Ciudadanos intenta enderezar el rumbo en Galicia y el PSdeG busca candidato a la Xunta
El galán español por excelencia, Arturo Fernández, protagonizó a finales de los 90 una serie de televisión, La casa de los líos, que hoy da título a esta crónica política que pretende contar, con humor, las vicisitudes de dos partidos, el de la rosa y el de naranjito, o lo que es lo mismo, PSdeG y C's (Ciudadanos).
Les confieso que dudé si titular El Camarote de los hermanos Marx para aprovechar y hacer un guiño al pensador socialista alemán y, por otra, al actor que tanto nos hizo reír en blanco y negro. ¿Se acuerdan de la parte contratante de la primera parte
? La política española, gallega o local a veces se parece más a una serie de televisión que a la de un país europeo, aunque algunos me dirán que tampoco son un ejemplo Portugal, Italia o los Países Bajos. Pues les diré que tienen razón y seguro que algún cronista en esos países hace la misma comparación.
Pero vamos al lío. Ciudadanos anunció hace unos días que cambiaba a sus cabezas de lista por A Coruña y Pontevedra y, claro, "se armó el Belén".
Los Ciudadanos viven en la indefinición permanente y ya nadie sabe si son de centro derecha o de centro izquierda
Antonio Rodríguez, diputado por A Coruña hasta el pasado día 3 de mayo, no entiende nada y tacha de cacicada que el partido haya nombrado a José Canedo sin consultar a las bases. Alguien debería haberle dicho a este buen hombre que tenía que haberse leído la letra pequeña.
Ciudadanos, desde mi punto de vista, tiene en Galicia un grave problema de comunicación, de argumentario y de liderazgo, y eso lo saben en Madrid.
La formación naranja, que muchas veces parece una empresa unipersonal en la que solo puede hablar Albert Rivera, ha ido creando su estructura en Galicia con personas con nula o casi nula trayectoria política, lo cual no está mal, y con otras que venían rebotados de otros partidos.
Los Ciudadanos viven en la indefinición permanente y unas veces son de centro derecha y otras de centro izquierda. Bueno, al menos, son de centro aunque nadie sabe muy bien qué es ser de centro. En el caso que nos ocupa hasta dicen ser los herederos del legado de Adolfo Suárez (UCD) y se quedan tan anchos, pero debo reconocer que esa indefinición les va bien y mientras sigan diciendo que ellos son de centro y socialdemócratas no deberían tener problema para hacerse un hueco entre PP y PSOE.
Pero sigamos, porque en Pontevedra también han cambiado su cartel electoral y ahora apuestan por una mujer, en concreto por la pontevedresa María Rey, que ha logrado consolidar su liderazgo tras la rebelión de los que decían ser las bases del partido. Otra cosa, bien distinta, será que pueda llegar al Congreso.
La familia socialista sigue dividida
El segundo de los líos lo encontramos en la familia socialista, y eso pese a que el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, Abel Caballero, realizó en las últimas semanas una gira por toda Galicia para intentar cerrar la crisis en la que vive el PSdeG desde antes incluso de que Gómez Besteiro tuviese que renunciar a ser candidato.
El próximo día 28 los afiliados socialistas elegirán en primarias al aspirante a presidente de la Xunta, entre Méndez Romeu y Leiceaga. El primero cuenta con el apoyo de Abel Caballero y sus afines, incluido Pepe Blanco, mientras que el segundo está respaldado por el aparato de la junta gestora, con Besteiro en la sombra y, según me cuentan también con Modesto Posse, senador por designación del Parlamento gallego.
No voy a entrar a valorar los méritos de uno y otro, los dos son políticos con una gran trayectoria y los dos podrían ser perfectamente candidatos a la Xunta, pero los afiliados del PSdeG tendrán la última palabra porque solo puede ganar uno, aunque ya les aseguro que después de la elección vamos a asistir al tradicional cierre de filas en un partido, el socialista, que fuera de los focos mantendrá el pulso Norte y Sur.
