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Ignacio García Otero, un xeiteiro de A Moureira (I)

Ignacio García Otero, el Bujías, defendió los derechos de los pescadores, su vida estuvo relacionada siempre con el mar y forma parte de una saga de pescadores de A Moureira
Cuatro de los hijos de Ignacio García Otero y Teresa Palmás. ARCHIVO GARCÍA PALMÁS
photo_camera Cuatro de los hijos de Ignacio García Otero y Teresa Palmás. ARCHIVO GARCÍA PALMÁS

Dos de los barrios más emblemáticos e históricos son O Burgo y A Moureira, este último un barrio de pescadores y peiraos que marcaron el rumbo y riqueza de la ciudad de Pontevedra. Conocido popularmente con el apodo de Bujías, que se hizo extensivo a toda su familia directa, Ignacio era un reputado patrón de pesca, xeiteiro (jeiteiro) de A Moureira.

Ignacio Ruperto García Otero nació en Pontevedra el día 2 de octubre de 1851 y fue bautizado al día siguiente en Santa María La Mayor. Hijo de José García Aboal y de Josefa Otero Redondo, vecinos de As Corbaceiras.

Teresa Palmás, esposa de Ignacio García Otero. ARCHIVO GARCÍA PALMÁSSe casó con Teresa Palmás Vidal, hija de Martín Palmás Landín y de Manuela Vidal García. El matrimonio tuvo 14 hijos, Carolina Eulogia, Ubaldo Eloy, Isidro Erasmo, Manuel, José, Micaela Avelina (casada con Manuel Francisco Telles, propietarios de El castaño), María de las Mercedes y Josefa (casada con Vicente Barcia Solla), y entre los fallecidos prematuramente Rosalía, Luis Martín Peregrino, Sebastián, José Ramón, Sara y Maria de los Dolores.

Una familia que durante generaciones se dedicó a la pesca, como casi todos los vecinos del barrio de A Moureira, y que dejó a tantas viudas con hijos a su cargo. La residencia familiar de la familia García Palmás fue siempre en el número 11 de la Rúa de la Paja, en La Alameda. En 1886 se declaraba un incendio en casa de la cuñada de Ignacio García Otero, Sebastiana Palmás, en el 22 de la "calle de abajo de As Corbaceiras, viuda de marinero y con dos hijos. Lo perdieron todo pero, por fortuna, no hubo que lamentar víctimas.

Su nieta Carmen Barcia García, casada con Manuel Fariña García e hija de Vicente y Josefa (Josefa se quedó pronto viuda con cinco hijos), recuerda cuando en el barrio se hacía la salazón y vendían en la Plaza de Abastos sardiña, xurel y xouba. Carmen explica también el origen del apodo familiar de Bujías: "El apodo de Bujías se debe a que su abuelo, Ignacio García Otero, viajaba mucho a A Coruña en carro de caballos para la búsqueda de bujías para los barcos de Pontevedra. En uno de los viajes a esta ciudad fue asaltado y le robaron el dinero que llevaba para comprar y cuando llegó a la ciudad herculina un conocido de Pontevedra que allí vivía le ofreció protección en sus viajes para que no le volviera a ocurrir".

Cuatro de los hijos de Ignacio García Otero y Teresa Palmás. ARCHIVO GACÍA PALMÁS

Ignacio fue tesorero del Gremio de Mareantes de Pontevedra desde 1876 hasta 1880 y de 1894 a 1895, vicepresidente de 1899 a 1900 y de 1902 a 1903 Presidente del Gremio, según acredita la propia sociedad gremial. En 1915 fue elegido como vocal de la Junta de Gobierno de la Congregación de San Roque, presidida ese año por José Gómez Neira.

En 1901 con motivo de la visita a Pontevedra del Ministro de Marina, Cristóbal Colón de la Cerda y Gante , XIV duque de Veragua, Ignacio García Otero tomó la palabra a las diez de la mañana en la Diputación con un grupo de pescadores que portaban el estandarte del Gremio de Mareantes de Pontevedra, "exponiendo al Ministro, con todo lujo de detalles, la precaria situación de la clase á la que pertenece y la ruina que causa en el mar el moderno procedimiento de pesca de combate, y que únicamente sirve, como decía, para desarrollar más y más la ambición de los poderosos en contra de los pobres que son los más añadiendo que hasta aquí todas las fábricas han subsistido y sus propietarios se han enriquecido con la pesca del jeito y únicamente una desmedida ambición les lleva á defender las modernas artes". Estaban presentes los diputados Vincenti y Augusto González Besada, además del diputado provincial Álvarez Jiménez y el catedrático Vázquez Limeses; el ministro se desplazó después a Marín. García Otero pedía que el arte de pesca de "a traiña", "pesque, no dentro de la ría, sinó en la mar, fuera de las islas Cíes, Ons y Sálvora, limitaciones señaladas por la propia naturaleza". Como anécdota comentar que García Otero se acercó al ministro y "Arrodillose humildemente á los piés del Consejero de la Reina, pero este hízolo levantar". El ministro pidió que se disolviese la manifestación de barcos del xeito en Cangas por este motivo, cuestión que fue atendida por los pescadores. Después, el duque de Veragua se acercó al muelle de Pontevedra, «rodeado de una multitud de mujeres y niños que daban vivas al jeito y mueras á la traiña», lo mismo pasó cuando visitó el puerto de Bueu.

Ignacio en 1913 formó parte, como presidente, de la Comisión del Gremio de Mareantes creada para estudiar y cambiar el reglamento del Gremio de Pontevedra y los puertos agregados de Lourizán, Campelo y Combarro, en la que también estaban Crespo, González, Abelleira, Uzal y Castro Fernández.

Ignacio falleció de manera repentina en Pontevedra a los 64 años el 16 de diciembre de 1916 a las doce de la mañana. Su fallecimiento fue muy sentido y los funerales se celebraron al día siguiente a las nueve y media en Santa María. "Las simpatías que gozaba el finado, así como de las que disfrutaba también su familia, han quedado bien demostradas en la tarde de ayer con el numeroso acompañamiento que siguió los restos mortales del Sr. García Otero", acompañado por una multitud y autoridades de la ciudad, pese a llover torrencialmente. explicaba El Progreso.

Un hombre muy respetado del que no hemos localizado ninguna fotografía, por eso desde aquí me gustaría hacer un llamamiento, porque a buen seguro que alguien tendrá alguna.

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