Cinco concellos harán un último esfuerzo por salvar la Mancomunidade

Los alcaldes de Portas, Cuntis, Caldas de Reis, Moraña y Pontecesures asumen la dificultad de mantener la institución

Después de haber permanecido bajo mínimos durante los últimos años, el futuro de la Mancomunidade Ulla-Umia se decidirá en breve. Cinco alcaldes acudieron a una reunión celebrada este lunes en la Casa Consistorial de Portas, y el acuerdo que adoptaron fue verse de nuevo durante el mes de mayo. Será entonces cuando adopten una decisión. La disyuntiva es revitalizarla o iniciar los trámites de su disolución, que comenzarían en junio.

Al encuentro, convocado por el presidente en funciones de la institución supramunicipal, Roberto Vázquez, acudieron los alcaldes de Portas, Víctor Estévez; Caldas de Reis, Juan Manuel Rey; Cuntis, Manuel Campos; Moraña, Luisa Piñeiro, y Pontecesures, Cecilia Tarela. No se presentaron los regidores de Valga y Catoira, José María Bello y Alberto García, respectivamente.

DIAGNÓSTICO. El diagnóstico que realizaron coincide en dos puntos: la dificultad de encontrar un secretario que se encargue de realizar las labores administrativas y la carencia de fondos para financiar proyectos comunes. Otra dificultad estriba en el complejo mapa comarcal y la escasa o inexistente relación entre algunos municipios que fueron incluidos en él.

Rey subrayó la dificultad que entraña contar con un secretario."No quieren ni cobrando", dijo, y es una figura cuya participación es decisiva. Campos también reconoce que, actualmente, no cuentan con una persona dispuesta a asumir la responsabilidad y que esté habilitada para hacerlo, mientras que Estévez se pregunta si sería razonable contratarlo sin tener garantizado antes un remanente económico destinado a financiar proyectos conjuntos.

Todos reconocen que la figura de la Mancomunidade Ulla-Umia tuvo casi un carácter retórico durante los últimos años cinco años, ya que su única función se limitó a gestionar las cuadrillas encargadas de limpiar los montes y combatir los incendios que financió la Xunta de Galicia. Además, este servicio ni siquiera llegó a todos los municipios, porque los de Catoira, Pontecesures y Valga lo recibieron a través de otra vía y de manera individual.

Mancomunar la recogida de basuras es uno de los argumentos que defienden los regidores que están más interesados en impedir que la institución desaparezca, y en la relación de tareas que podrían realizar de forma conjunta entienden que también podría incluirse la puesta en marcha de un taller para reparar y mantener la maquinaria municipal, así como hacerse con medios destinados al acondicionamiento de viales de titularidad municipal.

Pero un obstáculo al que se enfrentan es el derivado del diseño de una comarca en el que fueron incluidos concellos muy distantes entre sí y con pocas cosas en común. La relación de Caldas de Reis con Portas es muy estrecha desde hace décadas y también resulta fluida con los municipios de Moraña y Cuntis.

Pero no sucede lo mismo con Pontecesures y Valga, que tienen más vínculos con municipios situados al otro lado del río Ulla, situados en la provincias de a Coruña, y menos todavía con el Concello de Catoira, cuyas relaciones estuvieron marcadas históricamente por su proximidad a Vilagarcía y está encuadrado en el área sanitaria del Hospital Comarcal do Salnés.

VALORACIONES. "Independentemente da cor política, entendemos que temos que facer cousas en común. Sería unha mágoa que desaparecese", afirmó Víctor Estévez. "A disolución sería o último porque sería un camiño sen volta atrás. Pensamos que ten que seguir", subrayó Manuel Campos.

"Sei que é complicado, pero non teñen débedas. Eu animeinos a seguir", dijo Roberto Vázquez."Vamos a luchar porque queremos seguir trabajando conjuntamente dentro de nuestras posibilidades", expuso Luisa Piñeiro."Vexo moi difícil poñela a andar", reconoció Cecilia Tarela."Nos vamos a dar una tregua, pero la situación es de anemia y me huele a defunción", expuso Juan Manuel Rey.

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