Balonmano: recompensa de bronce

Barrufet, portero de la selección española de balonmano (EFE)
photo_camera Barrufet, portero de la selección española de balonmano (EFE)

La selección española se ha colgado su tercer bronce olímpico en balonmano, tras derrotar por 35-29 a Croacia. Con esta medalla de los de Juan Carlos Pastor ya son 17 los metales en el medallero español, a falta de la decimoctava, asegurada en baloncesto.

La selección de balonmano consiguió olvidar la imagen de la derrota de las semifinales ante Islandia. Los de Pastor se deshicieron de la decepción y lo dieron todo para conseguir la recompensa del bronce.  Una gran defensa y un Carlos Prieto inspirado batieron a los croatas en un partido igualado en la primera mitad, pero marcado por el desplome de los croatas en la segunda parte.

Sin embargo, el guión del encuentro empezó de otra manera. España tardó cuatro minutos en ver la portería. Alberto Entrerríos, que estaba físicamente "tocado", marcó un gol que estuvo vigente hasta el minuto siete, síntoma de una España bloqueada en ataque. Jugaba muy rápido, sin pausa alguna y con demasiado apremio.

Sin embargo, los de Juan Carlos Pastor salieron "enchufados" en defensa y Hombrados también. Con el pivote muy abierto, Croacia buscaba los huecos que los españoles se empeñaban en sellar. La única rémora era no aprovechar las superioridades, un déficit adherido al equipo español.

Por el contrario, dos exclusiones de Belaustegui lastraron a los croatas, que se marcharon 8-6, pero España recurrió a Prieto e Iker para equilibrar la balanza. Un gol de Juanín García puso a los españoles por delante (9-10).

Albert Rocas, el mejor español del torneo olímpico, no estaba hoy especialmente "iluminado", pero España era hoy un equipo y donde no llegaba uno llegaba el de al lado. Croacia, última campeona olímpica, se fue al descanso dos arriba con España otra vez "bloqueada" en ataque, sobre todo desde los nueve metros.

Seguda mitad decisiva
Los españoles parecían físicamente más enteros, pero Croacia manejaba mejor el ritmo. Pero un parcial de 3-0 en la reanudación cambió el estado del partido. De la mano de Hombrados y de Víctor Tomás, España se puso 14-15 y Croacia se tambaleó. Sin embargo, los gigantes no se desploman fácilmente.

España se agarró a sus extremos, Juanín, Víctor Tomás y Davis, para colocar un 19-21 en el electrónico que ya invitaba al optimismo. Los de Pastor ya estaban "hilvanando" la cinta de la medalla y el técnico vallisoletano lo sabía. ¡Ya lo tenemos!, decía desde el banquillo.

Croacia se paró "en seco" en la frontera de los 22 goles. Balic aparecía cansado y España apretó todas las clavijas en defensa.

En ataque, Belaustegui, Iker, Entrerrios o Prieto, todos ayudaron para colgarse el bronce mientras a Croacia se le "fundían" los plomos. La medalla fue la consecuencia lógica del alma de equipo de los de Pastor.

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