Avelino Oreiro: "El destino y la amistad son la verdadera razón de haber llegado a publicar este libro"

El almeriense, que presenta este viernes su poemario Unas cuantas décimas y otros poemas febriles, habla sobre su obra y sus inicios en el mundo de la lírica. Asegura sentirse muy ligado a Pontevedra por sus raíces paternas y se alegra de volver al lugar que inspiró su libro

Avelino Oreiro durante su visita a Galicia. DP
photo_camera Avelino Oreiro durante su visita a Galicia. DP

Almería es el lugar que lo vio crecer, pero Pontevedra, el que despierta la morriña de Avelino Oreiro Vílchez. Este gallego por raíces paternas regresa desde Andalucía para presentar su libro de poemas y, de paso, reencontrarse con su familia.

¿Cómo nació su faceta poética?

Es una pregunta complicada, porque no fue en un momento concreto de mi vida, sino que más bien fue algo progresivo. Cuando me di cuenta ya estaba dentro del mundillo de la poesía. Fue consecuencia de mi gusto por la lectura. El haber devorado todos los clásicos, sobre todo por mi profesión de profesor de Lengua y Literatura, también me introdujo en el campo de la lírica. Con el tiempo, al conocer a algunos poetas en Almería, como José Luis López Bretones o Alexis Díaz Pimienta, me empujó a este género literario, junto a un par de compañeros de cátedra, como Julián Rozas Ortiz y José Antonio Moreno Carbonell.

¿Quién diría que es su mayor influencia?

Tanto Pimienta como Miguel D’Ors, que va a presentar hoy en Pontevedra. Sin embargo, Unas cuantas décimas y otros poemas febriles no se puede adscribir a ninguna corriente actual en el sentido de que es un retorno a la poesía clásica, tanto en su forma como en cuanto al contenido. Hoy en día casi ningún poeta utiliza la métrica, y el uso de ésta junto con otros recursos literarios en la obra la hacen un poco distinto.

¿Cómo surge el proyecto de Unas cuantas décimas y otros poemas febriles?

El poemario que voy a presentar está inspirado en once poemas de Alexis Díaz Pimienta y el título de la obra juega un poco con eso, viene precisamente de las estrofas del poeta cubano. Tengo un amigo médico en Pontevedra, al que en una ocasión, hará unos diez años, le entregué mis poemas y al volver a Almería me olvidé incluso de que lo había hecho. El año pasado conoció al poeta Carlos Alteza, que lleva una editorial, y le hizo llegar el poemario, con la gran suerte de que le encantó. Apostó por la publicación, algo con lo que yo nunca había contado. Fue cosa del destino y la amistad por lo que he llegado a publicar este libro.

¿En qué o en quién está inspirada la obra?

He de decir que el poemario está escrito e inspirado casi enteramente en Galicia, cuando estuve viviendo en Pontevedra.

¿Qué podemos encontrar en sus páginas?

Me centro un poco en los temas que siempre han preocupado o interesado, porque una buena poesía siempre debe preocupar e interesar. Yo digo interesar en cuanto al sentimiento y preocupar en cuanto a la mente. El amor o la falta de él son los temas que están más presentes. Sobre todo este último, ya que se escribe poesía más sobre sed de amor que por saciedad de amor. El paso del tiempo, el envejecimiento o la soledad, que es un tema que abunda y que subyace prácticamente a todas las composiciones, también aparecen en el poemario. Esa soledad sonora, como decía el poeta. Tiene también algo de morriña en sus páginas. Y sobre todo, es una poesía accesible, no es una obra con un estilo muy hermético. A veces, sin pretender ser original, es como llegas a serlo.

¿Por qué Pontevedra para presentar el libro?

Era una alegría muy grande que tengo, además de ver a la familia de aquí, elegir Pontevedra, una ciudad a la que estoy tan ligado por ser la tierra de mi padre, para dar este gran paso. A veces me considero más gallego que andaluz (risas). Es una pena que no haya podido ser en otras fechas por motivos de trabajo, pero estoy muy emocionado.

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