Como sucede desde hace varios siglos, la carballeira de San Xusta, en Moraña, volvió a convertirse este jueves en el destino de centenares de personas que se desplazaron hasta este lugar para asistir a los actos religiosos celebrados en honor a Santa Xusta, patrona del municipio, y disfrutar de la gastronomía y de la música en el que el tiempo fue su aliado.
La mañana se presentó algo brumosa y aquellos que madrugaron para expresar su agradecimiento a la virgen en las misas celebradas a primera hora lo hicieron bajo un fina cortina de lluvia, que no tardó en convertirse en pasado. Los puestos de venta de productos gastronómicos, como empanadas, chorizos o quesos, se asentaron en los márgenes del camino, donde también se hicieron un hueco las rosquilleras.
La misa destinada especialmente a los romeros fue a las 10.00 horas y la cantada se celebró, a las 13.00 seguida de procesión, que volvió a salir a media tarde para desplazarse hasta dos lugares dotados de una fuerte carga emblemática: el crucero y la fuente.
La fuente es el lugar al que acuden aquellos que creen en las propiedades curativas del agua que mana pro sus caños, y no son pocos, aunque su número haya descendido notablemente y ahora ya no sea habitual ver largas colas de personas, procedentes de los más diversos lugares de la provincia, con sus recipientes.
La Banda de Música Nova Lira y la Coral Voces Amigas, ambas de Moraña, compartieron el protagonismo musical durante la mañana, para dejar paso a la Charanga Os Encerellados, por la tarde, mientras que las orquestas Pontevedra y La Ola ADN se encargaron de la verbena con la que finalizó la jornada.
