Ante la decisión de Pablo Iglesias de consultar a las bases su posición ante la sesión de investidura, antes de que concluyeran las negociaciones, Pedro Sánchez consideró que se trataba de una "ruptura unilateral de los contactos". Por eso, en la entrevista concedida a La Sexta el pasado jueves, dejó claro que para formar un gobierno de coalición, el principal escollo son las exigencias del líder de Podemos para entrar en un posible ejecutivo, una vicepresidencia social, las carteras de Hacienda, Trabajo y Seguridad Social. Medio Ambiente, Memoria Histórica y responsabilidades en Comunicación.
El presidente manifestó que sigue abierto a integrar en su gobierno a miembros cualificados de la formación morada, pero no al líder, como le planteó la pasada semana. La oferta seguirá en pie hasta el debate de investidura si UP la hace viable porque no perdurará hasta septiembre. A pesar de las coincidencias, existen importantes divergencias en políticas de estado. Adriana Lastra acusa al responsable del partido morado de querer "un gobierno paralelo a su servicio", que propone una consulta trampa a las bases para facilitar un acuerdo sino para impedirlo, "al estar en la misma posición que en 2016". Una consulta en la que participó algo más del 26% de votantes, de los cuales el 70% pidió un gobierno de coalición sin vetos.
Pablo Iglesias no ha tardado en responder. Un día después de la entrevista del presidente –que tachó de idiotez por su ofrecimiento–, dice que está dispuesto a dar un paso atrás, renunciar a un sitio en el Consejo de Ministros para llegar a un acuerdo. "El PSOE dice que el único escollo para un gobierno de coalición soy yo. He estado reflexionando estos días y no voy a ser la excusa para que se evite un nuevo ejecutivo, no seré el problema, siempre y cuando el partido socialista asuma que no puede haber más vetos y que el nuevo gobierno es proporcional a los votos, reclamando que los representantes de Podemos los elegirá su partido".
Un día después de que Iglesias diera un paso atrás, desbloqueando las negociaciones de investidura, los socialistas son optimistas por un posible acuerdo con Podemos, para reelegir a Pedro Sánchez. Según Adriana Lastra; "se abre una oportunidad a nivel nacional en nuestro país que todos estábamos esperando. Tenemos que hablar de muchas cosas. Del programa que tiene que hacer frente a las reformas que España necesita, pero también de la participación de UP en el nuevo ejecutivo". Posiblemente la presencia de los morados en el nuevo gobierno, sea lo más difícil de las conversaciones, pero los españoles de a pie esperamos que lleguen a un acuerdo, porque el pacto entre la izquierda evitaría nuevas elecciones en noviembre. Para poner obstáculos llegan PP, Cs y Vox. Es penoso que los grupos llamados independentistas, están dispuestos a facilitar un nuevo gobierno, mientras los que se dicen nacionalistas hacen todo lo contrario, porque para ellos "cuanto peor mejor", aunque los perjudicados sean los ciudadanos. Fin de la cita.
