El Condes de Albarei Teucro es el nuevo rey de Galicia. El equipo pontevedrés venció en la final de la Copa autonómica al Frigoríficos Morrazo (34-33) y levantó el título en O Rosal. Tras una mala primera mitad, los pupilos de Luis Montes cambiaron radicalmente su imagen en la segunda y protagonizaron una épica remontada. Lloria brilló en la portería y Cutura volvió a ejercer el papel de líder. A solo unos días de que arranque la Liga Asobal, la escuadra lerezana aprobó su último ensayo general. El conjunto cangués, superior en muchos tramos, sufrió un bajón decisivo en la fase candente del duelo.
Con menos de 24 horas de descanso, ningún equipo fue capaz de ofrecer su mejor versión en un primer tiempo plomizo. Las altas temperaturas, por encima de los 30 grados, volvieron a hacer mella en los jugadores. Pero el sofocante calor no fue el único problema: las camisetas de ambos conjuntos, muy parecidas, provocaron constantes errores en el pase. Los envíos a jugadores del cuadro contrario se repitieron en varias ocasiones.
El Teucro, con un Santana acertado bajo los palos, se encomendó a Davor Cutura en el tramo inicial. El primera línea serbio volvió a destacar sobre la pista y comandó a su escuadra hacia una ligera ventaja superado el ecuador de la primera parte (11-10). Al contragolpe, con Gerhardt, Moyano y el propio Cutura como brazos ejecutores, el equipo lerezano hizo mucho daño. Su pasividad defensiva, eso sí, restó valor a sus meritorias acciones en ataque.
Luis Montes: "Planteábamos el partido como un ensayo general; es un honor alzarse con este trofeo"
Pese a las constantes variaciones, un nombre sobresalió en el conjunto de Magí Serra: Augusto Aranda. El joven angoleño, especialmente desequilibrante, conectó con Menduiña y David Iglesias para propiciar una brillante remontada (14-19). Desconocido hasta el momento, el canterano del Benfica -sublime en la semifinal- sorprendió a propios y extraños. Su equipo aprovechó los sucesivos errores del Teucro en la parcela ofensiva.
Tras el tiempo intermedio, un extraordinario lanzamiento de Cutura desde los siete metros dejó la distancia en tres tantos (19-22), pero la férrea defensa del Frigoríficos Morrazo impedía cualquier atisbo de reacción. Augusto volvió a protagonizar un papel estelar, acompañado por el dúo balcánico -Simic y Muratovic-, y colocó a su conjunto cuatro tantos por encima. Un tiempo muerto lo cambió todo.
A partir del minuto 40, el Teucro comenzó a creer. Una mayor intensidad defensiva fue la clave. Con espacios, el cuadro azul trituró a Xavi Díaz y consiguió empatar el encuentro (25-25). El cuadro cangués amagó con despegarse, pero su adversario contestaba cada ventaja con un arreón. A falta de siete minutos, el 29-29 reinaba en el marcador. Los guardametas brillaron en la recta final y la velocidad de Natan Suárez rompió definitivamente el choque.
