64-75. Más que Peixe, ‘pezqueñín’

Un Marín todavía en pleno proceso de formación sufre su primera derrota en casa ante un
Cáceres que no tuvo que exhibir demasiado para mandar con comodidad en el marcador
Un lance del encuentro que enfrentó al Maín con el Cáceres. DAVID FREIRE
photo_camera Un lance del encuentro que enfrentó al Maín con el Cáceres. DAVID FREIRE

Pezqueñines no gracias, hay que dejarlos crecer. Era un slogan de un anuncio del FROM para evitar que se consumiesen especies pesqueras sin una talla mínima. Y esa frase es la que puede aplicarse por el momento al Marín, todavía demasiado pequeño para enfrentarse a la exigencia de la segunda categoría del baloncesto nacional. El cuadro marinense fue ayer completamente superado por el Cáceres Patrimonio de la Humanidad en su primer partido en casa. El bloque extremeño, teórico rival directo por la permanencia, desarboló las buenas intenciones del conjunto local, todavía demasiado bisoño. Así, los de Javi Llorente no pudieron regalar una victoria a la hinchada en el reestreno de A Raña en LEB Oro tres temporadas después de su primera experiencia y encajaron su segunda derrota del curso.

El Peixe comenzó voluntarioso, pero sin ideas. Y esa sensación fue una constante durante todo el partido. Ambos equipos querían correr, pero solo uno tenía claro para qué. Carlos Noguerol, único base disponible para Llorente -en la ya de por sí corta plantilla peixista, faltaban Juanchi Orellano y Joel Hernández por lesión- trataba de dirigir los ataques de los suyos. Pero cada intento de canasta se convertía en una aventura en solitario de los jugadores exteriores, todavía demasiado desconocidos entre sí para entablar un juego medianamente elaborado. Así, cuando apenas habían transcurrido tres minutos del primer acto, el Cáceres se había ido 5-11 en el marcador. Dos triples seguidos de Rakocevic y Nikolic empezaban a poner tierra de por medio entre ambos contendientes. Entonces Badmus se inventó un 2+1 que colocó el 8-11, pero fue el último gran chispazo del primer cuarto.

El Cáceres circulaba y encontraba el lanzamiento desde el perímetro. Y ahí la buena mano de sus jugadores hacía el resto. Rakocevic ponía el 8-17 a falta de tres minutos y pese al tiempo muerto de Llorente, los suyos no reaccionaban. En una transición final de vértigo, Jankovic anotaba sobre la bocina el 10-19. Tocaba remontada.

Y pareció que llegaba . Aproevchando la rotación blanquiverde, Quinn colocaba a los suyos a cuatro (17-21) en cuatro minutos. Bilbao aparecía para romper bajo el aro la sequía visitante, aunque Saunders ponía al Peixe a tiro (20- 23). Entonces Roberto Blanco volvió a poner a su quinteto de gala y Zubizarreta helaba a A Raña con un triplazo que le permitía recuperar la inercia ganadora a los suyos. Con un 0-7 de parcial, el Cáceres se marchaba en el electrónico. Llorente buscaba una reacción con una defensa a toda pista, pero el cansancio ya hacía mella en los locales, que sin ideas en ataque y con una paupérrima estadística en el lanzamiento, encajaban un 0-12 que encendía todas las alarmas (20-35).

Badmus rompía la tendencia, pero Cáceres seguía cómodo y mandaba el choque 24-40 al descanso. Tras el intermedio, el Peixe se subió en un quiero y no puedo que solo le permitió acercarse a diez puntos. Todavía es pronto para el Marín.

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