El Juzgado de lo Mercantil número 1 ha dictado la primera sentencia de Galicia contra el demoninado "cártel de los camiones", integrado por los principales fabricantes de camiones de Europa (Daf, Daimler-Mercedes, Iveco, Man, Renault-Volvo y Scania), que entre 1996 y 2011 pactaron un sobrecoste de los precios y anularon la competencia entre marcas. Una maniobra ilegal que la Comisión Europea descubrió en 2016 y sancionó con más de 3.800 millones euros.
A raíz de esas millonarias multas a los fabricantes, se abrió la opción de que multitud de particulares que habían adquirido algún camión de más de seis toneladas durante esos 15 años presentase una demanda por los perjuicios que les causó la manipulación.
Fue el caso de un empresario pontevedrés, defendido por el bufete Rodríguez y Nogueira Abogados, que acaba de ganarle el pulso legal a Iveco por la compra de cinco camiones en el año 2009 por un importe superior a los 400.000 euros.
La empresa decidió no comparecer y la sentencia dictada el pasado 30 de agosto fija una indemnización para el empresario de 32.000 euros, a los que hay que sumarles los intereses devengados desde la fecha de compra. La cifra final ronda los 45.000 euros.
Javier Nogueira, uno de los letrados que capitaneó la demanda, admite la dificultad del caso, "por cuanto hubo que tener en cuenta el derecho internacional y la reclamación de daños fue completa de determinar". A mayores, los representantes del afectado tuvieron que superar los reveses administrativos causados por el Gobierno español, que no transcribió a tiempo la directiva de Competencia.
Las marcas que integran el "cártel de los camiones" aglutina el 95% del mercado, por lo que Javier Nogueira considera que hay miles de potenciales perjudicados que podrían secundar la iniciativa de su cliente y demandar al fabricante al que le hubiesen adquirido un camión entre 1996 y 2011. "Nuestro despacho se compromete a no cobrarles ni un euro hasta que tengamos una sentencia a nuestro favor. El cliente solo debería hacerse cargo de las costas del proceso", puntualiza.
DOS DE CAL, UNA DE ARENA. Y es que no todas las demandas prosperan. Las primeras sentencias contra el "cártel de los camiones" en España comenzaron a dictarse a finales de 2018. Un Juzgado de Murcia estimaba la reclamación presentada por una empresa transportista contra una de las marcas participantes en la trama y la condenaba a indemnizarla con 148.680 euros.
La sentencia desataba la euforia de los miles de transportistas que habían interpuesto demandas similares, pero su alegría se diluyó semanas después, cuando tanto el Juzgado mercantil Nº1 de Murcia como el de Zaragoza fallaban a favor de los fabricantes denunciados, desestimando ambas demanda. Es decir, la Justicia daba a los compradores una de cal y dos de arena.
No obstante, el precedente que sienta ahora el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra puede reactivar las querellas. Nogueira apunta que "muchos compradores no habían ejercido acciones legales hasta ahora bien por desconocimiento, bien porque el coste de la acción. Pero pensamos que eso puede cambiar ya".
