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Buceo recreativo en la Ría de Pontevedra

Una de las mejores opciones durante todo el año para los amantes del mar que nos permite ver de primera mano las maravillas de nuestros fondos marinos, para aficionados o profesionales, a un paso de casa
Antonio Larrauri acerca el material para la inmersión. M. BARÁ
photo_camera Antonio Larrauri acerca el material para la inmersión. M. BARÁ

El pasado día 8 de junio se celebró en todo el mundo el Día Mundial de los Océanos. Después de un confinamiento obligado por la pandemia, el buceo recreativo es una excelente opción para desconectar durante unas horas del loco mundo en el que vivimos. Así, de paso, ayudamos a los negocios locales a remontar esta delicada situación económica que afecta a casi todo el tejido empresarial, pero en especial al dedicado al ocio y la cultura.

Antonio Larrauri es un joven emprendedor procedente de Madrid que llegó a Sanxenxo hace tres años y decidió a poner en marcha WAYUU, un negocio dedicado al ocio subacuático en una de las rías más bonitas del mundo, la de Pontevedra. No tenemos que viajar a países exóticos para recibir una clases de buceo o planificar salidas en grupo para admirar el impresionante fondo marino. WAYUU, una empresa modélica instalada en el puerto deportivo de Sanxenxo, cuenta con lo último en equipos de inmersión, botellas de buceo técnico, una cómoda Zódiac de 8,5 metros, con capacidad para diez personas y una potencia de 300 CVs. Antonio ofrece todo tipo de opciones, muy asequibles, para descubrir de primera mano los tesoros que esconde el fondo de nuestra ría, que van desde cursos de Open Water (18 m), avanzado (hasta 30 m) a inmersiones entre las que destacan el buceo adaptado, para personas con discapacidades cuando éstas lo permiten, y en buceo técnico como el Profundo, Traje Seco o Nitrox. Interesante opción para familias, ya que los niños a partir de los 8 años pueden bajar con botella hasta los 6 metros o practicar el Snorkel de superficie, una estupenda opción de buceo en familia y una auténtica experiencia para los más pequeños.

En esta ocasión acompaño al lucense Luis López Cordeiro, médico en activo, que ha viajado por todo el mundo especializado en fotografía subacuática; el pontevedrés Pedro Alonso, buzo  especializado en filmar la flora y fauna marina; Jorge Blanco, , que formó parte del equipo de Telefónica en la Volvo Ocean Race y Antonio, el propietario.

Iniciamos la marcha una mañana con el mar como un plato en el barco fondeado en el puerto de Sanxenxo. Todos practican submarinismo desde hace años, porque una vez que empiezas es difícil dejarlo atrás. Una delicia la travesía hasta algún lugar de A Mourisca en el que fondeamos. Se inicia entonces el ritual de la puesta a punto del equipo con las botellas, cámaras y señalizaciones. Nos acompaña Nimodo, el perro de aguas de Antonio, que ladra cada vez que se zambullen en el mar. La profundidad en la zona es de siete metros y el agua es tan cristalina que se llega a ver el fondo desde el barco. La inmersión se realiza por parejas y ya han establecido la duración en una hora.

Bajo el agua los sonidos del mundo exterior desaparecen y nuestra respiración pasa a un primer plano, una sensación de ingravidez y silencio sonoro que no se puede comparar con nada conocido. Un deporte que se recomienda en general como práctica relajante y para liberar estrés. Un universo por descubrir de espectaculares colores en el que podemos ver pulpos, nécoras y centollas, además de caballitos de mar, sepias o la pinta rosa, que es un pequeño tiburón que aquí se conoce con el nombre de melgacho, infinidad de estrellas de mar de diferentes colores, el pez luna (Mola mola), la raya mosaico (Raja undulata) o la casi desaparecida raya eléctrica.

Pedro Alonso destaca lo que podemos contemplar en nuestro fondo marino: formaciones de algas pardas, que se caracterizan por tener tallos muy largos y hojas grandes; el espirógrafo marino, también conocido como plumero de mar, que es una especie de gusano que James Cameron utilizó en una escena de Avatar; o los nudibranquios, que son babosas de mar en las que están basadas algunas figuras de los Pokémon. Sobre los nudibranquios destacar que se están descubriendo en la actualidad nuevas especies en la ría por biólogos y buceadores aficionados.

También es fácil avistar especies grandes como los delfines, entre ellos mulares, que hace cientos de años habitan en nuestra ría atraídos por los grandes bancos de sardinas, o en primavera en las inmediaciones de Ons al tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), el segundo pez más grande del mundo, de 10 metros de longitud. La isla también es ruta anual de cachalotes y algún rorcual (ballena de aleta). Todas estas especies y muchas más conforman el maravilloso jardín de nuestro mar a la puerta de casa.

Pedro Alonso se lamenta sobre el hecho de que "están desapareciendo los grandes bosques de laminarias y algas pardas, cuando son el refugio y zona de cría de numerosas especies. Cada vez quedan menos espacios con Zostera marina, también una de las principales zonas de cría y una planta marina con una capacidad de absorción de CO2 y producción de oxígeno superior a la selva amazónica".

Vivir personalmente un pequeño documental en nuestro mar a tiro de piedra, un plan para tus vacaciones en cualquier época del año, te espera en Pontevedra.

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