Los máximos responsables de los gobiernos locales de la comarca ven con buenos ojos la decisión de la Xunta de mejorar la seguridad vial en la recién inaugurada AG-46, después de que registrase dos accidentes en apenas seis días desde su apertura.
Los sucesos se concentraron en el tramo en el que los cuatro carriles se estrechan para volver a enlazar con el antiguo Corredor, que se reconvertirá a autovía a finales de verano del año que viene. De hecho, está en obras en la actualidad. "Pero está pintado de branco. Ao non ter a cor amarela distintiva das obras, moita xente despístase", apunta la regidora de Moaña, Leticia Santos, que cree que lo sucedido dejó en evidencia "que a sinalización que se puxo no momento era insuficiente". "Eu, como condutora, tiven a sensación de que as sinais de redución de velocidade están demasiado enriba do punto crítico", explica la alcaldesa, que fue la única de la comarca que no acudió a la inauguración del vial que celebró la Xunta el pasado viernes, "porque aínda que queiran inaugurar, aínda hai un tramo sen concluír", afirma la máxima responsable del Consistorio moañés.
Xosé Manuel Pazos, regidor de Cangas
"Durante a inauguración, eu xa expresei a miña opinión de que 120 km/h é unha velocidade excesiva"
Precisamente el martes, la Mancomunidade mantuvo una reunión con el delegado de la Axencia Galega de Infraestruturas que trabaja de enlace entre la Consellería y las alcaldías, "para que nos avanzaran algúns detalles dos traballos do treito tres", cuya conversión en autovía no generará cortes de tráfico, tal y como ocurrió con los otros dos tramos, "pero si afectará a algúns viais secundarios, e temos que avisar a todos os usuarios destes que se poidan ver afectados", apuntó Santos.
Por su parte, el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, cree que "todas as reformas en materia de seguridade viaria son necesarias e benvidas", pero aclara que él mismo, en la inauguración, "díxenlle a todos aqueles que me quixeron oír que me parece que 120 km/h é unha velocidade excesiva para un tramo tan curto". Pazos considera que se debería repensar el límite establecido y que debería impulsarse la señalización horizontal. "As bandas sonoras poderían ser máis efectivas que as verticais", opina, aunque reconoce que esa es una decisión que atañe a los técnicos encargados de la obra.
Leticia Santos, alcaldesa de Moaña
"Eu, como condutora, tiven a sensación de que as sinais de redución de velocidade están moi enriba do punto crítico"
Sobre los peligros que entraña el aumento de la velocidad permitida también habla la alcaldesa de Marín, María Ramallo, que aún conserva amargos recuerdos de cuando la Variante que pasa por la villa empezó a funcionar. "La apertura de nuevas infraestructuras mejoradas invita a la gente a aumentar la velocidad, por eso es importante limitar eso". Ramallo propone, incluso, que se habiliten radares para concienciar más a los conductores.
La portavoz de Urbanismo del PSOE en el Parlamento gallego, María Pierres, también preguntó a la Xunta acerca de las "evidentes eivas de seguridade" que, en su opinión, presenta la nueva infraestructura de O Morrazo.