El Abanca Ademar ha acabado con el sueño del Frigoríficos do Morrazo de dar la sorpresa en León tras diez intensos minutos que rompieron el partido en la recta final del primer tiempo con un parcial de 9-1 y que dieron la tranquilidad a los leoneses durante todo el segundo tiempo.
El entrenador del Ademar, Rafa Guijosa, quería a su equipo con máxima intensidad y lo cierto es que los suyos no se adaptaron al guión establecido en los primero minutos ante un rival que obligaba al madrileño a pedir tiempo muerto pasados los cinco primeros minutos con un parcial de 1-4 en contra.
Fue un revulsivo que metió a los leoneses en el partido en escasos minutos para empatar el partido (4-4), lo que obligaba al técnico del equipo cangués, Magi Serra, a utilizar también su tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos.
A pesar de estar en el partido, el Cangas se sentía cómodo y era capaz de controlar las situaciones defensivas y no perdonaba en ataque ante las facilidades de los locales, una situación que desesperaba a un Guijosa que buscaba continuamente las rotaciones en el banquillo para encontrar el camino de la tranquilidad.
Tuvo que ser en el tramo final de la primera parte cuando el Ademar despertó después de ir perdiendo de dos goles (8-10) y marcó un parcial de 9-1 que dejaba sin argumentos a un Cangas que no tuvo capacidad de reacción para frenar antes del descanso ese marcador que podía condicionar el resultado final del partido.
En el segundo tiempo, el objetivo pasaba por mantener la ventaja cosechada en la primera parte y no tener que sufrir para defender su marcador favorable ante un Cangas que lo intentó pero no encontró el camino de la remontada.
