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Pontevedra, el Albariño y los romanos

Un estudio de relevancia internacional apunta a que el Albariño pudo cultivarse ya en la época de los romanos en las Rías Baixas y los interesantes hallazgos de semillas en O Burgo de Pontevedra datados en la Edad Media.

EL VINO ha sido todo un símbolo desde tiempos inmemoriales que ya se menciona innumerables veces en la Biblia. Un bien muy preciado a lo largo de los siglos y que en la actualidad se ha convertido en un bien de consumo muy preciado y popular. En las Geórgicas publicadas en el 29 a. C., existe un interesante pasaje, el cultivo de la vid y del olivo, en el que se enumeran las variedades y sus características cultivadas en la época.

Hace unas semanas se ha publicado un interesante estudio Morphometric comparison of current, Roman-era and medieval Vitisseeds from the north-west of Spainen en la prestigiosa revista The Australian Journal of Grape and Wine Research (2020) realizado por María del Carmen Martínez, investigadora del CSIC en la Misión Biológica de Pontevedra, que fundó y dirige el grupo de viticultura de dicho centro, y el Departamento de Historia de Universidade de Santiago de Compostela, en el que se concluye que "el Albariño de las Rías Baixas, pudo haberse cultivado ya en la época romana". Los romanos eran muy gourmets e importaban lo mejor desde territorios remotos de toda Europa.

"Se estudiaron semillas procedentes de tres yacimientos arqueológicos de época romana y medieval de Galicia (Noroeste de España) y se compararon con semillas actuales de variedades de cultivo tradicional (Vitis vinifera subsp. sativa) en distintas zonas vitivinícolas gallegas y con las de las vides silvestres (V. vinifera subsp. sylvestris) procedentes de diferentes partes de España", explica Carmen Martínez, entre ellas la del yacimiento arqueológico de O Burgo de Pontevedra estudiado, entre otros, por el arqueólogo Andrés Teira-Brión, investigador del GEPN especializado en formas de producción agrícola antigua en la península.

Carmen Martinez explica que, "Se midieron diversos parámetros como la longitud y anchura de las semillas, calculando posteriormente varias relaciones a partir de estos parámetros base. Los resultados mostraron que algunas semillas procedentes de restos arqueológicos eran morfológicamente muy similares a las de ciertas variedades cultivadas actualmente e incluidas en este estudio. De hecho, las semillas de la variedad Albariño mostraron características morfométricas muy similares a las semillas encontradas en los sitios romanos y medievales".

El estudio incluyó semillas y plantas de toda Galicia existentes en la actualidad, algunas de ellas cultivadas desde muy antiguo en lugares muy próximos a las zonas donde fueron encontradas las semillas medievales y romanas en un estudio realizado por arqueólogos de la Universidade de Santiago de Compostela en tres yacimientos concretos: uno en O Areal en Vigo (romano), otro en Reza Vella (sin datación época romana) en Ourense y, por último, en Pontevedra en el yacimiento de O Burgo en un estrato medieval, que formaba parte del lecho del río y en el que estaba situado el puerto.

Determinaron por sus características inconfundibles que eran semillas de vid, en concreto de Vitis vinífera y se compararon parámetros entre las semillas de las actuales variedades y las de los yacimientos. En dos o tres casos las arqueológicas y la cultivadas actuales están muy próximas por sus características. Es de enorme importancia ya que todos los indicios parecen indicar que es posible que ya los romanos en Pontevedra produjeran Albariño. No está claro si se comercializaba el Albariño a través de los puertos, pero lo que sí se puede afirmar es que parece que ya existía y se cultivaba.

Esto nos lleva siglos atrás con respecto al mito desmontado por los análisis incontestables de ADN que descartan de manera categórica que fuera introducido en Galicia por los monjes de Cluny o que hubiera llegado desde las orillas del Rhin. "La clave ahora va a ser poder extraer el ADN de las semillas de los yacimientos estudiados", comenta Carmen; cuestión que no es fácil ya que tendría que ser en un laboratorio en el que no se hayan hecho este tipo de análisis para no generar contaminaciones cruzadas entre lo antiguo y lo nuevo.

En lo que se refiere a los hallazgos en O Burgo de nuestra ciudad, Andrés Teira-Brión, especializado en arqueobotánica, explica que las semillas fueron aportadas por la empresa pontevedresa A Citania Arqueoloxía en 2007, bajo la dirección de Xurxo Constenla Doce, y se encontraron en el antiguo peirao medieval, que posteriormente se retranqueó. Para Teira "lo interesante, aunque no se sabe seguro, es que posiblemente estas semillas podrían ser de cuando se comerciaba con vino en barcos desde Pontevedra"; a saber, Caiño blanco y otras variedades de la zona, que se trasvasaban de unos barriles a otros para embarcar desde el puerto pontevedrés hasta el Cantábrico, Francia, las islas británicas o Flandes. Este material en concreto está datado con Carbono-14 entre los años 1280-1395.

Teira destaca la importancia de la colaboración en arqueología ya que cuantas más disciplinas intervengan en el estudio de estos hallazgos mejor sabremos cuales eran los usos y costumbres de la época. Participaron en este interesante estudio S. Boso , P. Gago , J.L. Santiago, A. Teira-Brión , M. Martín-Seijo, J. Rey-Castiñeira, R. Ocete, C. Ocete y M.C. Martínez.

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