Atrapada por el dolor de una hernia discal: "Hay días que duermo en la bañera"

Una paciente de Sanxenxo lanza un SOS al Sergas para poder ser operada después de que anulasen su consulta en Trauma en Navidad
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photo_camera La joven muestra todas las reclamaciones presentadas. CEDIDA

Atrapada por el dolor de una hernia discal a los 25 años, sin poder hacer vida normal y dependiendo de medicaciones como el fentanilo o la morfina para soportar el padecimiento. Es la situación de una paciente del Servicio Galego de Saúde, C. E. M., que quiso lanzar una llamada de desesperación fijando el foco sobre su situación personal y la de los enfermos como ella, tras comprobar que, entre los tiempos de espera para las unidades de Traumatología y del Dolor y la crisis sanitaria, suma casi un semestre de baja sin que se ponga fecha aproximada a su operación. Tras ser atendida por primera vez en octubre, la mujer tiene este lunes su primera cita presencial en la Unidad del Dolor. Y ello, a pesar de sus múltiples consultas por urgencia y reclamaciones.

La joven explica que su baja por lo que parecía una ciática que tendría solución sencilla se inició el 24 de agosto de 2020, pero que, ante "la falta de respuesta" y el padecimiento que le estaba causando, "me pagué las pruebas en el Hospital Quirón y ahí descubrí que tengo una extrusión discal. Desde esa fecha no me dieron cita hasta el 29 de octubre en la unidad de Traumatología del CHOP. Allí me dijeron que entraba en lista de espera preferente para operarme. Pero a pesar de que soy preferente, no tengo respuesta. El día 24 tenía una cita con el traumatólogo, que se adelantó por las muchas consultas de Urgencias que llevo, pero se suspendió esa misma mañana: llamaron y me dijeron que era por vacaciones de los médicos. Ahora, hasta el 18 febrero no podrá atenderme la persona que me va a operar, ni oír lo que tengo que decir de que no soporto el dolor. Pasarán los tres meses de la lista de espera y parece que seguiré así", lamenta.

La joven lleva casi un semestre de baja sin que se ponga fecha aproximada a su operación

Acuciada por el sufrimiento físico que le provoca la extrusión, la paciente acude a urgencias cada vez que no lo soporta. Allí le administran "suero mórfico", que la seda "y me deja más que dormida un día o dos". Pero esta solución no es suficiente, como no lo fueron "las siete u ocho pastillas al día que estuve tomando antes", o los parches de morfina que se tiene que colocar en actualidad, ni la alta dosis de pregrabalina que se está administrando a diario. La sanxenxina, consciente de que "a lo mejor hay más gente como yo, o peor", reclama que la Sanidad Pública "además de mirar el coronavirus, mire a todos los pacientes, porque estamos sufriendo" y expresa su frustración por "no poder trabajar".

"Yo tenía un puesto como operaria en una fábrica de pescado antes de la baja. Ni siquiera sé si podré desempeñarlo después de la operación, pero me da mucha rabia tener un trabajo y una vida y tener que estar en casa, cuando ya podía estar con la rehabilitación y, tal vez, recuperar mi actividad".

Lo que peor lleva es la convivencia con un dolor que no la deja "dormir, levantar, pesos, ni hacer nada. A veces, para poder descansar, incluso duermo en la bañera, pero me levanto cada día porque sé que si me quedo en cama y cedo, será peor", dice.

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