El CEIP A Carballeira podrá estrenar el nuevo comedor a la vuelta de Navidades

La Consellería invierte 72.000 en la infraestructura modular. La Fanpa duda de su idoneidad por cuestiones de espacio y seguridad
Pérez Ares visitó las obras de acondicionamiento del módulo con un inspector, un técnico y la directora. DAVID FREIRE
photo_camera Pérez Ares visitó las obras de acondicionamiento del módulo con un inspector, un técnico y la directora. DAVID FREIRE

El CEIP A Carballeira de Lourizán podrá estrenar su nuevo comedor escolar, como muy tarde, al regreso de las vacaciones de Navidad. Es la previsión del jefe territorial de Educación, César Pérez, que ayer visitó las obras de instalación del módulo prefabricado que acogerá este servicio, ya que el aula donde se presta actualmente es necesaria para impartir clase dado el aumento de matrícula en el centro que obligó a reorganizar espacios.

De ese modo, tal como explicaron él y la directora del colegio, María Gómez, el actual espacio del comedor, en la planta baja, se convertirá en el aula de 5º de Infantil, que dejará su actual estancia al alumnado de 2º de Primaria, "que están nunha aula pequeniña —apuntó Gómez—. Gañamos todos". "É unha demanda que nos fixera o equipo directivo e a comunidade educativa", explicó Pérez Ares.

"Este modulo está previsto para acoller entre 40 e 50 comensais. Esperemos que ao longo deste mes de outubro quede acabado e despois faríase o traslado, aínda que igual esperan a primeiros de ano, iso xa é de réxime interno do propio centro". Esta opción fue tomada porque "non había ningunha posibilidade de ampliación" en el edificio principal. Así, "o máis axeitado" fue instalar un módulo prefabricado. Su coste fue de 45.000 euros, a los que hay que sumar otros 27.000 para conectarlo a las redes de abastecimiento de agua y saneamiento y al suministro eléctrico del colegio.

De planta baja, cuenta con una superficie de 66,5 metros cuadrados. Pérez Ares destacó que la infraestructura dispone en su interior de un aseo y un equipo de aire acondicionado y dispone de todos los acabados adecuados para destinarlo a comedor.

El presupuesto, no obstante, no se quedó ahí. Fue preciso un transporte especial para trasladarlo desde el centro educativo en el que es encontraba y, a mayores, su instalación está vigilada minuciosamente por una arqueóloga, dada su proximidad al petroglifo situado en el recinto escolar, prácticamente pegado.

"Neste caso tamén houbo que facer as preceptivas sondaxes arqueolóxicas previas polo tema do petróglifo. Estase facendo un seguemento da obra para a preservación do patrimonio natural sen que impida a instalación. Contamos coa autorización pertinente". Se trata, añadió el jefe territorial, da "convivencia entre o pasado e o presente".

La directora, por su parte, agradeció que la Xefatura atendiera la petición después de un año "duro, de loita". También destacó el incremento de matrícula, ya que si hace tres años todo Infantil estaba agrupado, ahora la etapa se divide en tres unidades, con un total de 35 niños. Otros 65 cursan Primaria. Buena parte del mérito lo tienen el propio comedor —puesto en marcha hace cinco años y que en octubre tendrá entre 40 y 45 usuarios— y el Plan Madruga, así como "as actividades de robótica, novas tecnoloxías... É un traballo de todos".

Un módulo prefabricado podría ser también la única solución para dotar de comedor al CEIP de Ponte Sampaio, onde "pola afectación marítimo-costeira non podemos facer absolutamente nada". No está descartado, pero de momento "non o podo garantir. Estamos en permanente contacto co equipo directivo, xa que este centro tamén gañou alumnado".

Según criterios técnicos, existe espacio para instalarlo, pero está por ver si se encaja en las exigencias legales. "Necesitamos a autorización de Costas. Intentaremos falar con eles ao longo deste curso, pero agora mesmo temos que aprazalo un par de meses porque temos que pechar moitas obras".

RENUNCIA

La instalación de este módulo en A Carballeira ha levantado suspicacias en la Federación Provincial de ANPA (Fanpa). Su presidente, Rogelio Carballo, duda seriamente de que la infraestructura cumpla las condiciones de espacio y seguridad para acoger un comedor escolar. También criticó que ni la Xunta ni el centro contactasen con la entidad "sendo nós os responsables do comedor, e non se nos informou das características construtivas nin de espazo". Es por ello que "pensaremos moito en seguir prestando os servizo e non descartamos renunciar" si consideran que no cumple una estricta normativa.

Carballo explica que la ratio que utilizan en los demás comedores es de dos metros cuadrados por persona, por lo que duda de que la superficie del módulo sea suficiente para los 40 alumnos que lo utilizarían diariamente. En este caso, apuntó, "a ANPA e a Fanpa imos da man".

Además de cuestionar la idoneidad de la infraestructura, aludió a una reunión celebrada el año pasado con el secretario xeral técnico de la Consellería, Jesús Oitavén, en la que "nos dixo que nunca máis farían un comedor escolar en instalacións provisionais".

En todo caso, apostilló, si resulta una solución válida "poñer unha caseta enriba dun petróglifo, é igual de factible facelo no colexio de Ponte Sampaio". Carballo recordó que fue la Fanpa la que asumió el comedor con solo cuatro usuarios y eso fue clave para el incremento de la matrícula. "A Consellería non o poñería con menos de 35", asegurou.