Poco a poco, el Concello de Poio trata de reponerse del mazazo que suposo haber perdido la bandera azul para la playa de Xiorto. Además de garantizar los servicios básicos en este arenal, uno de los más concurridos de los 16 que se pueden encontrar a lo largo de toda la fachada costera de la villa, la Administración municipal también está muy pendiente de la situación de la playa "vecina", la conocida como Raxó, que se encuentra entre el muelle de la parroquia y la "frontera" con Sanxenxo.
En el pasado, este enclave también estuvo en el ojo del huracán, después de que los malos resultados obtenidos a través de diferentes análisis deparasen un resultado que desaconsejaba el baño, lo que obligó al Ayuntamiento a "clausurar" el arenal. Ahora, en cambio, el Gobierno poiense confía en que esta situación no vuelva a repetirse.
El alcalde, Luciano Sobral, explica que los diferentes tests realizados a lo largo de los últimos meses son esperanzadores. "A auga non chega á cualificación de excelente, pero si que é boa, apta para o baño", indica. Los análisis se han ido realizado cada dos o tres semanas aproximadamente, a través de la empresa Viaqua. Las constantes lluvias caídas desde finales del año pasado no han afectado negativamente a la calidad del agua, algo que el Concello temía. "Fixéronse moitas análises en condicións adversas, tanto con precipitacións como cando sorpraba vento do Sur ou do Norte", indició el líder del bipartito.
Además, Sobral destacó las medidas correctoras que se efectuaron en el entorno de la playa de Raxó para poner punto y final a los vertidos que se registraron en el arenal y que provocaron la prohibición temporal del baño. El alcalde explicó que "levamos xa varios anos comprobando que a calidade é apta, polo que xa non é preciso volver colocar os carteis que desaconsellaban o baño".
Por otro lado, el Concello de Poio también ha iniciado los trámites para solicitar que las playas de Xiorto, Cabeceira (la única con bandera azul) y O Laño pasen a incluirse en la Rede Galega de Praias Sen Fume, promovida por la Consellería de Sanidade. Se trata de una iniciativa que busca concienciar a los usuarios de los beneficios de no fumar en los arenales.
La Administración municipal confía en recibir el visto bueno de la Xunta para hacer realidad esta iniciativa.
