La nueva catalogación del turismo rural afectará a 168 negocios en la provincia

Casi un tercio de todas las casas rurales de Galicia se concentran en los concellos pontevedreses, que ofrecen más de 2.000 plazas para acoger huéspedes. El sector ve con buenos ojos la medida impulsada por la Xunta, siempre que no se apliquen criterios distintos en el resto de España 
Una de las casas rurales existentes en la comarca de Pontevedra, concretamente en Poio. RAFA FARIÑA (ARCHIVO)
photo_camera Una de las casas rurales existentes en la comarca de Pontevedra, concretamente en Poio. RAFA FARIÑA (ARCHIVO)

La equiparación al resto de infraestructuras de alojamiento turístico, el impulso a la profesionalización de todos los establecimientos, la difusión y promoción de sus servicios y una mayor seguridad tanto para clientes como para propietarios.

Estos son los objetivos de la propuesta impulsada por la Xunta de Galicia para clasificar los negocios de turismo rural mediante un sistema de estrellas en función de su calidad y servicios, al estilo del que rige los hoteles.

En la provincia de Pontevedra, esa medida afectaría a casi 170 establecimientos. Según el propio directorio de empresas turísticas que maneja la Administración autonómica, actualmente en el conjunto de concellos pontevedreses hay censados de manera oficial 168 alojamientos rurales, lo que supone casi un tercio de todos los registrados en Galicia.

De hecho, aunque por muy poca diferencia, Pontevedra sigue siendo la provincia con más casas rurales de toda la Comunidad Autónoma, si bien A Coruña prácticamente iguala su cifra y Lugo se queda muy cerca, con 149 establecimientos. Ourense es el cuarto territorio del ranking gallego, con solo 75.

Además, mientras que en tierras lucenses y ourensanas el número de alojamientos rurales ha experimentado un cierto descenso con respecto a hace un año, en las dos provincias atlánticas la cifra se ha mantenido, lo que evidencia la mayor pujanza de un sector que conquista tanto al público autóctono como al llegado desde fuera de las fronteras gallegas.

En los concellos pontevedreses este tipo de locales tienen capacidad para acoger a algo más de 2.000 huéspedes (sus 2.009 plazas suponen el 29% de todas las existentes en Galicia) y las comarcas de interior son las que se llevan la palma.

A diferencia de otro tipo de alojamientos más concentrados en los ayuntamientos de costa, en este caso, Deza y Tabeirós-Terra de Montes ocupan el primer puesto del ranking provincial, con unos 50 negocios dedicados al turismo verde (destaca el caso concreto de A Estrada, con 21 alojamientos).

Sin embargo, en toda la comarca de Pontevedra hay solo 23 (seis en Cerdedo-Cotobade, cinco en Poio, tres en Vilaboa, uno en Barro y dos en la capital, la misma cantidad que en Campo Lameiro, Ponte Caldelas y A Lama).

CONVOCATORIA AL SECTOR

A finales de junio, la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, compareció en el Parlamento gallego para informar de los avances en la nueva Estratexia de Turismo Rural en la que está trabajando la Consellería que dirige Román Rodríguez y anunció una convocatoria "inminente" dirigida a este sector para avanzar en la nueva clasificación por estrellas, una de las "medidas máis innovadoras que inclúe esta estratexia e coa que se dará un significativo avance de cara á profesionalización e calidade do turismo rural", según declaró la responsable autonómica.

La Consellería anunció que convocará al sector de forma inminente para informarlo sobre la clasificación y el nuevo decreto a redactar

La catalogación mediante el sistema de estrellas es bien vista por los representantes del gremio, pero siempre y cuando no choque con los modelos que se apliquen en el resto del Estado. Así lo indicó el presidente de Fegatur (Federación Galega de Turismo Rural), Cesáreo Pardal: "No tiene sentido que aquí sean estrellas, en Castilla espigas, en Andalucía olivos o en Madrid cocidos". Se trata de "homogeneizar" para que cualquier persona pueda tener una referencia clara en función de unos mismos criterios y símbolos a fin de evitar equívocos, especialmente de cara a los clientes.

En Italia y Francia los alojamientos ruales se rigen por un sistema clasificatorio simbolizado con espigas ya reconocido por parte de huéspedes y alojamientos, pues existe una normativa clara para el sector en ambos países. Sin embargo, en España, tal y como precisó el portavoz de Fegatur, por el momento el turismo rural no está regulado con un modelo de catalogación oficial válido en todas las comunidades. "Sabemos que Castilla-La Mancha también está trabajando en ello y, con respecto a la propuesta para Galicia, es cierto que el que pega primero pega dos veces, pero hay que hacerlo de forma coherente y homogénea" con el resto del Estado, sin generar mayor confusión, reiteró.

Por todo ello, tanto en la provincia de Pontevedra como en el resto de Galicia el sector está "a la espera de que la Xunta nos remita el borrador explicando las características concretas de esta clasificación que se quiere implantar y una vez que lo recibamos habrá que sentarse a debatir y a consensuar", señaló Cesáreo Pardal.

Ahora, el directorio turístico de la Xunta muestra diferentes categorías de casas rurales (las clasifica en Grupo A, B y C), dependiendo de si son casas de labranza, pazos, etcétera. "Habrá que ver a qué corresponde cada uno y cuántas estrellas se le atribuyen en función de eso también", concluyó el presidente de Fegatur.

"Esperamos un agosto muy bueno para las casas rurales después de un julio que no lo fue tanto"
"Junio fue bueno para este sector, julio no tanto y agosto esperamos que sea muy bueno. Los datos que dio la Xunta del primer semestre en base a las estadísticas del INE muestran un repunte del turismo rural. A ver si cuando se termine este mes vemos que se confirman esos buenos pronósticos y conseguimos movernos en la franja del 65% al 75% de ocupación".

Así lo indicó Cesáreo Pardal, presidente de Fegatur. Del mismo modo, la Consellería de Cultura e Turismo añadió que "nos últimos anos, o turismo rural está xerando cada vez máis interese entre os viaxeiros. O ano pasado, máis de 200.000 persoas escolleron esta modalidade, acadando o seu máximo histórico".

Según había señalado Nava Castro, la Estratexia de Turismo Rural de la Xunta está vertebrada alrededor de cuatro líneas básicas. La primera es la potenciación de la oferta y su diferenciación, incluyendo esa nueva clasificación de una a cinco estrellas. La segunda se centra en la profesionalización y está dirigida a aportar herramientas al empresariado para potenciar sus productos e incrementar la competitividad, planteando acciones como seguir promoviendo la implantación de sistemas Sicted o Q de Calidade, la conciencia de destino y jornadas informativas en colaboración con la inspección turística.

La tercera línea se basa en la innovación, incluyendo el desarrollo de aplicaciones de análisis de Big Data para entender mejor los flujos de visitantes y "preparar Galicia para o turismo do futuro". Y la cuarta está enfocada a la promoción y a la comercialización, mejorando para ello la visibilidad del sector en ferias y eventos promocionales, con campañas en países emisores, fomentando el turismo de proximidad e interno y reforzando la creación de productos como experiencias y escapadas rurales, para lo que se plantea contar con las agencias de viajes en el proceso de diseño.

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