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La misteriosa desaparición del ‘Conde de Casa González’ (I)

Esta historia trata sobre la desaparición del hijo del II conde de Casa González en Vigo cuando era sólo adolescente, que revolucionó la ciudad, y del que no se volvió a tener noticias

Una extraña historia de la que se sabe muy poco, y las escasas fuentes existentes bailan fechas y hechos, que culminó con la misteriosa desaparición de un niño al que le correspondía, por derecho, el título de II Conde de Casa González.

La historia empieza por su padre, que fue el I conde de Casa González, José González González Pérez y Rey, de una familia sevillana que nació en Bilbao hacia 1834. Era hijo de José González Pérez de la Vega natural de Lerones (Santander), otros dicen de un rico cosechero de Jerez (Cádiz), y de la sevillana María de la Candelaria González Rey.

José González González Pérez y Rey, se casó en primeras nupcias el 19 de diciembre de 1855 con María de los Reyes de la Calzada Rodríguez, hija de un acaudalado, influyente banquero y hombre de negocios sevillano, pero la fatalidad hizo que la mujer falleciera siete meses después de la boda.

José González González Pérez y Rey pasó su juventud en Inglaterra, lo que era normal en algunas familias pudientes. Allí conoció y trabó profunda amistad con el "general Serrano, Prim, Izquierdo, Topete y Lagunero, y con los hombres más significados en el movimiento de Septiembre", se refiere La Correspondencia de España al 12 de septiembre de 1868, antecedente de la I República. Durante este tiempo no pudo regresar a España por cuestiones políticas, su padre falleció y, según las crónicas, heredó una considerable fortuna familiar.

HOTEL CONTINENTALEl título de I Conde de Casa González fue concedido a José González González por las Cortes de la I República el 10 de diciembre de 1873 (aunque otras fuentes lo datan en 1869 o 1872). Aunque durante un tiempo de este periodo se suprimieron la concesión de nuevos títulos o el uso oficial o en privado de los existentes, desde junio de ese mismo año ya se podía hacer en privado y la I República otorgó en esas fechas varios títulos de nobleza, entre ellos el de Casa González.

José Gonzalez González obtuvo una Real licencia para casarse en segundas nupcias, el 1 de mayo de 1879, con Pauline Bertha Laura Van der Vyver (Vijver), que se convirtió en la condesa de Casa González. Pauline era hija del comerciante hispano-belga Alphonso Peter Francisco Adrian van der Vyver y de la condesa francesa Pauline Maria Josephine Francisca que, al convertirse al catolicismo, cambió su nombre por el de Isabel Van der Vyver; además, era ahijada de la reina española Isabel II, con la que mantenía correspondencia. Su padre, Alphonso Peter, al no estar de acuerdo con la boda de su hija con el conde español no asistió a la boda.

El I conde de Casa González pudo viajar a España en 1883, cuando el rey Alfonso XII indultó a todos los "que se hallaban en el extranjero por causas políticas, siempre que respetaran la legalidad existente". En concreto, viajó a A Coruña, ciudad en la que su mujer Pauline dio a luz a un hijo el 13 de enero de 1883, pero ella falleció el 23 de enero de ese mismo año; por las fechas todo parece indicar que a consecuencia del parto, y su necrológica en Inglaterra hace referencia también al pueblo de Constantina en Sevilla, puede que lugar de origen de la familia paterna, según nota del Cónsul general de España en Londres Urbano Montejo en The Times. Montejo era un comerciante de Jerez, importaba vino y tabaco, que iba y venía a Londres para servir a los intereses de la I República y fue, durante muchos años, Cónsul General de España en Londres, ya con Alfonso XIII como rey de España.

Unos meses después el conde, ya viudo, llegó a Vigo con su hijo que, según testigos, tendría aproximadamente dos años. Se instalaron en la ciudad olívica y allí el pequeño fue bautizado como católico el 19 de septiembre de 1885 por Teodoro Sánchez Patiño, Arcipreste y Abad párroco Prior de la concatedral de Santa María (La Colegiata), que había sido capellán de honor de Su Majestad. Al niño le pusieron por nombre Fernando, María, Paulino, Antonio, Rafael González Van der Vyver, más conocido como Fernán Gonzalez.

ILUSTRACIÓNPadre e hijo vivieron en el Hotel Continental de la ciudad a todo lujo durante un año, pero los dineros gastados en ayudar a la causa de la I República y los gastos de estancia en el hotel mermaron de tal manera su patrimonio heredado de su padre que, padre e hijo, tuvieron que trasladarse a una humilde pensión. Embargaron los bienes de la familia para hacer frente a las deudas y demandas. Entre los efectos se encontraban las joyas de la difunta condesa y el mobiliario; y como la situación fue a peor terminaron en a una posada pública.

Para intentar solucionar su situación económica, José Gonzalez González dejó a su hijo de corta edad en la posada de La Macheta, a cargo del dueño del establecimiento Juan Correa, previo pago por adelantado de un tiempo de estancia, y viajó a Londres. La siguiente noticia sobre el padre del niño es a través de Urbano Montejo en julio de 1889 cuando anunció en Londres, por orden de José, la venta en subasta de tres cuadros a través de Wood and Kirby que se anunciaron como valiosas pinturas al óleo de viejos maestros. Unos oleos sorprendentes, ya que se trataba de La Verónica de Zurbarán (la siguiente subasta fue el 28 de octubre de 1977 en Christie’s, y adquirido finalmente, en 1980, por la Sarah Campell Blaffer Foundation de Huston), La adoración del becerro de oro de Luca Giordano (Lucas Jordán) y La Adoración del becerro de oro de Nicholas Poussine. Entre tanto, envió alguna carta a su hijo a Vigo con un poco de dinero para el posadero, pero José González murió en Londres antes de poder regresar a lado de su hijo, que siguió solo en la ciudad...

El próximo domingo, la segunda parte de La misteriosa desaparición del Conde de Casa González, en la que hijo del conde, siendo todavía un niño, desapareció de Vigo sin dejar rastro. 

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