El campus del Lérez trata de blindarse frente al virus

No es un inicio de curso cualquiera y, en muchos casos, ni siquiera se vive como tal, pues el campus de Pontevedra recuperó tímidamente su actividad hace dos semanas para desarrollar actividades pendientes del pasado curso y de bienvenida. En todo caso, la incorporación del alumnado de 1º a las aulas completó este lunes el inicio de este atípico año académico marcado por las excepcionales medidas de seguridad e higiene, mascarilla obligatoria, espacios con capacidad reducida y códigos QR en las aulas. La vida regresó al campus tras casi seis meses de docencia en remoto. En algunos grados, como Dirección e Xestión Pública –que también estrenó su modalidad virtual–, Fisioterapia, Enxeñería Forestal y Belas Artes, con una decidida apuesta por la presencialidad.

El rector, Manuel Reigosa, explicó en el campus central que será un curso diferente, pero también subrayó que la UVigo, desde marzo, demostró "ter capacidade de adaptación" y cuenta "coa experiencia de meses de traballo para programar a volta ás aulas», informó el Duvi. La apuesta, remarcó, "é combinar a máxima presencialidade posible cun coidado exquisito da saúde", de modo que las aulas sean un lugar "seguro".

Dirección e Xestión Pública estrena su modalidad virtual mientras Fisioterapia, BBAA y Forestais evitan la docencia telemática

De cara a facilitar las actuaciones de rastreo cuando se presente algún positivo de covid-19, la UVigo creó un sistema de identificación de los puestos empleados por cada persona en los espacios docentes. Consta de dos elementos principales: un código QR que identifica de forma independiente cada puesto y una aplicación informática para que desde el móvil se pueda asociar al puesto con su usuario. Este registro de localización es obligatorio, por lo que la Vicerreitoría de Planificación e Sostenibilidade pide la máxima colaboración de la comunidad universitaria para que su uso sea habitual. La información obtenida mediante esta aplicación pretende localizar a las personas que potencialmente tuvieron contacto o estuvieron cerca de personas diagnosticadas y será una información esencial para evitar el confinamento masivo de grupos, de grados y de centros.

La incorporación del estudiantado de 1º de la UVigo completa el inicio de un atípico curso marcado por las medidas sanitarias

La responsabilidad sobre el empleo de esta información para rastrear a las personas afectadas por un positivo y notificarles esta situación recae en el responsable covid-19 de cada centro. Si el adhesivo de un código QR está deteriorado y no se puede leer, deberá avisar al profesorado para que lo comunique a dicho responsable y se sustituya.

MÁS DE 3.000 PCR. Cada clase tiene marcados los asientos que se pueden emplear garantizando la distancia de metro y medio y la recomendación de no cambiar de sitio. También se ampliaron los espacios para docencia, habilitando salones de actos como aulas.

Asimismo, para empezar el curso con una foto fija de la pandemia entre la comunidad universitaria, se empezarán a realizar 3.000 pruebas PCR al PDI y PAS, a las que se sumarán otras 200 PCR aleatorias más de control semanal durante el curso.