Opinión

Centenario de la Base Naval de Marín

Augusto Miranda y Godoy (1855-1920) inquieto y estudioso en bien de la Marina de Guerra Española, a la que estaba entregado en cuerpo y alma, elaboró, durante su mandato como ministro de Marina, la que sería la 'Ley de Escuadra', que pasaría a la historia como 'Ley Miranda', del 17 de febrero de 1915 y que supuso el definitivo nacimiento del Arma Submarina Española. Al amparo de dicha ley se crearon en Galicia las bases navales A Graña (Ferrol), la de Ríos (Vigo), donde se instaló la ETEA, la de Vilagarcía, y la de Marín, que después se convertiría en el Polígono de Tiro Naval Janer y posteriormente en la actual Escuela Naval de Marín. 

Todo se inicia con una R.O. de 1915 que declara de utilidad pública y sujetos a expropiación los terrenos donde se instalaría la Base Naval, descritos por el periódico de la época Morrazo, "los que comprende el tramo desde la cabeza del puente metálico a la playa del baño de mujeres y toda la zona hacia el mar". Un año después representantes del ministerio de Guerra, junto con el alcalde de Marín, José del Río Paredes (Ferretería do Bicho), y los expropiados acudieron a la cita de ocupación de los aproximadamente 24.000 metros cuadrados de terrenos. Seguidamente las obras salen a concurso bajo el enunciado de 'Construcción de una Base Naval de aprovisionamiento de sumergibles en Marín' consistentes en la explanación de terrenos, edificación central eléctrica, nave de talleres, almacenes y pabellón de servicios y personal. La noticia de la adjudicación de las obras tuvo una gran acogida entre la Corporación Municipal que manifestaba su satisfacción con estas palabras, según constan en acta: “la Base Naval dará importancia al puerto, además de facilitar trabajo a numerosos obreros y aminorar la crisis del paro” y acordaba por ello poner el nombre de Augusto Miranda "a la zona comprendida entre la Travesía del Rey al Dique Oeste" (en la actualidad es la calle que une Almuíña con Serafín Tubio, donde se emplaza todos los jueves el Mercadillo). Además se acuerda "aplazar las fiestas de Marín al día de la colocación de la primera piedra" lo que tendría lugar en 1917 con asistencia del propio ministro. En el acto sonaron las notas de la banda de música de Marín; se engalanaron balcones y ventanas; se tiraron fuegos de artificio, y se dispararon salvas desde el crucero Carlos V que se encontraba en puerto. 

Las obras, en su primera fase, no finalizarían hasta 1920 en que fueron inauguradas con entrega de llaves y ocupación de la Nave de las primeras fuerzas destinadas a la Base Naval. Poca vida le quedaba como tal, ya que en ese mismo año se aprueba la creación del Polígono de Tiro Naval que ocuparía aquellas instalaciones. El Tiro Naval estuvo a cargo del capitán de corbeta Jaime Janer y daría paso años después a la Escuela Naval Militar. Pero eso es otra historia.

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