¿Cárcel a los 90? ¿Conducir hasta cuándo? Reflexiones tras el atropello de A Guarda

Un nonagenario fue condenado a cuatro años de cárcel por el accidente en el que murieron dos ciclistas
Atropello de ciclistas en A Guarda. AEP
photo_camera Atropello de ciclistas en A Guarda. AEP

La condena de cuatro años de prisión a un nonagenario por atropellar en A Guarda a un pelotón de catorce ciclistas, dos de los cuales murieron, devuelve a la actualidad un viejo debate: ¿hasta qué edad se debería entrar en la cárcel?

Y no solo eso. También invita a reflexionar sobre la longevidad de los conductores, sobre las pruebas psicotécnicas para renovar el carné y sobre la necesidad de endurecer las penas relacionadas con atropellos de ciclistas, tal y como reclaman diversos colectivos.

En el Código Penal no existe límite de edad alguno, pese a la falsa creencia extendida de que en España, a partir de los 70 años, no se entra en prisión, tal y como recuerda a Efe una portavoz de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Tampoco lo hay en el reglamento de Instituciones Penitenciarias, en el que solo se hace mención a la edad en su artículo 196, donde se especifican los requisitos para acceder a la libertad condicional para mayores de 70 años y para enfermos terminales.

A estos se les exime del requisito de haber extinguido las tres cuartas partes o, en su caso, las dos terceras partes de la condena o condenas impuestas.

Otro artículo, el 104.4, sí contempla la concesión del tercer grado por razones humanitarias y de dignidad personal a enfermos muy graves con padecimientos incurables.

Las últimas estadísticas oficiales actualizadas reflejan un incremento de penados (con sentencias firmes) mayores de 60 años en las cárceles españolas: en diciembre de 2019 eran 2.463 reclusos, 2.287 hombres y 176 mujeres, mientras que en el mismo mes en 2011 eran 1.756.

Desde Instituciones Penitenciarias matizan que este dato se explica, en parte, en que los internos con largas condenas, como, por ejemplo, por delitos de terrorismo o multirreincidentes que encadenan varias penas, acaban "envejeciendo" entre rejas.

Pero también es un reflejo del incremento de la esperanza de vida en España y de que la criminalidad no tiene edad.

Entre los reclusos más veteranos los delitos más comunes son los asesinatos, homicidios, violencia de género o contra la libertad sexual en sus diferentes modalidades.

El caso más llamativo, por razón de edad, es el de un hombre de 94 años que ingresó en prisión provisional acusado de haber matado a bastonazos a un compañero de residencia en Burgo de Osma (Soria) a comienzos de 2019.

Ante esta realidad, Instituciones Penitenciarias trabaja desde 2011 en la mejora de la atención de los pacientes mayores y con necesidades especiales, como por ejemplo reclusos con movilidad reducida.

En el caso del nonagenario condenado a cuatro años por el atropello de un pelotón en A Guarda en marzo de 2016, su defensa no plantea, al menos en este momento procesal, un recurso basado en las condiciones físicas y mentales de su cliente. Lo hará por cuestiones estrictamente "técnicas", según ha trasladado a Efe el abogado de Manuel Benito A.L., ya que el fallo es susceptible de recurso ante la Audiencia de Pontevedra. Ello a pesar de que el juicio se tuvo que aplazar el pasado noviembre porque el acusado había ingresado en el hospital en los días previos por una "dolencia física".

Mientras, la abogada de una de las dos víctimas mortales de aquel atropello considera que por la cuantía de la pena, "la máxima" que podían pedir por los delitos imputados Fiscalía y los abogados de cuatro víctimas personadas en la causa, este hombre, que hoy tiene 91 años, debería ingresar en prisión.

Varios ciclistas atropellados se congratulan por la reparación moral que supone esta sentencia y aseguran que les es indiferente, incluso alguno que no le gustaría, que el conductor entre en prisión. Sea como fuere, este caso supuso un punto de inflexión para la Fiscalía de Seguridad Vial de Galicia, que pidió que se investigase si en la renovación del carné de conducir de este hombre, que en la fecha del atropello masivo tenía 87 años, el psicotécnico cumplió con las exigencias requeridas.

Previamente, Fiscalía había abordado con la Guardia Civil la necesidad de investigar la renovación de los carnés en Galicia, sobre todo a personas mayores, en vista de algunas situaciones de riesgo provocadas por estos, como circular en sentido contrario, algo que se da con cierta frecuencia en esta comunidad autónoma.

Fuentes de la Fiscalía consultadas por Efe detallan que de ese seguimiento, realizado en 2016 y 2017 derivaron denuncias por supuestas irregularidades a dos psicotécnicos de la provincia de Lugo, que han dado a sendos procedimientos judiciales, actualmente en fase de instrucción, y a otro de la Provincia de Pontevedra, que se sobreseyó.

La principal conclusión, señalan desde el Ministerio Público, es que las renovaciones fraudulentas o, como mínimo, "poco exigentes" para las personas de edad avanzada, no son una práctica generalizada en este tipo de gabinetes.

Las estadísticas de la Dirección General de Tráfico recogen que en enero de 2019 había en España 461.655 conductores mayores de 74 años con el carné en vigor. Solo en Galicia se superaban los 44.000.

Tráfico tampoco establece una fecha tope para poder conducir vehículos a motor. Solo reduce a la mitad, de diez a cinco años, la periodicidad para la renovación del carné a partir de los 65 años.

La reforma del Código Penal
Colectivos de ciclistas y de triatletas vienen reclamando una reforma del Código Penal para, entre otras cuestiones, la creación del delito específico de abandono del lugar del atropello, la modificación de las imprudencias provocadas por alcohol o drogas; o la creación de una unidad especial de ciclistas camuflados de la Guardia Civil para controlar a los conductores.

También demandan la reducción de velocidad los fines de semana entre las 7 y las 15 horas en las zonas frecuentes de paso de ciclistas, mayor vigilancia del uso de drogas y alcohol en conductores y un plan estratégico estatal de la bicicleta. A raíz de aquel atropello masivo en marzo de 2016, la Xunta reformó el carril bici que discurre paralelo a la carretera que une Baiona y A Guarda, al sur de la provincia de Pontevedra, para mejorar las condiciones de circulación y de seguridad. 

Comentarios