Por contradictorio que parezca, la lucha contra el cambio climático puede ser muy rentable para la industria forestal. Es más. El abanico de posibles usos de la madera ha empezado a expandirse bajo la premisa de reducir los gases de efecto invernadero y hoy, en Galicia, ya están en marcha varios proyectos que reinterpretan las utilidades del pino y otras especies.
La pasta de papel está siendo tratada para generar fibras textiles destinadas al mundo de la moda y la previsión es que este uso se vea incrementado en un 3,9% hasta 2030 a nivel Europa. Al mismo tiempo, se calcula un aumento del 1,8% del uso de la madera como elemento sustituto de materiales de construcción más lesivos para el medio ambiente (como el acero y el ladrillo), y como materia prima principal para fabricar embalajes. Y además, está previsto que crezca un 1% su uso en grandes edificios, desde inmuebles con pocas plantas a otros con formato torre.
Con solo estos tres nuevos usos de la madera se podría alcanzar una reducción de 104 millones de toneladas de CO2 y una demanda simultánea de 213 millones de metros cúbicos de madera. ¿Quién sostiene las cifras? Expertos en la materia y, entre ellos, el director de la Escola de Enxeñería Forestal de Pontevedra, Juan Picos, que el lunes preveía exponer estas previsiones en la Cumbre del Clima y que finalmente tuvo que delegar en un compañero por motivos de agenda. El profesor debía acudir a la presentación de los datos de La Cadena Forestal-Madera de 2018, celebrada este lunes en la escuela.
PROYECTOS. Para Picos la capacidad de crecimiento de la industria forestal no solo es una oportunidad, sino un deber motivado por la urgencia de contribuir con la sostenibilidad del planeta. De hecho, considera que el sector "debe tomar o liderazgo" en la apuesta por la recuperación de los materiales sostenibles y biodegrabales, ayudar a "poñelos en valor" frente al consumidor y colaborar con otros sectores estratégicos gallegos "para afrontar mellor esa transición". "A construción con estruturas de madeira pode ser o buque insignia da colaboración do sector forestal", dijo tras el acto.
El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, incidió en esa misma presentación en que la Xunta apuesta por abrir nuevas líneas de negocio para la industria forestal vinculadas a la "economía circular" y a la "bioeconomía". Y en que, además, la Administración autonómica reforzará la construcción "sostible" de instalaciones públicas. Así, la madera será protagonista en los futuros centros de salud de Porriño y Moaña, en la Galiña Azul de A Estrada, el edificio administrativo de la Universidade de Vigo y en la rehabilitación de San Caetano (sede central de la Xunta en Santiago de Compostela).
Por otro lado, Conde anunció que en los Orzamentos de 2020 (cuya aprobación está prevista para este mes), tres de cada cuatro euros reservados para la industria forestal estarán destinados a las nuevas tecnologías, proyectos de innovación e iniciativas "ecosostenibles". Una de las partidas será dedicada a ayudas para que los jóvenes asentados en el rural construyan viviendas de madera. "A prioridade da Xunta é impulsar a construción en madeira", concluyó Conde.
"A VIABILIDADE DA INDUSTRIA ESTÁ DIRECTAMENTE VINCULADA COA CONTINUIDADE DE ENCE"
El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, indicó que "a viabilidade da industria forestal está directamente vinculada coa continuidade de Ence", cuya prórroga fue recurrida ante los tribunales por el Concello, la APDR y Greenpeace).
El popular incidió en que la fábrica emplea de forma directa e indirecta a "5.000 familias" y su actividad tiene un impacto sobre 80.000 productores de madera a los que abona cerca de 130 millones. "Non poderíamos entender o sector forestal en Galicia sen a permanencia de Ence", indicó a preguntas de los medios.
Por su parte, el director de la Escola de Enxeñería Forestal de Pontevedra, Juan Picos, incidió en que el sector forestal tiene varias ramas interrelacionadas y que "Ence non é a única empresa da industria", pero sí una compañía "importante" por su relación con empresas dedicadas a la producción, transformación y transporte de madera. "Non todo empeza a acaba en Ence, pero Galicia non pode permitirse non estar nun sector como é o da pasta da papel", señaló.
RÉCORD. EL SECTOR FACTURA 2.300 MILLONES Y GENERA 21.190 EMPLEOS DIRECTOS
La industria forestal y de la madera gallega alcanzó en 2018 una facturación de récord, de cerca de 2.300 millones de euros, un 2% más que durante el ejercicio anterior. Además, aumentó el número de puestos de trabajo en un 4,8% respecto a 2017, generando cerca de 21.190 asalariados directos, que supusieron el pago de 465 millones en sueldos y 135 millones en concepto de cotizaciones.
En lo que respecta a la distribución provincial, A Coruña lidera ampliamente los empleos asociados, duplicando los valores de empleo de cada rama que presentan el resto de provincias. Solo hay una excepción: la industria del papel, que está liderada por Pontevedra.
Por segmentos de actividad, la industria de la pasta de papel batió en 2018 su plusmarca, llegando a una facturación de 1.043 millones. El área de empresas rematantes también mejoró sus cifras, superando los 462 millones, y el de las firmas de aserrado otro tanto de lo mismo, llegando a los 364 millones. La única que registró un descenso (del 17%) fue la dedicada a carpintería y muebles y, aún así, rozó a los 405 millones. "Fue un sector muy laminado por la construcción, pero la previsión es que remonte", indicó Juan Picos.
En las últimas tres décadas la industria "ha cambiado radicalmente". Europa y EEUU han reducido su dominio y los "paísese emergentes ya han emergido".
