El parte diario que ofrece el área sanitaria de Pontevedra e O Salnés reflejó este martes un nuevo caso de coronavirus, que se suma al detectado el pasado sábado, dejando la cifra de contagios activos en una decena. Dos positivos que llegan después de una semana estancados en los ocho afectados, lo que puede interpretarse como un pequeño repunte aunque nada preocupante.
Al menos así lo considera el jefe del Servizo de Alertas Epidemiolóxicas de la Consellería de Sanidade, Miguel Álvarez Deza, quien ve este leve incremento como algo previsible. "Es normal que vayan apareciendo casos nuevos, incluso algún pequeño brote; lo extraordinario es que no aparecieran, dadas las circunstancias", matiza.
El galeno insiste en que "la gente no debe obsesionarse con las cifras, porque es una evolución lógica en la transmisión de la infección. En cuanto hay más movimiento de turistas, tanto nacionales como de fuera de España, se producen los repuntes. Cuando estábamos todos quietos en casa, sólo se producían los casos de la gente que iba a Urgencias, pero ahora que hay más movimiento, el riesgo se ha multiplicado".
Álvarez Deza confirma la tesis de que los nuevos casos están directamente relacionados con los marineros que faenaron tres o cuatro meses en África y ahora vuelven a puerto y a sus domicilios. "Porque claro, algunos regresan con el virus, como los casos detectados en Marín", añade.
Este miércoles entramos en el periodo vacacional más intenso del año, y a corto y medio plazo habrá más casos, "seguro, porque es lo previsible", advierte el especialista.
Sin embargo, confía plenamente en que "los podamos controlar a través de la PCR y que en 24 horas esté el resultado. El protocolo es detección precoz y aislamiento lo más pronto posible".
Asegura que con la experiencia adquirida a lo largo de estos meses, "ahora debemos estar más vigilantes que antes y ser mucho más rápidos en la reacción". Un binomio clave para evitar que los nuevos casos se puedan convertir en un rebrote significativo.
LA PREVENCIÓN, CLAVE. El doctor Álvarez Deza ya había incidido la pasada semana en este periódico en la importancia de no bajar la guardia y de no dejarse contagiar por una falsa sensación de normalidad. "Las medidas de prevención que tenemos que emplear siguen siendo las mismas: distanciamiento social de al menos 1,5 m en el exterior y lugares cerrados. Si no se puede cumplir hay que usar mascarillas", recordaba el jefe de Alertas Epidemiolóxicas de Sanidade.
"Aún hay personas que no las utilizan adecuadamente, otros salen a la calle con pantallas...", advierte.
Y apuntaba que "las cargas virales son muy similares en personas con o sin síntomas, pero sigue sin estar claro si su infecciosidad es de la misma magnitud".
