Blog | Comanchería

Aprieta pero no ahoga

Imagen de la manifestación en Santiago. EFE
photo_camera Imagen de la manifestación en Santiago. EFE

Lunes


Uno de los errores que más penalizan hoy en día es el de tenérselo muy creído, da igual el qué. Uno puede creerse muy guapo, muy listo, muy bueno es su trabajo… Lo que sea, que la vida vendrá con las zarpas afiladas a ponerte en tu sitio a la mínima oportunidad. Nos ha pasado a los pontevedreses con la pandemia.

Las dos primeras olas las vimos pasar como quien ve llover por la ventana, pensando que eran otros los que corrían serio riesgo de mojarse porque aquí disfrutamos de aceras anchas, muchas hectáreas de monte, playas de arena blanca y aguardiente de varios tipos en cantidad.

Esto, que no deja de ser una caricaturización de nuestra flema llevada al extremo –pero tiene una parte de verdad–, nos animó a bajar la guardia, a perderle el miedo al virus, a pontevedrear más de la cuenta, y el resultado no se ha hecho esperar.

Nos quedan semanas muy duras por delante y ya no hay excusa para seguir pensando que la cosa no es para tanto, que lo primero es dar de beber a quien pasa.

Martes


En una de esas decisiones de difícil comprensión, la plataforma Disney + ha decidido restringir a los menores de siete años algunos clásicos como Peter Pan, Dumbo o Los aristogatos. Alegan sus responsables que en dichas obras pululan contenidos de corte racista y ya se sabe que invisibilizar el problema suele ser la primera de las soluciones para quién no tiene ninguna intención de afrontarlo, explicarlo y combatirlo.

La semana pasada, también la universidad de York tomaba cartas en el asunto -nótese la ironía- retirando de sus instalaciones una imagen de Los tres monos sabios al considerarla un estereotipo racial opresivo.

Es lo que yo entiendo como una soberana gilipollez y, o mucho me equivoco o, lejos de combatir dicha lacra, lo único que evidencia es la visión tan deformada por los tópicos que algunos mantienen sobre ciertas razas.

Miércoles


Dijo este sábado Feijóo una frase que ha hecho fortuna en las redes sociales y demás antros de vicio y perdición, que es los que yo me siento más cómodo. En realidad, lo expresado por el presidente de la Xunta no es más que una versión extendida del “está morrendo xente que nunca morrera”, un clásico de nuestra tradición oral, el humor negro gallego y esas mañanas de invierno tratando de descifrar quién era el muerto de la esquela. A mí siempre me maravilló la capacidad de mis vecinos para destripar árboles genealógicos a partir de dos apellidos y reconocer al difunto fuera de dónde fuera, lo mismo daba Combarro que Raxó, Lourido, Liñares o el Sartal. "¡Antes os conocíais todos, no como ahora, que no conocemos a la mitad de Poio!", trataba yo siempre de hacerles la pelota con una mezcla de sorpresa y admiración, a lo que el bueno de Arturo siempre me contestaba: "Si… E non sabedes a suerte que tedes". 

Jueves


"De la novia se dijo que había parecido en su propia boda de blanco, como si estuviese metida en una secta", y que la mañana anterior la había pasado regando las plantas del patio hasta ahogarlas. Esto último no lo confirmaron ni uno ni dos invitados, sino varios, y pasaron tantos años diciéndolo que ya nadie dudaba que fuese verdad. Ni siquiera el dueño de la casa, que no había tenido una planta en su vida.

Así arranca Miss Marte, la nueva novela de Jabois que pronto estará en todas las librerías. Yo no le pido mucho más a la vida que seguir leyendo cosas suyas en los próximos años y, si por un giro diabólico del destino se muere antes que yo, plantarme junto a mis vecinos alrededor de su esquela y hacerme el interesante diciendo aquello de "Jabois, Jabois… Había uno que tenía un hotelito en Sanxenxo, pero no sé si se llamaba Manuel". El noventa por cierto del tiempo, querer mucho a alguien consiste en poco más que hacerse el despistado.

Viernes


En su buena fe, algunos hosteleros que yo conozco llegaron a pensar que la Diputación de Carmela Silva podría adherirse sin fisuras a un plan presentado por la Xunta de Alfonso Rueda, como si no tuviésemos tradición suficiente en culebrones y otras telenovelas para saber que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Lo que parecía una buena idea –el original se lo debemos a las autoridades valencianas, aquí solo se planteó una copia, visto el buen resultado de allí– se topó de frente con la clara intención de politizar cualquier medida en favor de la hostelería, no vaya a ser que por una vez hagamos las cosas bien y alguien caiga en la cuenta de que las ayudas no necesitan pegatinas.

De la última reunión salieron los representantes del gremio con buena cara por el montante final acordado pero con plena conciencia –por fin, a ver si aprenden de una vez– de que nadie escucha al camarero cuando Marión, la bella aristócrata, decide ir a la guerra contra el canallita Luis Alfredo.

Sábado


Se me estaba atragantando la semana pero hoy ha perdido el Madrid contra el Levante en medio de una potente polémica arbitral: al final va a ser verdad aquello de que dios aprieta pero no ahoga.

Comentarios