Blog | Comanchería

Seguir avanzando

Lunes


Uno no se percata de aquello que nadie le señala y hasta ayer mismo no me había dado cuenta de que Pontevedra carece de baños públicos, quizás la última frontera para una ciudad que sigue poniendo a las personas en el centro. "El que quiera ir al baño que entre en un bar y pida un agua", me dice un amigo que se quedó anclado en aquellos años donde un baño público era un espacio abandonado de la mano de dios, casi una jungla. Cada vez son más los estudios y publicaciones divulgativas que prestan atención a este tipo cuestiones, convencidos de que la cantidad y calidad de los baños públicos en una ciudad son un parámetro importante para medir su grado de modernidad y, por qué no decirlo, de amabilidad hacia residentes y visitantes. Si dejamos a un lado viejos prejuicios y los chascarrillos habituales, este sería un buen reto para que Pontevedra siga marcando distancias con las demás ciudades de Galicia.

Martes


Acabo de leer una carta dirigida a Rafa Domínguez por Antón Masa, presidente de la Asociación pola defensa da ría, y lo mínimo que puedo decir es que no funciona ni como artículo de opinión. Especular sobre las intenciones de Domínguez -a raíz de sus últimas declaraciones sobre la prórroga concedida a la pastera por el gobierno en funciones de Mariano Rajoy- no solo es intrascendente por lo obvio, sino que invita a pensar que a la APDR le interesa más hacer política que ocuparse de la salud de la ría: conocemos sobradamente su posición sobre Ence, incluso sobre el Partido Popular; ahora nos gustaría saber qué piensa hacer para que los núcleos de población que la rodean dejen de verter toda nuestra mierda a -sí, también- nuestra aguas.

Miércoles


Sin ser vecino del barrio ni conocer a fondo el proyecto que el Concello pretende desarrollar en Monteporreiro, sí que llama la atención lo rápido que caducan los discursos en política: aquel barrio que en la última campaña de las municipales se quejaba de que la peatonalización -y sus virtudes- solo se limitaban al centro de la ciudad, monta ahora en cólera porque le ha llegado el momento de avanzar. Al parecer, lo que funciona a este lado del río no funcionará en un barrio que no cuenta con ninguna particularidad de las que, al menos sobre el papel, haga inviable el proyecto, tampoco sus empinadas cuestas.

Jueves


Ya habrán leído ustedes en algún sitio que Nacho Cano, antiguo componente de Mecano, pretende construir una pirámide azteca en Madrid: si de mí depende, hágase. Creo que es el único camino posible para que los madrileños dejen de meternos por los ojos su agua del grifo y sus bocatas de calamares y se centren un poquito más en presumir de tener la mejores pirámides del mundo, aztecas y no aztecas.

Viernes


Henry Parot, el terrorista al que este fin de semana pretendían rendir homenaje en Mondragón, es un personaje siniestro con ochenta y dos muertos a sus espaldas, que se dice pronto: siete de ellos eran menores de edad. Ante este panorama, uno puede espantarse por la anomalía democrática y humana que supondría dicho homenaje, o ponerse de perfil porque denunciarlo abiertamente supone mancillar el buen nombre de la izquierda abertzale y, en ocasiones, muchos de los planteamientos propios. A veces me pregunto si el silencio de las armas alejó definitivamente el miedo del pueblo vasco, pero luego veo noticias como estas, pienso en esa parte de EH-Bildu que tuvo la fortaleza necesaria para enfrentarse a ETA y descubro que el miedo sigue ahí, secuestrando el sentido común de quienes pretender seguir avanzando.

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