La diputada autonómica Carmen Gallego , Mucha, daba voz esta semana a la guerra de guerrillas que se está viviendo en el PSdeG y, de paso, anunciaba que se autoexcluye de participar en el proceso de candidaturas. A ella le siguieron Vicente Docasar y Xosé Sánchez Bugallo .
Las declaraciones de todos ellos denotaban el enojo y el enfado de los perdedores, de los incomprendidos, de los que creen que la renovación de los partidos empieza por el prójimo y no por ellos mismos.
Carmen Gallego lleva cuatro legislaturas (16 años) en primera línea de fuego y a lo largo de estos años ha tenido que aguantar de todo, por lo que se le suponían las tablas necesarias para marcharse sin dan un portazo, anteponiendo el partido a sus aspiraciones individuales. No fue así y la exconselleira del bipartito le ha hecho un flaco favor a la formación y a sí misma ya que ha cerrado más de una puerta, aunque en política lo que hoy es negro mañana puede ser blanco y viceversa.
Aludía Carmen Gallego a una caza de brujas en el partido, algo que, en su defensa, entiendo que hizo fruto del cabreo del que sabe que no solo ha perdido una batalla sino también la guerra, pero la todavía diputada socialista me da pie para hablar sobre el macartismo, término con el que se vincula el proceso desencadenado en los años 50 en Estados Unidos por el senador Joseph McCarthy y que dio lugar a acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y a las denominadas listas negras contra personas a las que se acusaba de ser comunistas o simpatizar con el comunismo.
Los que se opusieron a las prácticas, irregulares e indiscriminadas, promovidas por McCarthy bautizaron el proceso como caza de brujas.
De aquella época es la obra de Arthur Miller Las brujas de Salem.
Horas antes de que Carmen Gallego me obligase a reescribir esta crónica, que se iba a titular El candidato, tenía pensado hablar de Xocas Leiceaga y Gonzalo Caballero , el sobrino de Abel Caballero, que apoyo abiertamente a Leiceaga en el proceso de primarias a cambio de que le hiciera un hueco en las listas.
Difícil papeleta la de Xocas, que esta semana se reunía con el barón socialista para tantear distintas opciones y soluciones.
A estas alturas, y a una semana vista de que los socialistas cierren las listas, creo que Gonzalo Caballero no tiene encaje en la de Pontevedra ni con calzador.
En el PSOE pontevedrés se da casi por seguro que Abel Losada encabezará la candidatura, salvo renuncia expresa, y que la número dos será Patricia Vilán .
Otros nombres que suenan son el de Paula Fernández , exalcaldesa de Silleda y exsenadora, actualmente en el equipo de Carmela Silva en la Deputación; Julio Torrado por Vilagarcía y Belén Louzao por A Estrada. Otro que también tendrá un difícil encaje será Pablo García , el que fuera secretario de Organización de Pachi Vázquez.
Las cosas claras
En el BNG los problemas son otros, y de ahí que no hayan tenido ninguno para designar a sus cabezas de lista. Luís Bará será el candidato por Pontevedra, relegando a Montse Prado al número dos, después de cierto debate interno. Olaia Rodil y Noa Presas , que lideraron las listas a las generales en Lugo y Ourense, volverán a ocupar el mismo puesto para las autonómicas.
Ana Pontón será la número uno por A Coruña como aspirante a la Xunta de Galicia.
En Marea
A la espera de primarias, los alcaldes de las Mareas siguen liderando el proceso de confluencia para ofrecer al electorado gallego, según dicen, una alternativa creíble.
