‘Se alquila vivienda unifamiliar de 200 metros cuadrados en la aldea de Poulo, en Gomesende (Ourense). Tiene cuatro dormitorios, cocina, baño y una bodega repartidos entre bajo y primer piso, con una finca exterior vallada de 1.500 metros cuadrados. Precio: 50 euros al año’. Este anuncio es real y al arrendador no se le bloqueó la tecla del cero al poner las cuotas. Lo que ocurre es que no lo mueve un afán lucrativo, sino su deseo de "atopar a alguén que se comprometa a vivir na casa e desenvolver un proxecto de vida no rural".
"O pago dos 50 euros anuais é simbólico", comenta el promotor de este "proxecto de cesión de uso e vivenda social", que recalca que busca a "alguén que coide" el inmueble y, en definitiva, lo convierta en su hogar. Por ello ahuyenta a especuladores o inquilinos que busquen pasar unas vacaciones mediante varias cláusulas.
En primer lugar, el contrato tiene una duración mínima de 8 años, prorrogables a 10. Y, por otra parte, el formulario de inscripción obliga a comprometerse por escrito a residir en la vivienda y a "traballar as fincas". Lo sintetiza el lema con el que el propietario publicita la oferta: "A casa para quen a traballa".
Quien haya llegado a estas líneas y se esté preguntando cómo puede alquilar la Casa da Poza —como se denomina el inmueble— solo tiene que acceder a la web www.casadapozapoulo.wordpress.com, donde ya pueden realizarse las inscripciones —el plazo estará abierto hasta el 30 de abril— y se especifican todos los detalles de la oferta, además de una amplia galería fotográfica tanto de la vivienda como de su entorno, un bucólico núcleo rural de la comarca de Celanova que, como destaca el dueño, se encuentra a media hora en coche de Ourense y a 45 minutos de Vigo. Además, está a 20 metros de una panadería y a 50 de unos ultramarinos.
¿QUIÉN TIENE PRIORIDAD? De entre las numerosas solicitudes que se vislumbran, el dueño explica que seleccionará él mismo cinco propuestas finalistas, de las que saldrá elegida la ganadora. Primará que los solicitantes sean un grupo de personas frente a un solo inquilino, con el objetivo de garantizar el trabajo en las tierras. "O proxecto está aberto a todo o mundo, pero lóxicamente anteporemos aquelas solicitudes nas que figuren varios arrendatarios, e tamén valorarase que teñan relación previa coa actividade agrícola".
La entrega de llaves está prevista para el 1 de julio y se dará "un prazo máximo de 3 meses logo de firmado o contrato" para trasladarse a la casa, que agradecería de algunos arreglos y desbroces en la finca al llevar una década en desuso, aunque ya es habitable.
