«A los hombres de estas rías que hallaron gloria por los caminos del mar» son las palabras de Amancio Landín que podemos ver esculpidas en piedra en el monumento en homenaje a los navegantes de Pontevedra, situado al fondo de las palmeras, semioculto y casi olvidado.
Hace poco José Benito García me recordaba la entrevista a Amancio Landín, publicada en la revista Nodales sobre el monumento en cuestión, en la que cuenta que la idea fue del propio Landín que se lamentó en la prensa sobre el «olvido en que Pontevedra tenía a sus más notables navegantes y descubridores». Recogió el guante el gobernador civil de Pontevedra Rafael Fernández Martínez en 1959 y el proyecto se puso en marcha con la colaboración de Sebastián García Ramírez presidente del Gremio de Mareantes.
La hemeroteca de la época lo describe como una obra de «seis metros y medio por alto, cuatro de ancho, adosado a sus costados lleva un ancla de bronce», el ancla de uno de los galeones de Rande . El monumento recuerda a Paio Gómez Charino, Alvar Páez de Sotomayor, Alfonso Jofre Tenorio, Juan de Nova, Pedro Sarmiento de Gamboa, Bartolomé García y Gonzalo de Nodal , Juan de Matos, Enrique MacDonell y de Gondé, Juan Antonio Gago de Mendoza y Casto Méndez Núñez. Además «en el frontal figura grabada en piedra una carabela y en la parte baja, en hierro forjado transparente, una carta marina». Los bocetos son obra de Amancio Landín y la idea de Antonio Molins de «una peña con gaviotas» no se llegó a hacer.
Se planteó como «algo baratito» que siempre es muy del gusto de las instituciones de Pontevedra. La obra se llevó a cabo con la colaboración de Pin Malvar y, por falta de presupuesto, se quedó sin metro y medio más de altura y sin el pequeño estanque en el que se tenía que ver reflejado. La forja en hierro es del excelente escultor pontevedrés José Luis Penado.
La inauguración hace cincuenta y seis años, a las seis de la tarde del 12 de octubre de 1959, se hace coincidir con la celebración del día de la Hispanidad. Está presente el gobernador civil de la provincia Rafael Fernández y como invitados a los actos de ese día se acercaron a Pontevedra el ministro de Asuntos Exteriores Fernando Castiella y Maíz, el embajador de Estados Unidos en España John Davis Lodge, Héctor Escobar Serrano embajador de El Salvador, Octavio A. Ballarino de Panamá, José Pizarro Gavizo de Brasil, Venancio Augusto Deslandes de Portugal, Honduras, Perú y así hasta dieciocho países representados y más de veinte personalidades con cargos relevantes. Amancio Landín estaba destinado en Cartagena cuando se inauguró y no pudo asistir.
Después se acercaron al monumento de Colón, que estrenaba pedestal, y esa misma noche la Coral Polifónica de Pontevedra dio un concierto en las ruinas de Santo Domingo. La cena se dispuso en el magnífico salón de actos de la Diputación . El acto coincidía también con el cuarto centenario del cierre de bóvedas de la iglesia de Santa María la Mayor.
Al monumento original le faltan unas letras de bronce, que robaron y se sustituyeron por otras, y la cadena del ancla de la que no tenemos noticia de su paradero. No estaría mal que «alguien» pusiera una placa en el monumento en la que se honrara a sus verdaderos artífices.
Fuentes: Amancio Landín, hemeroteca, El pueblo gallego, Revista Nodales 2009 y José Luis Arellano presidente del Gremio de Mareantes.
