de republicanos, galleguista, profundo, reflexivo e inquieto, cualidades que "en aquellos tiempos" eran todo un peligro para el orden establecido. Tanto es así que consta en informes policiales como un «señalado» por el régimen franquista como tantas otras personas acusadas sin culpa ni pecado. En su celda de la isla vivía con la angustia de ver desaparecer a sus compañeros de prisión, que terminaron en el fondo de la ría sin juicio ni defensa. Queda en libertad "por los pelos" gracias a las gestiones de su buen amigo Daniel de la Sota .

En 1939 y 1940 registra las patentes Ebacromía y la de un estereoscopio, que tardaron años en concederle. Se traslada a Madrid en 1940 y abre un laboratorio fotográfico en la calle Santa Bárbara . Un año más tarde hace los primeros ensayos en Yuxtacolor , técnica basada en tres colores sólo mejorado por el tecnicolor, que patenta dos años más tarde, por lo que se puede afirmar que Barreiro fue uno de los inventores del cine en color.

En su etapa madrileña se llega a empeñar para poder construir sus propias máquinas para continuar con sus investigaciones, pero la enfermedad de Ana, su mujer, en 1954 hace que regrese a Pontevedra y que abandone definitivamente el cine. En su etapa pontevedresa se dedica nuevamente a la fotografía y a la pintura. Famosos son sus retratos al óleo y crayón, de personajes ilustres y de señoritas y señoras de Pontevedra, entre los que destaca el de la doña Sagrario , viuda de un carabinero que era conocida por su vestuario y el intenso maquillaje de su cara, y se descubre también como un pintor excepcional.

Como escritor destacan dos obras inéditas de carácter filosófico «El hombre ante sí» y «El hijo del hombre» inspirado en las Sagradas Escrituras que no se atrevió a publicar en su momento por apartarse de la ortodoxia religiosa y por lo costoso de su edición. Recibe el Premio Ciudad de Pontevedra en 1979, en reconocimiento a su trayectoria profesional en el campo de la fotografía y el cine. Fallece el 27 de febrero de 1984 en Pontevedra, después de dedicar toda una vida de lucha e investigación que le llevó hasta el terreno espiritual. Un hombre excepcional cuya vida y obra debería ser objeto de mayor reconocimiento y divulgación .

Fuentes: Enrique Barreiro Álvarez y hemeroteca.

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