El 63% de los delitos sexuales tienen como víctimas a menores

De los 83 delitos de este tipo sentenciados en la provincia a lo largo de 2017, 53 fueron cometidos contra niños y niñas ▶ La asociación Amino calcula que uno de cada cinco chavales sufre situaciones en las que soportan algún tipo de abuso sexual

Un hombre condenado. ADP (abusos sexuales)
photo_camera Un hombre condenado. ADP

El 63% por ciento de los delitos sexuales sentenciados por un juez en la provincia de Pontevedra a lo largo de 2017 tuvieron como víctimas a menores. El dato se desprende de la memoria anual de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Galicia. El abuso a menores de edad sigue siendo un tema tabú, del que cuesta hablar en las familias y en los colegios. "Solo en el 17% de los casos se denuncia el abuso sexual a menores", indica la psicóloga especializada Diana Rodríguez, integrante de la Asociación Amino contra el abuso sexual infantil y profesora invitada de la facultad de Ciencias da Educación.

En 2017 se sentenciaron 10 casos de abuso sexual, 41 de acoso por telecomunicaciones, una violación y un caso de exhibición y provocación sexual a menores de edad. Los datos se refieren a la provincia de Pontevedra, en donde se registraron más casos de delitos sexuales contra menores en referencia a las otras provincias gallegas.

El número de delitos contra la libertad sexual de menores de 16 años creció en 2016 y, a lo largo de 2017 la tendencia al alza se mantuvo. Aún así, los datos con los que cuenta la Fiscalía son diferentes a los casos que llegan a las consultas de los psicólogos. Denunciar sigue siendo la opción por la que menos optan las familias y, aunque el número de sentencias que determinan que hay delitos sexuales contra menores representan más que las que hablan de delitos sexuales contra adultos, el porcentaje de denuncias de abuso a niños es mucho menor, de un 17,2%.

Las denuncias por abusos sexuales llegan, en muchas ocasiones, años después de que la víctima los haya sufrido, cuando ya alcanza la edad adulta

Así, en el ejercicio 2017 se registraron 72 denuncias referidas a abusos sexuales a menores en la provincia, frente a las 419 de querellas totales en este ámbito. Los delitos que más se denunciaron con víctimas niños fueron el de abuso y agresión sexual, con 27 y 21 querellas, respectivamente. También hubo nueve acusaciones por la utilización de menores con fines pornográficos, siete por exhibición y provocación sexual, dos por prostituir a menores y otras dos por el consumo de prostitución con niños.

Las denuncias por abusos sexuales llegan, en muchas ocasiones, años después de que la víctima los haya sufrido, cuando ya alcanza la edad adulta. En cuanto a los agresores, la experiencia de la psicóloga Diana Rodríguez –y los datos– dice que suelen ser personas del círculo familiar o de amistades. En la mayoría de los casos el agresor es varón y es frecuente que también haya sufrido abusos en la infancia. "Eso no quiere decir que todas las personas que hayan sufrido abuso vayan a ser agresores, pocas víctimas repiten estas conductas", explica la terapeuta. De este modo, es necesario también tratar al agresor porque, en muchos casos, fue víctima durante su niñez. "Tengo pacientes que vienen a terapia porque tienen impulsos sexuales hacia menores y piden ayuda, he tenido alguna persona a la que se le acabó diagnosticando un trastorno obsesivo compulsivo y, recibiendo tratamiento, lleva una vida normal", explica.

Diana Rodríguez: Casos de anorexia, falta de atención o disociaciones tienen como origen vivencias de este tipo

Si las víctimas reciben la atención necesarioa pueden ser mujeres y hombres adultos sanos con una vida sexual normal

CONSULTAS. Por otra parte, a la clínica de Diana Rodríguez acuden también menores con problemas de atención o comportamiento que esconden detrás de sus conductas una historia de abusos que no había salido a la luz hasta el momento. "Casos de anorexia o disociaciones tienen como origen vivencias de este tipo". Así, vivir una situación de abuso puede generar secuelas a largo plazo. Sin embargo, "si las víctimas reciben la atención necesaria pueden ser hombres y mujeres sanos con una vida sexual normal", cuenta. Por otra parte, cuando los menores no reciben la atención necesaria o no se le da importancia a las señales de alerta, los casos de abusos terminan en cuadros de estrés postraumático. "Hay que trabajar la vergüenza, la culpa o el asco que sintieron esas personas durante los abusos", cuenta la terapeuta.

Para evitar llegar a este punto, es importante detectar a tiempo los casos y actuar en consecuencia. En este sentido, es vital creer al menor. "Hai que felicitar ao neno ou nena pola súa valentía á hora de contalo e manter a calma, non amosarse alarmado para facer que ese menor se sinta seguro", cuenta la coordinadora del proyecto Poñer os lentes, de la Asociación Amino, para la provincia de Pontevedra.

"Calquera persoa que teña a sospeita de que un menor está sendo vítima de abusos ten a obriga de notificalo ao servizo de menores ou ao ministerio fiscal", explica Pece, que hace hincapié en que no solo los centros educativos o los padres deben estar alerta de cualquier situación que pueda hacer sospechar de que un menor sufre abusos sexuales.

La labor de los centros educativos

La escuela es un lugar fundamental para detectar casos de abuso sexual a menores. Aún así, este tema sigue siendo tabú en algunos centros. "Algúns amósanse abertos a abordalo e demandan a nosa axuda, pero segue habendo reticencias coa escusa de que ‘iso neste colexio non pasa’", cuenta Isabel Pece.

En este sentido, la integrante de la Asociación Amino critica la falta de formación de los docentes en este ámbito e indica que es fundamental que los maestros estén preparados para actuar ante cualquier sospecha. Creer al menor, mantener la calma y poner el caso en conocimiento de la Fiscalía de Menores o de los cuerpos de seguridad son tres pasos fundamentales que pueden rescatar a un niño de una situación de abuso.

 

La campaña Poñer os lentes formará a voluntarios para concienciar sobre el abuso en los centros

La Asociación Amino prepara para los próximos meses la puesta en marcha de una campaña de sensibilización en los centros educativos de Educación Infantil, Primaria y Eduación Especial de las siete ciudades gallegas. "Trátase de facer chegar a idea de que un de cada cinco menores padecen nalgún momento abusos sexuais", explica la coordinadora de la campaña en la provincia de Ourense y Pontevedra, Isabel Pece.

De este modo, los voluntarios que se formen en las jornadas que se celebrarán en las facultades de Ciencias da Educación (en Pontevedra será el 30 y el 31 de octubre) harán llegar a los menores una serie de ideas para que sepan diferencias "cales son os segredos que deben gardar e cales os que deben contar ou en que zonas do corpo ninguén debería tocalos", explica Pece.

Por otra parte, también se trata de dotar al profesorado de herramientas y recursos para enfrentarse a este tipo de situaciones. 

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