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Galicia, un poco más lejos de Madrid

Los últimos gobiernos socialistas y 'populares' han venido prometiendo reiteradamente que el AVE llegaría a Galicia en 2018, aunque, tras la reciente visita a la comunidad del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, parece que los gallegos vamos a tener que esperar un poco más para poder viajar a Madrid en poco más de tres horas.
Tanto José Blanco como Ana Pastor aseguraban cada vez que podían que el AVE llegaría en 2018 a Galicia. La exministra de Fomento recalcaba durante la campaña electoral de diciembre el esfuerzo inversor del Gobierno para cumplir los plazos y señalaba que se habían licitado la mayoría de los tramos, pero tras las elecciones de diciembre de 2015 el bloqueo institucional (y me imagino que también los compromisos de déficit con Europa y el incierto futuro político que sobrevolaba por Moncloa) dio al traste con los planes de Fomento al paralizarse prácticamente toda la obra pública.
Ahora el Gobierno central trabaja para intentar que la maquinaria del Estado vuelva a funcionar y se pongan en marcha los proyectos paralizados, aunque siempre mirando de reojo al déficit y a Europa, lo que, sí o sí, incidirá en los plazos del AVE a Galicia y de otras muchas infraestructuras.
Para disgusto del alcalde de la ciudad olívica, Abel Caballero, a estas alturas ya nadie se atreve a afirmar que la famosa 'Y' que partía de Ourense en dirección Santiago y Vigo se vaya a completar.

Cuadrando las cuentas
Los ‘Orzamentos’ de la Xunta no convencen a la oposición, ni a los alcaldes. La mayoría de las valoraciones consideran insuficiente la inversión del Gobierno gallego en su territorio, mientras que para los diputados ‘populares’, al menos por lo que respecta a Pontevedra, son el punto de partida para cumplir los anuncios hechos por el PP antes y durante la campaña electoral.
Algunos, como Lupe Murillo, van más allá y ya adelantan que la nueva legislatura será histórica para la capital provincial.
No lo piensan así los partidos de la oposición o los sindicatos.
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, tampoco, y ya anunció esta semana que ha vuelto a pedir una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para hablar de los proyectos que viene demandando la capital.
Todas las reacciones, tanto las de ahora como las que se produjeron cuando el Concello de Pontevedra o la Deputación Provincial de Pontevedra dieron a conocer sus cuentas, hay que entenderlas dentro del juego político, porque una vez aprobadas todo pasará a un segundo plano hasta que lleguen los presupuestos del Gobierno central.

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