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Folclore

Don Juan Carlos acaba de regularizar una deuda con Hacienda
William Shakespeare. JACOB KING (EFE)
photo_camera William Shakespeare. JACOB KING (EFE)

Lunes


¿Sabían ustedes que en Francia se suicida un agricultor cada día? Las cifras oficiales de los diez primeros meses del año confirman una tendencia que los expertos ya venían observando desde 2015 y que sitúa la terrorífica media por encima de los 370 suicidios anuales, repartidos entre dueños de explotaciones y asalariados. Es una noticia que nos habla de la fragilidad del ser humano pero también de un mundo que tienda a tratarnos, cada vez más, como a simples números, personas-cifra, lo que me recuerda una cita de Albert Camus que decía algo así como “el acto más importante que realizamos cada día es tomar la decisión de no suicidarnos”.

Martes


Entre los primeros vacunados en el Reino Unido contra la covid-19 había un William Shakespeare, lo que ha puesto el listón muy alto al resto de países, al menos desde un punto de vista puramente anecdótico. Más allá de esto, el comienzo de la vacunación en las islas nos habla de una nueva conquista de la ciencia, esa eterna olvidada a la que solo prestamos atención cuando nos vemos con el agua al cuello y sin bañador. En unos meses, cuando todo esto haya pasado, volveremos a poner en orden nuestras prioridades y los científicos regresarán a su habitual entorno de precariedad y caras largas, arrasados por una actualidad que nos llenará de placebos hasta que la siguiente crisis sanitaria nos haga prometer que, esta vez sí, habremos salido mejores.

Miércoles


El rey emérito, Don Juan Carlos, acaba de regularizar una deuda con Hacienda que le evitará ser perseguido por el correspondiente delito económico en el futuro, si es que lo hubiera. La cifra es cuestión ya se antoja indecente de por sí pero lo que llama poderosamente la atención es la cuestión de los tiempos: ¿se imaginan que fuesen ustedes los implicados? Yo sí, y tengo la ligera impresión, llámenme tiquismiquis, de que el erario hubiese expedido un requerimiento hace mucho tiempo e iniciado la correspondiente investigación, lo que viene a demostrar, una vez más, que no todos los españoles somos iguales ante la ley. De todo esto, lo más preocupante ya no me parece lo que pudo haber hecho o no el referido monarca, sino la certeza de que algunas instituciones están retorcidas hasta los cimientos. Flaco favor hace a la monarquía quien intenta protegerla con privilegios tan obscenos como este.

Jueves


Todavía no nos habíamos recuperado del sorprendente anuncio de la tirolina y el gobierno local acaba de presentar un proyecto para la instalación de un skatepark en Reina Victoria: “toma, Moreno”, que diría el muñeco aquel. Pensar que César Mosquera iba a dar su brazo a torcer -y reabrir la calle al tráfico- es no conocer el carácter obstinado del arquitecto de la peatonalización, que ya se ha visto otras veces en estas lides y siempre ha actuado de la misma forma: retroceder nunca, rendirse jamás. Personalmente, el proyecto me parece atractivo y el tiempo dirá si la ciudad lo da por bueno o no, que para eso sirve la democracia y en tres años volverán las urnas a dictar sentencia sobre un modelo que nunca pondrá de acuerdo a todo el mundo pero, al menos de momento, parece gustar a la mayoría. A mí, lo que de verdad me gustaría, es ver a Mosquera y a Demetrio subidos en un monopatín para inaugurar el nuevo espacio, que en estas cosas conviene practicar con el ejemplo y a los buitres de la prensa nos encanta el folclore.

Viernes


A otro que le gusta bastante el folclore es a Rafa Domínguez, que lleva meses tratando de mostrarnos la instantánea de un gobierno dividido. Hasta el momento, se había limitado a enfrentar al PSOE con el espejo, rescatando mociones presentadas en el pasado por los socialistas para obligarlos a incurrir en claras contradicciones. La táctica estaba funcionando regular, la verdad, y en los plenos se observaba una sintonía absoluta entre los dos socios de gobierno que ahora sí podría empezar a resquebrajarse por la guerra abierta entre las direcciones autonómicas a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado. Será interesante ver como manejan la moción presentada por Domínguez para censurar dichos presupuestos y reclamar mayores inversiones para Pontevedra, un marrón importante para los de Tino Fernández… O no. Todo dependerá, como casi siempre, de la teatralidad, pero también las ganas que tenga el BNG de hacer sangre con un asunto que pesa más en la agenda autonómica que en la municipal, al menos desde un punto de vista puramente político.

Sábado


“No sé entendería que subiéramos las pensiones y los sueldos de los funcionarios y no el de los trabajadores que más lo necesitan”, acaba de declarar Yolanda Díaz. Unidas Podemos presiona así para subir el salario mínimo y poco se le puede reprochar el planteamiento a la ministra de trabajo. No parecía este el año más indicado para ciertas subidas pero, una vez aprobadas, parece de justicia ocuparse de los que menos ganan, aunque para ello se ponga contra las cuerdas a tantos autónomos, pequeñas y medianas empresas que, por lo que parece, nunca entran en los planes de nadie… Y poco importa cuándo lean esto: el folclore siempre será folclore.

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