El pontevedrés acusado de violar y agredir a su mujer durante 40 años niega los hechos

"Nunca le puse la mano encima", indicó al tribunal. La víctima declara a puerta cerrada
Javi Javi Juicio contra acusado de violar y agredir a su mujer durante 40 años en Pontevedra
photo_camera El acusado de violar y agredir a su mujer en Pontevedra durante 40 años. JAVIER CERVERA

El vecino de Pontevedra acusado de múltiples delitos presuntamente cometidos contra su mujer a lo largo de 4 décadas de matrimonio negó los hechos que se le atribuyen en la mañana de este jueves. El juicio, que continuará hasta última hora, comenzó con la petición de suspensión por parte de la defensa, que entiende que una de las magistradas de la Sección Cuarta ya intervino en el presente proceso durante la Instrucción, por lo que estaría contaminada.

A continuación declaró el acusado, que reconoció la existencia de gritos y discusiones en el seno de la pareja, pero aseguró que era cosa de ambos. "Nunca le puse la mano encima", indicó al tribunal. Sí admitió que en ocasiones llegaba a casa bajo los efectos del alcohol y que llegaba a golpear paredes y puertas. "Ella tiene su carácter y yo el mío".

La Fiscalía le atribuye dos agresiones sexuales, malos tratos y lesiones, por los que pide penas que superan ampliamente los 20 años de prisión. 

La declaración de la víctima se celebra desde las 11.00 horas de este jueves a puerta cerrada. A continuación intervendrán testigos y peritos.

EL ESCRITO FISCAL. "Te voy a reventar la cabeza a hostias, te voy a matar". Esta es solo una de las frases que acertó a recordar una pontevedresa que sufrió los malos tratos (físicos y psicológicos) por parte de su esposo a lo largo de 40 años de matrimonio. La mujer, cansada de sufrir en silencio, logró reunir las fuerzas necesarias para poner los hechos en conocimiento de las autoridades en el año 2018. Desde ese momento goza de la protección del Estado. Este jueves, la Audiencia Provincial acoge el juicio contra su ya excompañero sentimental (se firmó el divorcio en 2019), que se enfrenta a una petición de 25 años y ocho meses de prisión.

El Ministerio Fiscal explica en su escrito de acusación que el maltrato se produjo "durante toda la convivencia", si bien matiza que los hechos con una mayor base probatoria se produjeron entre 2016 y 2018. Golpes agresivos a las paredes o a las puertas se combinaban con amenazas de muerte e insultos, empujones, agarrones y menosprecios constantes. "También era frecuente que le presentase exigencias sexuales diciéndole que se portase bien", añade la Fiscalía. El comportamiento mostrado por el investigado provocó en la mujer un sentimiento de temor permanente que no desapareció hasta tiempo después de que presentase la denuncia, en el mes de mayo de 2018.

 En el banquillo, un pontevedrés al que le piden 25 años y ocho meses de prisión por vejar, agredir y violar a su compañera sentimental durante toda una vida

Para articular un relato sobre lo ocurrido, la víctima consiguió concretar una pequeña parte de los malos tratos que sufrió a lo largo de su vida para interponer la denuncia, si bien optó por centrarse en lo sucedido en los años anteriores a la misma. Así, entre otros muchos actos no concretados, "en fecha no determinada, pero en el año 2016", encontrándose ambos en el interior del domicilio familiar, con la privacidad y la impunidad que ello le confería al procesado, "sujetó a su esposa por las muñecas y la cogió fuertemente por el cuello", de modo que pudo someter su voluntad y agredirla sexualmente.

En el mes de mayo de 2018, el día 10 (apenas dos semanas después, la víctima denunciaría todo lo sucedido), tras llegar de trabajar, "el procesado se dirigió a la habitación del nieto, donde se encontraba la mujer, y la llevó a la fuerza al dormitorio de matrimonio". Una vez allí la empujó con fuerza, la inmovilizó aprovechando su manifiesta superioridad física y, una vez más, la agarró del cuello antes de violarla. Mientras, la víctima trataba de zafarse y le decía que cesase en su actitud.

Ocho días más tarde, el 18 de mayo, la víctima recuerda que su ex compañero sentimental regresó a casa a los pocos minutos de haberse ido y, "con ánimo de amedrentarla", según el relato de la Fiscalía, la sujetó por el brazo mientras le exigía que le diese ropa, al tiempo que la amenazaba con "reventarle" la cabeza a base de golpes, al tiempo que le aseguraba que iba a matarla. Ese mismo día, un viernes por la noche, regresó al domicilio sobre las dos de la madrugada. En ese momento, "con ánimo libidinoso", le pidió un jersey a su entonces aún esposa para empujarla, una vez más, sobre la cama. Se echó encima de ella e intentó agredirla sexualmente una vez más. En este caso, sin embargo, la mujer consiguió evitarlo diciéndole que iba a gritar y a llamar a un familiar, por lo que el investigado depuso su actitud y se fue.

Tres días más tarde, el encausado volvió a presentarse en el domicilio de la víctima y, tal y como refleja el escrito de acusación, "con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó varios codazos, la cogió por el brazo y la empujó contra la pared al tiempo que la insultaba". Este episodio fue la gota que colmó el vaso, y el que sirvió para que la mujer encontrase las fuerzas necesarias como para interponer la denuncia. Dos días después, el Juzgado de Instrucción 3 de Pontevedra dictó una orden de protección para la víctima y una de alejamiento y prohibición de comunicación para el supuesto agresor, que seguirá vigente hasta la conclusión del proceso.

El juicio servirá para resolver la autoría de los seis delitos que el fiscal atribuye al investigado: malos tratos habituales (por el que se expone a tres años de cárcel), dos de agresión sexual (diez años en cada caso), uno de amenazas (que implicaría un año de cárcel), uno de agresión sexual en grado de tentativa (once meses de prisión más), y el último, de lesiones contra la mujer, que implicaría un año de cárcel.