Aforo completo para la celebración de cenas de empresa en Pontevedra

Los locales del centro de la ciudad tienen todos los fines de semana con reservas hasta final de año. El menú que más gusta es el que ofrece aperitivos, primer plato y segundo a elegir. El precio oscila entre los 18 y los 45 euros
Cena de empresa celebrada en Pontevedra
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Los días previos a las fiestas navideñas son jornadas en las que los compañeros de trabajo dejan a un lado las rencillas que pueda haber por cuestiones laborales para compartir experiencias alrededor de la mesa. Los problemas y la crisis quedan de lado en unas fechas en las que la alegría y el júbilo inundan el ambiente y en las que no se escatima para disfrutar. 

De hecho, la mayoría de los locales que ofrecen cenas para grupos en el centro de Pontevedra tienen los fines de semana completos hasta final de año, con reservas realizadas ya desde principios del mes de noviembre. Y pese a que siguen recibiendo llamadas de los más rezagados, la única alternativa viable es realizar los encuentros en días de semana. 

En cuanto a los menús, los precios oscilan entre los 18 y los 45 euros, en función de los platos que se sirvan, del tipo de cocina y también del número de comensales. Los grupos grandes siempre pueden encontrar mejores precios, pero los pequeños también pueden conseguir buenas ofertas. 

DIVERSAS OPCIONES. Para los bolsillos más apretados está la apuesta segura de varios entrantes, como croquetas, tortilla, calamares o empanada, y churrasco. Con postre, café y chupito, todo por 18 euros, lo ofrece el asador O Fanal. Si se busca algo diferente, este restaurante también propone algún entrante de marisco con carnes rojas, que sube el precio hasta los 30 euros. Los responsables de este local aseguran que llevan "cinco años manteniendo los precios, porque la economía está como está". 

Por entre 20 y 30 euros se pueden encontrar diversas opciones en el Alcrique. Hay varios menús para elegir que constan de tres entrantes para compartir y un plato principal. En este tipo de cenas los comensales prefieren salirse de las rutinas del resto del año y probar algo diferente, ya que son encuentros que también se inician más tarde de lo habitual y que se extienden más en el tiempo. "Solemos salir sobre las dos y media o las tres de la mañana", reconocen los trabajadores. 

El gran número de reservas que han copado los fines de semana han llevado a algunos locales a ofrecer un espacio en su establecimiento entre semana. Y este año han sido muchos los que se han decantado por irse de fiesta de lunes a jueves. Así ha acontecido en El Cafetín, que, con todos los viernes y sábados del mes de diciembre reservados desde principios de noviembre, dio la opción de celebrar cenas miércoles y jueves, y ha resultado un acierto. "Nuestro mayor éxito es que la gente repita. Y algunos tienen tan claro que quieren hacer aquí la cena que no han dudado en venir un miércoles o un jueves", explica el propietario del local. 

En El Cafetín el menú tiene un precio de entre 30 y 35 euros y la diferencia está en los componentes del plato. Los hay con aperitivos, un primer plato con marisco, como unas vieiras con fondo marinero y crujiente de cebolla, y un segundo plato a escoger. Los responsables del local han notado este año "un poco más de alegría en la clientela" y por eso no han dudado en "apostar por menús mejores". Por eso han ofertado su carta de degustaciones, que por 45 euros ofrece platos más elaborados "con los que pueden probar opciones diferentes. Es más gasto, pero también más calidad", apuntan. 

En la sobremesa de las cenas navideñas de empresa el ambiente puede estar relajado o puede haber ganas de fiesta. Siempre están los que se van tras finalizar con el café y en el extremo opuesto se encuentran aquellos que trasnocharán, pero tampoco hay que ser de extremos. 

Los responsables de los restaurantes tienen claro que el que se lleva toda la responsabilidad en el tema de las cenas de empresa es el organizador, y por ello intentar facilitarle el trabajo. "Hay que intentar que él quede bien con los compañeros y nosotros también. Lo normal es que nos llame o nos escriba para dejar todo bien atado. Pero lo que más nos gusta es cuando, después de la cena, nos envían mensajes de agradecimiento y nos felicitan por lo bien que ha salido todo: el menú, la fiesta, la decoración", apunta el responsable de El Cafetín. 

Desde el punto de vista de los empleados, Javi, un trabajador que voluntariamente organizó la cena en su empresa, comenta que lo más difícil es "que los compañeros respeten los plazos de inscripción para poder avisar con tiempo al restaurante y decirles cuántos somos. Siempre hay quien se da de baja a última hora o quien avisa tarde. Nosotros este año seremos 26", explica. También destaca cuestiones como la de estar pendiente por si hay compañeros celíacos o alérgicos a determinados productos y tenerlos en cuenta para que el día de la cena no se sientan mal al toparse con una comida que no pueden ingerir.

"Lo mejor sería rotar y que cada año organizase la cena una persona. Hoy en día resulta muy sencillo organizar, porque con el local te pones en contacto por mail o WhatsApp y no es necesario ni pasarse por allí antes del evento", indica. En cuanto a la organización de todos los participantes, Javi considera que eso no resulta complicado. Poner una lista para que se apunten los interesados es el primer paso y animar a la participación el siguiente. Después viene todo rodado. Y para pagar, "cada uno pone su dinero tras la cena en el propio local", explica. 

Y tras la cena, llega la fiesta. Los locales de ocio de Pontevedra están a reventar estos días. Son fechas interesantes para sus negocios, a los que acuden personas que durante el resto del año no acostumbran a salir.

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