Caótica vuelta al cole en autobús en Caldas

''Que cristo!'', ''Isto é o show de Benny Hill'' o ''Marean a un santo'' fueron algunos de los comentarios que madres, padres y conductores de autobuses del transporte escolar proferían este lunes a las puertas del colegio Alfonso VII a la hora en la que toca el timbre que anuncia el final de las clases. El motivo era el caos creado por el nuevo sistema de recogida de los alumnos que utilizan los autocares, que todavía tienen prohibido bajar a la Carballeira y que ha reactivado el malestar suscitado a principios de año cuando se cortó el acceso a la antigua 'pista roja' con motivo de las obras de remodelación del espacio urbano. A mediodía volvió a repetirse la situación, a pesar de la presencia de la Policía para dirigir el tráfico en la zona.

Entonces el Concello de Caldas puso en marcha una reorganización del sistema, amparada por los informes técnicos de la Policía Local, que consistía en que los autobuses estacionaran en la calle José Salgado, delante del colegio, para dejar y recoger a los escolares. Más complicado lo tenían los estudiantes del IES Aquis Celenis, a los que los autocares dejaban junto a la piscina, antes de emprender escaleras abajo hacia el centro.

Provisional

El Concello mantuvo en todo momento que esta medida sería provisional mientras durasen las obras y las vacaciones de verano únicamente sirvieron para dejar el asunto en un limbo del que se cayó, precipitadamente, en la mañana de ayer. La Policía Local se encontró ayer con una nueva organización aprobada por el Claustro del CPI Alfonso VII. Esta consiste en que los diez vehículos del transporte escolar (entre autocares y minibuses) estacionen junto a la marquesina; los niños de tres a cinco años salen por la puerta principal, mientras los demás lo hacen por el portalón del patio, en la Carballeira, y se ven obligados a recorrer el nuevo empedrado y subir las escaleras. La situación será peor con lluvia.

El problema lo sufren, sobre todo, padres que tengan hijos en distintos grupos y los acompañantes de los autobuses, que no pueden multiplicarse para recoger a la vez a los niños por ambas salidas. Este hecho provoca, a su vez, que los buses salgan con retraso, descontrolando la combinación de líneas con otros centros, por lo que responsables de la empresa adjudicataria reclamaron la presencia de un inspector de Educación para poner orden.

''Os políticos non son partidarios de que os buses entren na carballeira, pero a superficie está preparada para iso. Entraron tráilers de Cultura Quente e das festas que triplican o peso e non houbo problema. Isto era provisional''. El jefe de la Policía Local, Manuel Castro, sostiene que el acceso para los autocares debe ser por la Carballeira. ''Habería menos caos de tráfico e máis seguridade para os alumnos''.

Comentarios