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Nicanor Rey, el poeta errante

Un ferrolano que se estableció en Pontevedra con su familia durante décadas y cuando se trasladó a Madrid añoró la vuelta a su tierra, a la que volvió en momentos puntuales

Nicanor Rey Díaz nació en Ferrol, aunque otros le atribuyen su origen pontevedrés, o se refieren a él así. En cualquier caso, desde muy joven vivió en la ciudad de Pontevedra. Ya en 1864 una nota sobre un recital de poesía en el Teatro Liceo lo sitúa en nuestra ciudad, y con los años se trasladó a Madrid. Su madre Felipa Díaz falleció en Pontevedra el 26 de enero de 1890, "Ha fallecido en Pontevedra la señora doña Felipa Díaz, madre del redactor de El Imparcial".

Nicanor Rey por Sanmartín. GALICIA CÓMICA
Nicanor Rey por Sanmartín. GALICIA CÓMICA

Fue redactor de periódicos pontevedreses como El Progreso (1865), El Buscapié (1865-1868), La Paz (1874), y otros como El Imparcial, La Ilustración Gallega y Asturiana, Revista Galaica y La Ilustración Cantábrica. La primera vez que se presentó a un certamen fue premiado en El Liceo de Lugo en 1874 y en 1895 fue premio de Honor de poesía. Co-fundador en 1880 por primera vez, también en Pontevedra, de la Sociedad de los Juegos Florales. En 1881 fue premiado por dos composiciones de poesía en el certamen organizado por el Centro Gallego en Buenos Aires. Autor de dos obras, Una epístola y un poema, editada en Pontevedra en 1880, y un tomo de poesía editado en Madrid, Hierro y Fuego, en 1890, del que la Hoja Oficial del Lunes decía: "Contiene este libro bellísimas composiciones, cuya lectura recomendamos a las personas de gusto, en la seguridad que han de quedar satisfechísimas de los sublimes pensamientos del poeta gallego".

Se trasladó a Madrid para trabajar en el periódico El Imparcial, dirigido por el pontevedrés Eduardo Gasset y Artime. Este fichaje fue el premio al ganar un certamen poético convocado en Pontevedra en 1881 y resuelto en 1882, y que consistía en "una rosa natural, y una plaza de redactor de El Imparcial ofrecida por el Sr. Gasset, o en su lugar seis mil reales, por doce biografías a los gallegos más ilustres que florecieron en la primera mitad de nuestra centuria, al Sr. Nicanor Rey Díaz", y Nicanor eligió el puesto de redactor. "Rey Díaz fue el que logró semejante distinción del jurado calificador, trasladándose, en su consecuencia, a Madrid, y consagrándose de lleno al ejercicio de una profesión poco en consonancia con los vuelos de su inspiración poética", según la crónica de Manuel Molina Mera.

En 1883, con motivo del traslado a Lugo del traslado del oficial primero del Gobierno civil, fue nombrado para el puesto Nicanor, "laureado poeta gallego y redactor de El Imparcial".

En marzo de 1893 comenzó a publicar como colaborador en la Revista Popular , editada en Pontevedra y dirigida por Ramiro Vieira Durán, y respondía a preguntas en la sección Declaraciones íntimas, y decía que lo que más le gustaba era el estudio; lo que más detestaba era la ingratitud; lo peor, el pecado; le tranquilizaba no desear nada y su concepto sobre la sociedad, en términos generales, no era muy bueno. Nicanor definía el amor como, «la secreta y voluntaria sumisión al ser amado. Amor que tiene por base, la esperanza remuneratoria no es amor sino egoísmo». Hace unas semanas se celebraba San Valentín y aquí dejo la propia voz del poeta hablando sobre el amor: "No has muerto para mí, porque en ti vivo/Dulce enamorada prenda mía,/y fiel a tu memoria, todavía/Soy del recuerdo de tu amor cautivo./Por ti del mundo me retraigo esquivo/Y el paso llevo hacia la fronda umbría,/Donde al caer, ya desmayado el día,/Pensando en ti consolación recibo./Tan viva estás en mí, que aún me parece,/¡Oh ilusión engañosa del deseo!/Que tu muerta hermosura resplandece;/Que fija persevera mi fortuna,/Y que en mirar tu rostro me recreo/Al suave rayo de la blanca luna".

Unos meses después, en este mismo periódico, Nicanor adulaba a su jefe en Madrid y escribía: "Porque la historia registra en sus anales pocos genios que después de elevarse desde las más humildes hasta las más encumbradas posiciones, hayan creado, como el ilustre Gasset y Artime, una fuerza social capaz de influir poderosamente en los destinos de la patria". Ese mismo año, en un acto público, fue nombrado secretario del Centro Gallego en Madrid, al que se referían como La Corte, como presidente a Venancio Vázquez y Rodríguez Carracido, Varela Peón, Eduardo Vincenti y Echegaray, aunque el Centro se había constituido un año antes.

Nicanor falleció el 6 de febrero de 1899 en Madrid, lejos de su querida tierra gallega. En su necrológica, La Gaceta de Galicia decía: "El poeta Nicanor Rey Díaz, que tantos lauros conquistó en varios certámenes y cuyas delicadas composiciones revelaban los rendimientos de su alma de artista, falleció en Madrid hace pocos días. Era un hijo Predilecto de Galicia y por eso su muerte nos es doblemente sensible". El Diario de Pontevedra se lamentaba, "Nosotros unidos por vínculos muy estrechos de amistad a Nicanor Rey, lamentamos su pérdida como cosa propia y hacemos votos por el eterno descanso de su alma".

En 1922, con motivo del día de la Peregrina en Pontevedra, Gerardo Álvarez Limeses escribía sobre autores patrios: "Amado, Armesto, R. Seoane, Los Garcías de la Riega (Celso y Luis), Álvarez Giménez, Muruais, Nicanor Rey, Los Ulloas, Gaite, Octavio Lois, Pintos y otros cien, laboraban constantemente por el progreso y el prestigio de la ciudad, que tenía entonces Pontevedra -ya que no la exclusiva- la hegemonía al menos, de la prensa y literatura regionales".

Siempre Viva, 1987. GALICIA MODERNA
Siempre Viva, 1987. GALICIA MODERNA

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