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Premios Candidato 2015

LOS PREMIOS Candidato 2015 son unos que me acabo de inventar y que tienen el objeto de reconocer los méritos de los alcaldables. No conllevan dotación económica, estatuilla, placa ni diploma. Los tres premiados guardarán esta página si algún día quieren acreditar haber recibido el galardón.

El premio Candidato de bronce es para María Biempica, de Tod@s por Disneyland, por la formulación de su teoría del diálogo guay, según la cual si todos dialogamos en plan superpositivo sobre un problema, el problema se resuelve mágicamente. “Vamos decididos a pasar este día”, dijo María Biempica tras conocer el fallo del jurado, “con gran alegría y con buen humor. La gente sonríe cuando ve que pasamos y que gritamos: ¡Viva la vida y arriba el amor! Aire de fiesta, los chicos y chicas, radiantes de felicidad. Aire de fiesta, a tiempo de marcha, para pa pa. Para pa pa pa pa pa pa, para pa pa pa pa pa pa, para pa pa pa pa”, añadió eufórica, mientras se alejaba cabalgando sobre su pequeño poni.

El segundo lugar es para el alcalde Miguel Anxo Lores por su obra “Cruce de Benito Corbal”. Utilizando el asfalto como gran lienzo horizontal, huyendo de propuestas clásicas y aburridas (el paso de cebra de toda la vida), el artista experimenta con formas y texturas en una fructífera búsqueda de la rápida degradación de la materia y proponiendo una y otra vez nuevas fórmulas con las que expresa un diálogo permanente entre peatón y automovilista, transformando el espacio en una performance perenne y cambiante, un día convirtiendo su obra en un espacio áspero, al día siguiente en una plataforma resbaladiza, mientras juega con la percepción del espectador. O sea, que el cruce hay que rehacerlo cada dos semanas. “Non me toques os collóns, que teño cousas que facer”, declara el artista, que es un artista, mientras barrunta la próxima evolución de su obra provisional.

El primer premio, cómo no, es para Jacobo Moreira, autor de ‘Blog de Jacobo Moreira’, una obra en la que se ofrecen artículos carentes de estilo pero muy útiles para todos los pontevedreses. Destacan varios textos: uno de ellos, el titulado ‘Kit de supervivencia’, nos desvela cómo debemos vestirnos cuando llueve, porque hasta hoy no lo sabíamos: chubasquero, botas de agua, gorro, paraguas y calcetines. Nada más. Ya le parecía a usted raro ver por Pontevedra a Moreira sin pantalones ni ninguna otra prenda bajo el chubasquero. Para caminar por Pontevedra cuando llueve hay que vestirse como un exhibicionista. Yo intenté salir así a la calle pero mi señora me lo impidió: “Y como me cruce por la calle con Moreira y se abra el chubasquero enseñándome su pajarraco, le doy una patada en los huevos y llamo a la policía, que estoy harta de tíos raros”.

Los votantes hemos conocido mucho antes la imprescindible lista de prendas de ropa para circular bajo la lluvia que la lista de los candidatos del PP. Así estamos todos, en ascuas, sin saber si finalmente nos llamará para hacernos concejales. Ni siquiera lo saben Rafael Domínguez, María J. Teso, César Abal y Tomás Abeigón, que sí van en la lista aunque el propio Moreira tampoco lo sepa, como no sabía cuál era su postura sobre Ence hasta ayer, y eso que ya la habíamos publicado aquí hace tres semanas.

Pero el artículo más brillante de la producción literaria de Moreira es el titulado ‘Oído cocina’. Empieza así: “Hola, amigos. En esta ocasión os traigo la receta de uno de mis platos favoritos. No soy un chef precisamente, pero tengo la maña suficiente como para no caer en la trampa de un plato que parece sencillo, pero cuesta que quede como debería”. Tras el honesto reconocimiento de sus limitaciones como cocinero, ofrece dos listas más, la de ingredientes y la de utensilios, que es ésta: “Batidora/brazo, sartén, cucharón de madera. ¡¡Paciencia si es tu primera vez!!”. Es así como descubrimos que para Moreira los brazos y la paciencia adquieren categoría de utensilios. Finalmente llega la preparación. Reproducimos íntegramente el paso 3: “Agrega la mezcla de las filloas poco a poco y vete extendiéndola con un cucharón de madera para que ocupe toda la sartén. Se irá volviendo denso”. Este paso es de gran importancia por dos motivos: uno, que comprobaremos que todo está bien a medida que el cucharón de madera se va volviendo denso; y dos, que hasta llegar al paso 3 no sabemos que estamos haciendo filloas, pues antes no nos lo dice. “No utilices un tenedor que raya la sartén”, sigue inmediatamente, por si acaso. El final es grandioso: “Cuando estén las dos caras cocinadas las vas apilando en una torre de filloas”. Eso lo escribe por si usted tenía la intención de apilar las filloas en una torre de toallas o de ir tirándolas por el suelo de la cocina. Jamás, señor mío. Las filloas se apilan en una torre de filloas. Y concluye: “El acompañamiento o el relleno… es otra historia. ¡Estará rico con todo!”. ¡Qué bien! Incluso estará rico si rellenamos las filloas de Moreira con detergente, con tornillos o con las cacas del gato. Y así es como Jacobo Moreira hace filloas.

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