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El triste destino del 'Padre Fernando Olmedo'

Una calle de Pontevedra lo recuerda, porque su madre era de Pontevedra, vivió aquí con su familia propietaria de los Almacenes Olmedo, y murió de una manera que consternó a toda la ciudad y a la comunidad religiosa​
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photo_camera Fernando Olmedo antes de ingresas en la orden. DP

Una historia que vuelve a recordar los horrores de una guerra, como la que vive ahora Ucrania, que está de triste actualidad. Fernando pertenecía a una familia muy conocida de comerciantes que eran propietarios de los Almacenes Olmedo de Pontevedra.

Fernando Olmedo Reguera nació en Santiago de Compostela el 10 de enero de 1873. Hijo de la comerciante pontevedresa Elisa Reguera Estévez y del también comerciante vallisoletano Fernando Olmedo Ortega . El matrimonio tuvo nueve hijos, Constanza, Aquilino, Celestino, María de las Mercedes, Fernando, María del Rosario, José, Mariano y Leandro.

Fernando cursó el bachillerato en Santiago de Compostela, donde vivía su familia, estudios que terminó con sobresaliente en 1887. En algún momento, sus padres trasladaron su residencia a Pontevedra, a una finca en la calle Santa Clara, y él se quedó en Santiago donde terminó Derecho en la Universidad de Santiago y se licenció con 19 años, en 1892, con las máximas notas.

Cuando terminó su formación se trasladó con su familia a Pontevedra. Aquí ejerció su profesión de abogado, con el respeto de sus colegas por la entrega a su trabajo. Pero pronto se tropezó con una realidad, que chocaba con su conciencia, si tenía que defender a un culpable con todas las argucias jurídicas a su disposición: "Comprendo que esta profesión impone a veces, en beneficio del cliente, la necesidad de alterar, en tanto o en cuanto, la verdad de los hechos, desorientando con ello a la Justicia. Pero yo no me siento con fuerzas para ello, y prefiero abandonar el ejercicio de la profesión", explicaba a Prudencio Landín Tobío. Y dicho y hecho, al momento cursó la baja en el Colegio de Abogados de Pontevedra.

Fernando trabajó durante un tiempo en el comercio de su padre como contable. Además fue redactor Jefe de dos periódicos de Pontevedra como El Áncora y Pensamiento Gallego. El comercio conocido como Olmedo, dedicado al textil, estuvo ubicado entre el número 12 de la calle del Comercio y en el número 1 de la plaza de Curros Enríquez de Pontevedra, esta experiencia como contable le facilitó opositar, tiempo después, para ese puesto en la Administración.

La estancia en Madrid y una visita a Roma de Fernando supuso un cambio de rumbo importante en su vida ya que sintió que su lugar se encontraba en el seno de la Iglesia, así ingresó en la Orden de los Capuchinos en 1901 y pasó a llamarse Fray Fernando de Santiago.

Entre tanto, su padre fallecía en Pontevedra el 2 de octubre de 1903 y el comercio familiar, Olmedo, pasó a denominarse 'Hijos de Fernando Olmedo y Cía'. La empresa en Pontevedra continuó, con José, Leandro y Mariano al frente de los ya conocidos y afamados Almacenes Olmedo. Su hermano, Leandro se casó con Marina Varela Feijóo, hija del conocido empresario Saturnino Varela Sarmiento y de Gumersinda Feijoo Deira. Pero Leandro Olmedo Reguera falleció el 21 de septiembre de 1916 víctima de un accidente de tráfico en la carretera A Estrada-Cuntis cuando viajaba con su mujer e hijos pequeños; en ese momento también era concejal del Ayuntamiento de Pontevedra. Con el tiempo la empresa familiar inició una exitosa expansión, con José y su sobrino Leandro Olmedo Varela al frente, por otras ciudades gallegas y estaba presente en Pontevedra, Vigo, Ourense, A Coruña y Lugo.

Una vez ingresó en la Orden Capuchina, la carrera de Fernando Olmedo en la Iglesia fue meteórica. Ocupó diferentes cargos de importancia en Roma, allí fue Vicesecretario, pero su salud era cada vez más delicada y al cabo de unos años regresó a España. Su madre falleció en Pontevedra el 1 de octubre de 1929.

Fernando se encontraba ya en el convento de Jesús de Medinaceli de Madrid, cuando comenzó la Guerra Civil. El convento fue asaltado, y con otros compañeros Olmedo huyó por los tejados, y logró escapar del mismo con ayuda de una vecina. Fernando, con otro religioso, fue acogido en una casa particular durante un mes hasta que, a raíz de un chivatazo, fueron sorprendidos y apresados, explica con todo detalle Alberto Laguna en un artículo muy documentado en el blog Guerra en Madrid.

Y continúa Laguna con el estremecedor testimonio de Roberto, compañero de Olmedo: "Sería aproximadamente las dos de la tarde cuando se presentó un grupo de guardias y milicianos", y prosigue el relato, "Al padre le hacían muchas preguntas, y contestaba con serenidad y sin miedo. Yo creo que el padre pronto se dio cuenta que a él le buscaban para matarle. A mí me llevaron a una habitación inmediata y poniéndome el revólver en el pecho, me preguntaban por el Superior y por el dinero; pero como no sacaban nada, me llevaron otra vez donde el padre. Los milicianos le obligaron a quitarse las alpargatas diciéndole que Jesucristo fue socialista y andaba descalzo".

Los detenidos pasaron la noche en el Palacio de Villahermosa de Madrid y al día siguiente los trasladaron a los sótanos del Círculo de Bellas Artes, este fue el último lugar en el que se vio con vida al Fernando Olmedo. Su cuerpo fue encontrado extramuros del Cuartel de Montaña el 12 de agosto de 1936, explica Laguna. Sus restos descansan en la iglesia de Jesús de Medinaceli en Madrid, con otros frailes asesinados durante la Guerra Civil.

Sirvan estas líneas para recordar a un buen hombre que murió sólo por sus ideas humanistas y religiosas. La fotografía y alguno de los datos de este artículo fueron publicados en 1971 en el libro "Centenario del nacimiento. Del siervo de Dios padre Fernando Olmedo de Santiago" escrito por Crisóstomo de Bustamante.

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