Blog | Crónicas y perfiles

Manuel Lago, el 'Arzobispo poeta'

Un arzobispo muy querido, comprometido con la cultura y las letras de Galicia, que llegó casi a lo más alto como dignidad eclesiástica en nuestro país, carrera truncada por su prematura muerte 

Una calle de Pontevedra recuerda a un hombre al que describían como ''afable y delicado en su trato, discreto, reflexivo y bondadoso, al momento gana las voluntades y se hace acreedor al cariño y respeto de cuantos se le acercan». Conocido también como doctor Lago por su excepcional cultura, sus últimas palabras antes de fallecer, según un testigo presencial, fueron: «Hay que unirse para defender a Galicia''.

Manuel Lago González nació en Tui (Pontevedra) el 25 de octubre de 1865 y fue teólogo, escritor, filósofo y galleguista. Hijo de José Lago Maceira y de Carlota González Fernández. Tuvo dos hermanas, Ramona y Petronila, y dos hermanos, Serafín y José, aunque menciona en su testamento a cinco.

Comenzó sus estudios de Gramática Latina el 16 de julio de 1878 e inmediatamente llamó la atención del tribunal ''por la brillantez, soltura y seguridad con que practicó los ejercicios'', y el año siguiente, ya continuando los estudios en el Seminario, obtuvo la calificación de Meritissimus, relataba El Compostelano. Entre los años 1880 y 1892 estudió tres años de Filosofía, seis de Sagrada Teología, dos de Derecho Canónico y Disciplina Eclesiástica con las máximas calificaciones. Estudió en Santiago de Compostela Lenguas Hebrea y Griega con tal celo que a los seis meses su profesor reconoció que ya no podía enseñarle más. El 26 de marzo de 1888 recibió el Sagrado Orden del Presbiterato y en abril de 1893 opositó a una canongía vacante en Tui, que obtuvo sin problema. En octubre de 1896 opositó a la canongía de Magistral en Lugo que no consiguió pero, a cambio, el obispo de Lugo le nombró su secretario de Cámara, hasta que dos años después consiguió el puesto deseado.

''Grande es su mérito científico y como hombre de letras, habla y escribe correctamente el francés, italiano y portugués: conoce muy bien el inglés, ha hecho varias traducciones en prosa y verso del alemán, entre ellas la hermosísima traducción y arreglo de Bibelcunde, que el Sr. Lago titula Manual de Estudios Bíblicos; y posee con suma perfección el latín, el griego, el hebreo y el idioma gallego'', destacaba El Compostelano. Escribió cientos de poesías en castellano y en gallego, y para muestra el principio de su Alborada: Rompe o día feiticeiro/y-o entiño brincadeiro/funga xa no piñeiral./Os cantores/Reiseñores/cantan todos po-lo val; y otros poemas como Primaveira, Xan Gallego o Frol Nova. También escribió en periódicos como El Eco del Miño (1879)o en La Integridad, El Norte de Galicia, Galicia Diplomática y Galicia Católica. En sus inicios, ''revelaba un temperamento crítico político, asistiendo a las borrascosas y zafias sesiones del municipio, convertido en covachuela de caciques y gazapera de gaznápiros que habían de heredar a viejos tiranos,... ''. Por este motivo estuvo a punto de ser encarcelado y no se le llegó a procesar por estar firmados sus artículos por el administrador del periódico. Fue representante de la Xunta Rexionalista de Tui y mantuvo contacto con Alfredo Brañas Menéndez, ideólogo del rexionalismo gallego.

En la legislatura 1914 a 1915 fue Senador por el Arzobispado de Burgos y en la de 1918 a 1919 fue Senador por el Arzobispado de Santiago de Compostela. El 25 de agosto de 1909, el Papa Pío X lo nombró Obispo de Osma, cargo que ocupó hasta 1917, cuando fue Obispo de Tuy desde esa fecha hasta 1923, momento en el que es nombrado Arzobispo de Santiago de Compostela. Fue el primer gallego en ocupar ese puesto, el de Arzobispo de Santiago, después de 150 años desde Sebastián Malvar y Pinto. Manuel Lago, aunque el nombramiento se publicó en abril de 1923, tomó posesión oficial de tan importante cargo el 1 de abril de 1924, acogido con esperanza por el galleguismo del momento. Cubría el fallecimiento de su antecesor, el Cardenal José María Martín de Herrera

Fue Hijo Adoptivo de Lugo, Presidente Honorario del Seminario de Estudios Gallegos, miembro de la Academia Literaria de Mont Real de Tolouse (Francia), Socio de Honor de la Asociación de Escritores y Artistas de Málaga y de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, y Presidente Honorario del Somatén de Cambados.

Apenas un año después de su nombramiento oficial, Manuel Lago falleció en Santiago el 18 de marzo de 1925. Un apunte destacaba que el prelado había muerto pobre, ya que sus posesiones personales no llegaban ni para los funerales. Dejó a sus dos hermanas lo poco que tenía, unos libros y deudas. Los objetos relativos a sus cargos los distribuyó de la siguiente manera: su pectoral de amatistas y un anillo de brillantes y amatistas a la diócesis de Lugo, otro anillo de perlas y amatistas a la de Osma, el báculo al Seminario de Tui y el lavabo de plata a la Catedral de Tui.

Amortajado y vestido de arzobispo en el Salón del Trono, fue velado por las hermanas de la Caridad, después en la Capilla ardiente a la vista del público para más tarde llevarlo a cuerpo descubierto de cara al público hasta la Catedral de Santiago, seguido por una multitud de personas. En Vilagarcía, ''Al acto del sepelio concurrió una nutrida representación del Somatén de Cambados, del cual era presidente honorario''. Y en Santiago se celebró el día 21 a las diez de la mañana. ''Aquel sacerdote dignísimo que dio vida con su palabra, realce con su presencia, alegría con su constante sonrisa... '', se lamentaba por su pérdida el vilagarciano Luciano Buhigas Abad (hijo de Salvador Buhigas y Esclavitud Abad). Manuel Lago fue homenajeado en el Día das Letras Galegas en 1973. Desde aquí un recuerdo al periodista y escritor tudense Alberto Estévez Piña , que ha compartido esta fotografía y que tristemente ya no está entre nosotros.

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