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De Paula Cousiño, abogado de los Reales Consejos

Un abogado entregado a su trabajo que perteneció a una importante familia de Pontevedra del siglo XVIII
Vista parcial de la calle Cousiño en la zona antigua de Pontevedra. M. BARÁ
photo_camera Vista parcial de la calle Cousiño en la zona antigua de Pontevedra. M. BARÁ

Callejeando por la ciudad, en la zona antigua, nos encontramos con una cuyo nombre puede resultar poco conocido enmarcada entre la calle Sarmiento y Sierra. Se trata de la que lleva por nombre F. de Paula Cousiño, antigua rúa do Peixe Fritido o Fidalgos. Una calle estrecha, de edificaciones bajas y con el encanto de un trazado medieval que nos lleva hacia el río, en donde existía la Porta da Ribeyra que daba acceso a la ciudad desde la antigua muralla.

El apellido Cousiño se dividió en dos ramas: una en Portugal, con Vasco Fernandes Coutinho señor de Couto de Leomil; y otra en Galicia, que se remonta a 1597 y que pasaría a Chile de la mano de Juan Antonio Cousiño Orge (casado en Lota en 1766). Los Cousiño de Pontevedra tenían un escudo de armas idéntico al portugués con cinco estrellas de gules con ocho puntas, espadas en campo de oro, yelmo de caballero, plumas, lambrequines de oro, y gules y su zona de influencia había estado en Ponte Caldelas y Caldas a través de comendadores. La familia fue propietaria de diversas casas solariegas, una de ellas en la ciudad de Pontevedra en la que se podía ver en el pórtico el escudo de armas.

Francisco de Paula Cousiño García de Barros y Sarmiento nació en Pontevedra en 1748 en la calle que hoy lleva su nombre. Hijo de Roque Jacinto Cousiño Figueroa, natural de Ribadavia y abogado de los Reales Consejos, y de la pontevedresa Gertrudis Vargas y Sarmiento, otros documentos refieren el apellido de su madre como García de Barros Alemparte y Sarmiento, que fueron propietarios de la Granja de Santa Margarita.

Tuvo por hermanos al Ldo. José Vicente Cousiño García de Barros, Señor de la Casa y torre de Barral (Caldas), Jacinto Bernardo Cousiño García de Barros y Catalina de Rizis Cousiño García de Barros. Francisco era nieto de María Bernarda Sarmiento, hermana del prestigioso escritor pontevedrés Fr. Martín Sarmiento.

Francisco estudió en la escuela en el convento de Santo Domingo de Pontevedra Latinidad, Retórica, Poesía y Griego. Escuela en la que el pontevedrés Fr. Tomás de Sarria fundó dos cátedras, una de Filosofía y otra de Teología Moral, y en 1679 bajo su mecenazgo amplía las dependencias del convento para acomodar mejor a los alumnos. Francisco, posteriormente, complementaría su formación con estudios de Filosofía durante dos años en dicho convento. En 1775 se trasladó a Santiago de Compostela para continuar su instrucción como abogado en la Real Universidad Literaria que terminó con aprobado nemine discrepante, que viene a ser por unanimidad, sin oposición.

Así pues, Francisco posiblemente comenzaría a ejercer como abogado en la ciudad de Santiago. Para ello tenía que ser admitido como abogado de los Reales Consejos para lo cual tenía que documentar su formación como letrado además de merecimientos, pasado familiar y personal sin tacha, y pruebas para poder ejercer ante los Tribunales. Una cualificación reservada a unos pocos que pertenecían a clases acomodadas y que obtuvo Francisco.

Cousiño regresó a Pontevedra en 1789, según relata el mismo en un escrito oficial y lo mismo expresa en otro documento oficial, pero en la fecha de 1808. Aquí ejerció de juez de la villa, pese a sus reiteradas reticencias, y se convirtió en un personaje querido y respetado porque era eficiente, justo y desinteresado. Permaneció en nuestra ciudad durante la Guerra de la Independencia, consecuencia de la invasión francesa. Eran alcaldes de la ciudad entonces Antonio Arias Teixeiro e José Ramón Franco. Durante este periodo se implicó a fondo en la entrega de desertores a las autoridades y en perseguir a malhechores y contrabandistas. Además usó su influencia para reformar el hospital destinado a militares enfermos.

Es autor de un manuscrito de casi doscientas páginas parece que con la intención de redactar una biografía de su tío abuelo el pontevedrés Fr. Martín Sarmiento que donó a la Universidad de Santiago en su testamento. El 13 de mayo de 1811 fue elegido por la Junta electoral de Santiago para el importante cargo de representante del Reino de Galicia, algo así como un diputado autonómico de hoy. Una reforma en 1833 eliminaría definitivamente la Junta del reino y también con el Reino de Galicia. Para ello tuvo que presentar una innumerable cantidad de documentos sobre sus ascendientes, nacimientos y matrimonios familiares.

Entre 1815 y 1816 el colegio de de Abogados de Madrid le requiere los certificados de matrimonio de sus abuelos, que no había presentado, ya que era una manera de garantizar documentalmente la nobleza de sus ancestros y para ello comparecen diferentes vecinos de la villa de Pontevedra: "Que según tiene oído a varias personas del País no duda que el pretendiente es de familia honrada de sana conducta política, sin nada que indique infamia ni haber sido procesado criminalmente", una especie de declaración de penales de la época tanto para ejercer la abogacía, como para pertenecer a la Junta del Reino de Galicia.

En el archivo de la Universidad de Santiago apareció su testamento en 1826, datado el 29 de diciembre de 1821, cuyo fin era anular los anteriores y dejar clara su última voluntad en el que detallaba que: "estando como estoy enfermo, pero en mi entero y cabal juicio", y prosigue, "Así mismo declaro que tengo diferentes cartas originales y otros papeles eruditos de mi tío el Rmo. P. Sarmiento, como así bien muchos apuntes para la historia de su vida, los cuales mando que se reúnan y dirijan á la Universidad de Santiago, con la precisa obligación de que se han de tener encuadernados, colocados en la Biblioteca pública y si no se cumpliese con esta condición, se sacarán y entregarán en Madrid en la Academia de la Historia". Gracias a esta previsión hoy disponemos de documentos que pertenecieron al P. Martín Sarmiento, entre ellos 91 cartas autógrafas, lo que le convirtió en uno de los importantes mecenas del Archivo de la universidad.

Francisco de Paula falleció en 1821 y por lo que refieren sus documentos permaneció soltero toda su vida.

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