Los árboles que alumbraron la Navidad en Pontevedra

El Concello dejó de usar abetos para las fiestas en 2011, año en el que instaló una estructura de luces de 22 metros de alto en la Praza de España

La última versión del árbol de Navidad instalado el mes pasado en A Ferrería. RAFA FARIÑA
photo_camera La última versión del árbol de Navidad instalado el mes pasado en A Ferrería. RAFA FARIÑA

Es uno de los emblemas más reconocidos de la Navidad. Aunque su origen es pagano, el cristianismo lo adoptó y popularizó a nivel mundial. Según recoge la revista National Geographic, dos capitales europeas se disputan el mérito de haber colocado el primer árbol navideño en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510.

En Pontevedra, la tradición de usar árboles naturales para dar la bienvenida a Papá Noel y a los Reyes Magos desapareció hace siete años. El último abeto se instaló en la Praza da Ferrería en 2010. Lo hizo la Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra (AJE), con el permiso del Concello, en el marco de su campaña Nadal Snow. El árbol, de gran tamaño, servía como punto de recogida de juguetes con un fin solidario: que ningún niño de familias sin recursos se quedase sin regalo en las fiestas.

La idea del árbol natural se desechó al año siguiente por razones ecológicas y de conciencia social. En 2011 se optó por uno artificial. El 5 de diciembre de aquel año, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, encendía el primer ejemplar de estas características que el Concello colocó en un espacio público, concretamente en la Praza de España. Su estructura era metálica y tenía forma de cono. Medía 22 metros de alto y lucía los colores blanco y azul, una tonalidad elegida por los comerciantes de la ciudad para rendir homenaje a la bandera municipal.

El árbol más polémico fue el de este año, por sus averías y su estética. Los técnicos elaboran un informe para sancionar a la concesionaria

Al año siguiente, el árbol navideño se trasladó a la Praza da Ferrería, lugar que ocupa desde entonces. Y sus diseños nunca se han repetido. Los ha habido con adornos de estrellas; con tonalidades azules, violetas y plateadas o combinando colores como el blanco y el verde. El de 2015 fue el primero en sufrir un percance: un cortocircuito obligó a los Bomberos a apagar un incendio que se originó en la parte superior de la estructura. Se reparó de inmediato.


La última versión del abeto artificial, la de este año, pasará a la historia por la polémica que generó su aspecto. Las críticas comenzaron el mismo día del encendido del alumbrado navideño, el pasado 1 de diciembre. La concejala de Festas, Carme da Silva, hizo los honores en A Ferrería. Tras pulsar el botón vio cómo empezaban a parpadear unas cintas lumínicas, menos de las que la empresa encargada de este contrato había prometido.

El chasco –en directo– fue monumental. Y las redes sociales –en diferido– se encargaron de encender aún más los ánimos en contra del árbol. Seis días después de aquella jornada, el Gobierno local confirmaba que había presentado una queja formal ante la empresa (Iluminaciones Umia) encargada del alumbrado de Navidad. La concesionaria, con sede social en Meis, corrigió el error el 18 de diciembre, 17 días después. Instaló nuevas cintas de luces tras la reclamación del Gobierno local, que detectó otros fallos en los adornos de calles y plazas.

El emblemático árbol de A Ferrería permaneció apagado durante dos noches: la del 1 y la del 2 de enero

Algunos de estos decorados empezaron el Año Nuevo desconectados. El modo "offline" no solo afectó a ornamentos situados en zonas como la calle Sagasta, la Praza de Ourense o Benito Corbal, sino también al emblemático árbol de A Ferrería, que permaneció apagado durante dos noches: la del 1 y la del 2 de enero.

INCIDENCIAS. Todas estas incidencias acabarán con una penalización económica para Iluminaciones Umia, que se adjudicó el servicio por dos años y 162.067,40 euros. El contrato incluía el alumbrado de las Navidades de 2015, las de 2016 y 2017. Pero también las luces ornamentales del Entroido y de las Festas da Peregrina de los últimos dos ejercicios.

La edil de Festas reconoció este jueves los "graves problemas" del alumbrado navideño de este año. Los servicios municipales elaboran un informe con todas las deficiencias técnicas –no estéticas–. Sus conclusiones serán fundamentales para establecer el tipo y cuantía de la sanción a la firma, que ha tenido problemas en otros ayuntamientos. "Non é de recibo que o alumeado navideño dea problemas pola humidade. Que chovese era previsible", apunto Da Silva.

La concejala del BNG avanzó que en futuros contratos se extremarán las exigencias técnicas, de mantenimiento y estéticas para que "isto non volva pasar". "O alumeado é un elemento fráxil e sempre hai problemas. Pero como os deste ano, que foron sistemáticos, non", zanjó.

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