Acusan a los gorrillas de Praza de España de causar daños en varios turismos

El Concello ha recibido en los últimos días cuatro quejas formales y se espera que llegue alguna más la próxima semana

Control policial en el aparcamiento en el que presuntamente los gorrilas están haciendo destrozos
photo_camera Control policial en el aparcamiento en el que presuntamente los gorrilas están haciendo destrozos. ADP

La parcela de aparcamiento de Plaza de España, la explanada al aire libre más grande en la que estacionar en la villa marinense, está siendo escenario de pinchados de ruedas, rayazos en los esmaltes de los coches y otros disturbios que han motivado, en apenas una semana, la presentación de cuatro quejas formales en el Rexistro del Concello.

Los vecinos afectados echan la culpa a los gorrillas de la zona, a los que acusan de tomar represalias con aquellos que no siguen sus indicaciones a la hora de aparcar y con los que no les dan alguna propina por sus servicios.

El malestar entre la vecindad dio el salto a las redes sociales, donde las quejas se unieron y se hicieron más visibles, llegando a acumular más de 40 testimonios en apenas unos días. Algunos de los afectados aseguran, además, que no es la primera vez que se encuentran con las ruedas pinchadas, las puertas del automóvil rayadas, cuando no son testigos de reyertas entre ellos.

María Ramallo asegura que se reforzará la presencia de agentes policiales en el aparcamiento durante las horas centrales del día


La Policía Local dice tener "constancia del problema", porque algunas personas se acercaron hasta sus dependencias para denunciar los hechos. "Pero nosotros no podemos hacer nada y les derivamos a la Policía Nacional", explican. Sin embargo, el cuerpo estatal no tiene constancia de ninguna denuncia, según informaron fuentes consultadas a este diario.

Uno de los conductores que sufrió la situación, Sergio Santiago, explica que no llegó a interponer denuncia en la Nacional "porque me dijeron que, de todas formas, no iba a prosperar porque ellos no podían prohibir a los gorrillas que estuviesen ahí", y pasaron la pelota al tejado del Concello. "Por eso decidí poner una queja formal en el Rexistro", detalla.

La alcaldesa de Marín, María Ramallo, es consciente de que existe un conflicto con los gorrillas y reconoce que "en apenas una semana, hemos recibido cuatro quejas por el mismo motivo". De todas formas, opina que "no se trata de un problema exclusivo de Marín" y se muestra cauta a la hora de juzgar los hechos. "Puede que haya sido una oleada puntual", argumenta, pero en todo caso "pasaremos un informe a la Policía Local para que refuerce su presencia en el aparcamiento". Y es que, tal y como enfatiza Ramallo, eso es "lo único que podemos hacer de momento. Haremos un seguimiento del asunto, pero entendemos que es un tema delicado", añade.

Algunos vecinos han avanzado que pondrán más quejas a lo largo de la semana que viene, agrupados al calor de un grupo de Facebook en el que han acordado hacer presión para solucionar el problema.

- Merchi Sanjorge, afectada: "Rayaron toda la puerta del conductor y mearon en ella"

Merchi y su marido fueron a recoger a su hijo el pasado viernes. "Cuando entramos para aparcar, vimos como uno de ellos estaba vociferando con otro, y nos vieron llegar con el coche y se fijaron en nosotros", explica. Tardaron sobre media hora en volver y cuando cogieron de nuevo el coche para volver a casa no notaron nada extraño.

Su sorpresa vino después, al llegar a su destino. "Cuando nos bajamos del coche, nos percatamos de que la puerta del conductor estaba toda meada, un asco".

Pero las malas noticias no acabaron ahí, porque cuando llevaron el turismo a lavar, "vimos que estaba todo el esmalte rayado con una navaja. En algunos sitios, había incluso doble trazo".

Igual que Sergio, intentaron denunciar los hechos. Hablaron con la Policía Local, la Nacional, e incluso la Portuaria, pero ninguna de ellas pude serle de ayuda. En el caso de la Nacional, aunque pueden poner una denuncia, saben que ellos no pueden exigir a los gorrillas que se vayan.

"Además, conozco más casos", dice esta afectada, que considera que este problema tiene que terminar. "La semana pasada hicieron una masacre total. Abollaron varios coches y sé de algunos dueños de establecimientos que también sufrieron daños", explica.

Incluso comenta que, según sus propias sospechas y las de otros vecinos que aparcan asiduamente en la explanada, ese es un punto en el que se trafica con sustancias estupefacientes, y le preocupa la cercanía con el skate park y las pistas, "en las que dejamos jugando a los niños".

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