La magnífica gestión del partido del líder, el Burela Pescados Rubén, sirvió para encadenar su octava victoria consecutiva ante el Poio Pescamar y mantenerse con firmeza en lo más alto de la clasificación. El derbi gallego de A Seca tuvo de todo: goles de bella factura, jugadas para la galería, tensión, emoción y un futbol sala que agradó a todo el mundo.
Las de Dani Díaz acumulan su segunda derrota consecutiva. Pese a adelantarse en el marcador en dos ocasiones no supo aguantarlo. De nuevo sus concesiones defensivas son un lastre. Después, tras el 2-2. el bloque lucense fue dominador y cerró el partido con solvencia.
Y los árbitros también con su cuota de protagonismo. Algunas faltas claras las obviaron (no fueron capaces de señalizar una cesión flagrante a la portera que la cogió con las manos) y salieron entendemos más perjudicadas las locales.
No ocultaron las rojillas su malestar.
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