Blog | Crónicas y perfiles

Prudencio Otero, con Pontevedra en el alma

Prudencio Otero Sánchez nació en Pontevedra en 1847 y fue un prolífico escritor, político conservador y defensor de la tesis gallega del origen de Cristóbal Colón, ya que tomó el testigo de Celso García de la Riega.

Prudencio se casó con Balbina Rúa Montenegro y el matrimonio tuvo dos hijos, José Gregorio y Fausto Bernabé Otero Rúa. Fue padrino de boda en 1927 de su nieta, María Luisa Otero Bermúdez de Castro, que se casó con Calixto González Besada Rodríguez, ayudante de Obras públicas en la Junta del Puerto de Vilagarcía. Prudencio estaba emparentado con la familia González-Besada, Valle-Inclán, Isidro Puga o García Tuñón.

Prudencio Otero, 1920. VIDA GALLEGA
Prudencio Otero, 1920. VIDA GALLEGA

En 1882 Carlos Gastañaduy y Prudencio Otero solicitaron la licencia para un tranvía de vapor, y en 1887 se procedió a una subasta a la que sólo se presentaron ellos. Obtuvieron sin mayor problema la licencia de construcción y explotación, aunque tras estas personas ya estaba el marqués de Riestra. Uno de los motivos del interés por el tranvía era llegar hasta los muelles del puerto de Marín para la carga y descarga de la mercancía de los barcos. El 10 de abril de 1907 la concesión del Tranvía a vapor de Pontevedra a Marín pasó a manos del industrial e inversor José Riestra López (marqués de Riestra), con Alejandro Mon Landa, abogado y político, y Gaspar Massó Ferrer, gerente de la sociedad Massó Hermanos. Participó empresarialmente en el Balneario de A Toxa y en la empresa eléctrica de Pontevedra, entre otros muchos negocios, asociado con José Riestra López; y en otros de manera independiente. Fue presidente en dos ocasiones del Liceo Casino de Pontevedra, la última en 1921.

En 1898 fue elegido Diputado Provincial en Pontevedra por el distrito Caldas-Cambados, y en abril de 1904 fue designado vicepresidente de la Comisión provincial. En 1904 era agente en Pontevedra de la Compañía de las Mensajerías Marítimas con América que zarpaba del puerto de Marín y también transportaba pasaje: "Las comidas siempre con vino y pan fresco son inmejorables y el trato superior á todo". En 1921 inauguró en As Corbaceiras un taller para motores de barcos y coches que estuvo en activo apenas unos años.

En 1919 formó parte como vicepresidente del Comité pontevedrés de Colón español, en cuya junta directiva se encontraban Santiago Riestra Calderón, como presidentes honorarios la condesa de Pardo Bazán, Ricardo Beltrán y Rózpide, y como socios honorarios, entre otros, Ramón María del Valle-Inclán, Jaime Solá, Manuel Quiroga Losada, Marcelo Macías, o Leopoldo Eijo obispo de vitoria. En 1922 publicó el libro España, patria de Colón, que es un libro rico en alegatos, fotografías y documentos, escribía el italiano Renzo Massarani. Prudencio tomó el testigo de De la Riega, que fue el primer historiador que "proclamó a España como patria del navegante", y en concreto a Pontevedra.

En julio de 1925 el Ayuntamiento de Pontevedra se reúne a petición de Enrique Zás, defensor de la tesis de Colón español, para valorar la construcción de un monumento dedicado al descubridor del Nuevo Mundo en Pontevedra. Zás escribió a Prudencio Otero en nombre de la colonia americana, y sobre todo la cubana, diciéndole que quería que la construcción del monumento comenzara en agosto de ese mismo año. Al acto de inauguración vendrían el propio Enrique Zás, el escritor inglés William Nasch, la Casa de Galicia en Madrid y representantes de las casas gallegas de América.

En 1926 Prudencio fue elegido presidente del Club local Eiriña F. C. acompañado en la directiva por Joaquín Poza Juncal de Vicepresidente, Bernabé Ruíz como secretario, Germán Adrio, Raimundo Casqueiro, Sebastián Blanco, Antonio Tapia, Arturo Paradela y Constantino Vilela.

Viajó a América en marzo de 1927 por asuntos personales. Un mes después, en abril, ya en Pontevedra Prudencio fue el asesor de contenido de la película de Enrique Barreiro Pontevedra, cuna de Colón, "la película se probó ya en la finca Monteporreiro con el magnífico aparato que en ella tiene don Casimiro Gómez". Su actividad era frenética y en agosto de ese mismo año Prudencio presentó sus investigaciones a un concurso de trabajos que versaban sobre la patria de Colón, convocado por el rotativo ABC a nivel nacional. Estaba dotado con un premio de 50.000 pesetas para quien demostrara con su trabajo el origen español del Colón. A esta convocatoria también anunció la presentación de su estudio el coronel inglés Mr. Mansfield "que pasó un año entre nosotros, ha anunciado al Sr. Luca de Tena que concurrirá al concurso del ABC, con un manuscrito que consta de 14 capítulos". El propio Otero escribía en El Pueblo Gallego: "Se han presentado 18 concursantes y entre los cuales se halla mi modesto trabajo. No me parece propio desflorar lo que él contiene hasta que el Tribunal internacional que se forme y que funcionará el próximo otoño, dé su veredicto".

Tan seguro estaba Prudencio que la cuna de Colón era de Pontevedra que dejó escrito lo siguiente, "Tal es la convicción de que Pontevedra fue la cuna de Cristóbal Colón, que si el Tribunal (del concurso de ABC) no tuviese el valor de declararlo así, yo moriré proclamándolo". Ya presuponía entonces que no viviría para verlo, como así fue.

Esquela de Prudencio en 1936. DP
Esquela de Prudencio en 1936. DP

Prudencio Otero falleció a los ochenta y nueve años en Pontevedra el 1 de julio de 1936. En su necrológica El Diario de Pontevedra destacaba, "En otros aspectos favoreció cuanto pudo el desenvolvimiento y progreso de Pontevedra, aprovechando sus frecuentes y dilatados viajes por Europa y América, para hablar de las bellezas de nuestra tierra e impulsar el turismo hacia ella".

Resume muy bien la personalidad de Otero la frase que lo definía como un hombre de avanzada edad con "aquel carácter que parecía renacer con cualquier motivo".

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