Blog | Comanchería

Piratas, bichos y filosofía

Anabel y Anxo hicieron pública la noticia en las redes sociales. CEDIDA - Interior
photo_camera Imagen que la concejala Gulías colgó en las redes esta semana

Lunes:
«Las circunstancias cambian, Arnold. Las personas también». Eso le dice Enoc ‘Nucky’ Thompson al capo judío Arnold Rothstein en la cuarta temporada de Boardwalk Empire. Unas semanas antes, Thompson había anunciado su firme intención de pasar página, dejar atrás el crimen organizado y disfrutar de lo acumulado. Ahora, asociado con el propio Rothstein, pretende comprar una amplia extensión de terreno en la Bahía de Tampa: «mar por todos lados, dos horas en barco desde Bahamas y a un kilómetro de la línea de ferrocarril que une Tampa con Nueva York».

Esto, en plena Ley Seca, era lo que cualquier delincuente con agallas y una absoluta falta de escrúpulos entendería como una fabulosa oportunidad de negocio. La pandemia de Covid-19, no nos engañemos, dejará tras de sí una economía depauperada que se llevará por delante los sueños de muchísimos empresarios pero también grandes oportunidades para quienes entienden el mundo como un juego de piratas. Como ciudadanos responsables, y cuando llegue el momento, haríamos bien en cuidar de los primeros y vigilar muy de cerca a los segundos.


Martes:
El Gobierno acaba de anunciar que los menores de catorce años podrán acompañar a sus padres al supermercado, a la farmacia, al estanco, al banco... Lo más probable es que no tarden demasiado en rectificar una medida que no parece tener ningún sentido pero que, desde un punto de vista estrictamente lúdico, no deja de tener su gracia. En pocos meses, muchos españoles habrán pasado de ir al banco acompañados de sus padres (necesarios avalistas para disponer de un crédito) a hacerlo con sus hijos. Esa sí sería una jugada maestra por parte de la banca, ¿verdad?: los créditos infantiles.

PD: Nuestro gozo en un pozo. Una vez más, y como era de esperar, el Gobierno ha rectificado. Adiós a mi sueño de mezclar las ideas de bombero con los siempre divertidos juegos de palabras. Adiós, por tanto, al Banco Pirata de Playmobil.


Miércoles:
Lo del alcalde zombie de Badalona no lo vio venir ni Manel Loureiro en su Apocalipsis Z, que ya es decir. Saltarse el confinamiento, conducir con evidentes síntomas de embriaguez, negarse a pasar la prueba de alcoholemia y morder a un policía supone, cuando menos, un póquer de despropósitos que no se justifican aludiendo a la responsabilidad cuasi insoportable del cargo ni a los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, como ha tratado de hacer el señor Álex Pastor en su comunicado de dimisión.

A mí me gusta ser muy respetuoso con las circunstancias personales de cada uno, pero también creo que el intento de justificación y la política no caben en el mismo saco, no duermen en la misma cama. Lo decía Pablo Iglesias hace unos años, todavía ajeno a la suavidad de la moqueta y el ronroneo acogedor del coche oficial: «En política no se pide perdón. En política de dimite», decía el ahora vicepresidente.


Jueves:
Se resiste el alcalde Lores a cancelar las fiestas de verano en la ciudad y se resiste bien. Ya habrá tiempo de tomar medidas definitivas, si es que fuera necesario tomarlas, pero lo que ahora mismo no nos podemos permitir son los disgustos innecesarios, esas puñaladas traperas que nos encogen el alma cada vez que oímos hablar de cancelaciones o suspensiones. ¡Con la ilusión que me hace, por ejemplo, vestir de blanco y bailar con Francis Lorenzo en el Casino! Resista, alcalde: ya habrá tiempo de mudar sueños y fechas más adelante.


Viernes:
Se hace eco nuestra querida Clara Aldán en la edición de hoy del embarazo y pronto alunizaje de Anabel Gulías, una de esas noticias que nos alegran el día por el continente y por el contenido. Antes, en su cuenta de Instagram, la propia Anabel había colgado un foto junto a Anxo, el padre de la criatura, en la que ambos lucen esa cara tan típica de los padres primerizos: una mezcla de ilusión y el clásico ‘¿dónde nos hemos metido, cari?’. Entre las felicitaciones recibidas, llama la atención la de mi buen amigo Miguel Vidal Barreiro que dice: «Non tiña nin idea, parabéns e un bicho gordo». Cabe suponer que pretendía decir ‘bico’ pero con Miguel nunca se sabe.

Una cosa más: si Anabel y Anxo deciden no bautizar al niño conforme al rito cristiano del agua, el aceite y la ceniza, desde aquí me ofrezco a oficiar una ceremonia alternativa para la que estoy legalmente capacitado gracias a Oficinaencasa.com y sin que Raimundo tenga que hacer grandes modificaciones en el presupuesto. ¡Parabéns, parella!


Sábado:
Hoy cumpliría 73 años Johan Cruyff, el ídolo de mi padre y de varias generaciones de culés a lo largo y ancho de medio mundo. «Nunca cometo errores porque me cuesta mucho equivocarme», dijo en una ocasión: así es muy difícil no enamorarse de la filosofía, la lengua y las matemáticas.

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