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Genaro Pérez Villamil, el genio del paisaje

Si Manuel Quiroga fue el músico más importante a nivel internacional de Galicia, con Genaro Pérez nos encontramos con el mismo caso: dos fenómenos del arte que triunfaron más allá de nuestras fronteras.

"Estudiaba de visu paisajes y monumentos con rigor y minuciosidad ejemplares, comparables a los que moverían los lápices de un arqueólogo, hube de anhelar conocer los cuadernos de viajes a Galicia, su patria", así lo recordaba Sánchez Cantón. En la prensa, a los sesenta años después de su muerte Payo Fray se lamentaba del olvido de este excepcional artista. Olvido porque su obra no ha calado entre los gallegos: su nombre, en general, a pocas personas les suena.

Genaro Pérez Villamil y Duget nació en Ferrol el 3 de febrero de 1807 y fue un pintor, escenógrafo, decorador e ilustrador de libros y revistas. Se trasladó a Madrid para estudiar literatura en San Isidro del Real, pero en 1823 abandona los estudios y se incorpora al ejército con 16 años para combatir en el batallón conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis en defensa del Antiguo Régimen; en la refriega cae prisionero de guerra y lo trasladan a Cádiz. Durante las largas horas muertas del presidio estudió pintura: "los ocios de la cautividad le permitieron entregarse al estudio de la pintura".
Playa de Bueu en la Ría de Pontevedra. Para Milagros Bará 17/12/17
A los 20 años abandona el ejército cuando ya era oficial del Estado Mayor y a partir de ese momento se dedica a pintar: "era un muchacho que prometía mucho". Trabajó con materiales como el óleo, carboncillo o acuarela y su formación fue de un auténtico autodidacta.

Viajó a Puerto Rico para cumplir con compromisos de trabajo y a su regreso a España, después de cosechar un enorme éxito en las américas. Se decantó por su característico estilo romántico cuando conoció en Sevilla en 1833 al pintor escocés David Roberts: "sucesivamente es nombrado profesor de la escuela de arquitectura, académico de Bellas artes, pintor de cámara de S.M. y el 2 de febrero de 1845 alcanza los honores de director de la real academia de San Fernando".

En 1840, durante la regencia de Espartero, se autoexilia en Francia y publica en París el libro de litografías de sus viajes La España artística y monumental. en una de sus estancias en el país galo para exponer en el Salón de París recibe los elogios del escritor Charles Baudelaire.

El 26 de julio de 1845 el Conde de Goblet, ministro de negocios extranjeros, le comunica desde Bruselas: "Tengo la honra de participaros que el rey, mi augusto soberano, deseando daros un testimonio de benevolencia y reconocer los servicios que habéis prestado á las artes por medio de la publicación del gran repertorio titulado La España artística y monumental, de que sois autor, acaba de nombraros, á propuesta del ministro de lo interior y mia, caballero de la real orden de Leopoldo".

En 1847 era titular de la cátedra de paisaje en San isidro. "Villamil es un artista panteísta, como le llamaba Madrazo. en sus grandiosas composiciones, lo abarca todo con si igual pasión. Mares, montañas, puertos, monasterios, castillos, todo desfila por sus obras dejando un aroma de delicada poesía", amigo de escritores y poetas algunos le dedicaron poesías entre ellos José Zorrilla, José Espronceda o Ángel de Saavedra (Duque de Rivas).

Uno de los poemas dedicado por Zorrilla a Villamil en 1837 es el que sigue: "Se ven oscilar tus lienzos,/ del crudo viento impelidos,/que por los vidrios hendidos/penetra inquieto hasta aquí./estos retratos colgados,/que unos con otros se chocan,/son escudos conquistados/y blasones para ti".

Los cuadernos de pintura que menciona Sánchez Cantón los realizó Villamil en sus viajes; en uno de ellos llegó a Pontevedra, en concreto el 15 de septiembre de 1849. aquí plasmó unos catorce dibujos de monumentos de la ciudad y alrededores, contando con el de Bueu y los dos de San Xoán de Poio. Bocetos del convento de San Francisco, el de Santa Clara, las ruinas de Santo Domingo o el roble de Santa Margarita. Todo un lujo para nuestra ciudad, porque sus cuadros se guardan en los mejores museos y colecciones del mundo: Bélgica, Francia, Alemania o inglaterra.

Un hombre ocupado y preocupado desde su puesto en Madrid por la salud del arte y los artistas en galicia, para ello propuso la creación de una Academia de Bellas Artes en A Coruña; en otro proyecto "propone la formación de un comité encargado de inventariar y velar por la conservación de las riquezas arqueológicas y artísticas de Galicia".

A lo largo de sus 22 años dedicado a la pintura deja la enorme producción de 8.000 cuadros y 18.000 apuntes y bocetos. Falleció el 5 de junio de 1854 en Madrid "colmado de honores cruces y encomiendas, llovieron sobre él desde la legión de Honor hasta la de Carlos III".

Villamil forma parte de los dibujantes que dejaron testimonio gráfico de monumentos que hoy conocemos incompletos o han desaparecido, como los pontevedreses: Enrique Campo Sobrino, Carlos Sobrino Buhigas o de Celso García de la Riega. En el Museo de Pontevedra se conservan unas setenta obras, algunas de ellas son apuntes.

Fuentes: El pintor Villamil en Pontevedra de Sánchez Cantón, Dibujos pontevedreses de Pérez Villamil de José Filgueira Valverde, El Guardia Nacional, Vida Gallega, Diario de avisos de Madrid, el Correo Gallego, La Noche, El Tiempo, Museo del Prado y Museo de Belas Artes de a Coruña.

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